¿Pan? Ni con mermelada

Gabriel Borunda

En dos sendos videos de Youtube aparecen dos importantes miembros del PAN, por una parte el senador por Federico Döring Casar y por otra el señor Manuel Narváez, candidato al 8o.

Distrito de Chihuahua.

¿Por qué tomarlos a ellos como alternativa para no votar por el PAN?

Esto merece declaraciones indispensables:

1. A los chihuahuenses nos llena de orgullo que un panista distinguido:

Carlos Chavira, sea un paradigma de honestidad, muerto de un infarto mientras usaba la tribuna para cuestionar al poder.

También nos honra la presencia de un personaje como Javier Corral.

Pero no todos los panistas son ejemplo de rectitud doctrinaria y política, la mayoría no son sino cómplices que en la más vieja tradición del partido científico o del priista, cubren su despotismo y corporativismo, escudados en que son depositarios del conocimiento de gobernar, pero que han manejado la corrupción, la violación de derechos humanos, el uso de influencias, el uso del poder sin el respeto a la ley, el caso más reciente es el de Michoacán, en donde realizaron más de 25 aprehensiones sin órdenes, a pesar de que dijeron que tenían más de ocho meses vigilando.

La mentira y el incumplimiento: el empleo, el tren urbano para Chihuahua, etc. y por si fuera poco el despotismo militar, tan terriblemente inútil: la violencia sigue siendo un acto cotidiano en Chihuahua.

2. Yo mismo fui panista, como también fui comunista en mis años jóvenes y los panistas, al menos muchos de ellos, en Chihuahua ayudaron a consolidar las luchas sociales y campesinas de los años 80s y 90s, aprendí con ellos a caminar en las mismas luchas codo con codo, repartiéndonos los macanazos de la policía, vi la represión de que fueron objeto, algunos dirán que menor que la de otros, pero era represión y aportaron su cuota de muertes, por eso, un día supuse que valdría la pena estar con ellos.

El poder corrompe cualquier ideología, por lo menos en México, con una sociedad civil que prácticamente no existe.

3. Pero el poder unipersonal, el presidencialismo panista es insoportable, porque quizá, como decía Paz, el priismo era la materialización del ogro filantrópico, el panismo es el despotismo sin lustre.

En fin, mis razones para no votar ahora PAN son las declaraciones y la visión sobre la educación: “Eres un muerto de hambre egresado de la UACh…” dice Manuel Narváez.

Se olvida de la incapacidad de este gobierno para generar empleo y podrán decir que esta crisis es externa, pero, ¿y por qué otros países del Continente han tenido más capacidad para enfrentarla, incluyendo a Cuba y a Venezuela?

Más graves son las declaraciones del Grupo Azul, de la Organización Demócrata Cristiana de América: “Como ustedes saben un impedimento, para el despegue de nuestra propuesta educativa es la existencia de una universidad pública que genera un gran gasto y pocos resultados…”

Si el primero es un bárbaro del Sur (de los Estados Unidos o de Canadá) incoherente y con un alto grado de estulticia, Döring Casar, hermano del senador y responsable del Grupo Azul, en que también milita su hermano, es alguien que se olvida que la única universidad de América Latina que está entre las mejores del mundo según la UNESCO es la UNAM, ni el ITESM, ni el ITAM, ni la Anáhuac.

Para ellos la educación debe ser un asunto de privatización.

Pero por si fuera poco, acaba de morir un profesor de la UACJ, un compañero, el segundo, acribillado por los sicarios. Manuel Arroyo fue mi alumno, compañero de trabajo y ha muerto al igual que el maestro Gerardo Ochoa, este último asesinado ya hace unos meses.

La violencia es hoy el signo más evidente de la incapacidad panista. Miles de soldados y policías manejando una estrategia, en la que, digan lo que, digan, era mejor la del PRI, con todo y soldados, hoy es más dura para los chihuahuenses esta guerra.

Y si esto fuera poco, cabe decir que la deuda pública de México crecerá como en ningún régimen del PRI, por populistas que éstos hayan sido, esto sin hablar de la corrupción, compra de votos hoy más visible y descarada que en el régimen priista.

Por eso a pesar de gente tan valiosa como Javier Corral y tantos otros no voy a votar por el PAN, ni por el PVEM, y anularé mi voto.