Ojinaga, Chihuahua.- Los ciudadanos de Ojinaga se encuentran atemorizados por las acciones de los elementos del ejército mexicano quienes abusan de su poder. Afirman que no pueden esperar nada bueno debido que ni al presidente municipal, César Carrasco Baeza lo respetan, los policías tienen miedo al marcar un alto a un carro con los vidrios polarizados porque no saben si se toparán con un militar.
Esto luego de que el domingo hasta le cortaran cartucho y lo corrieran de las propias instalaciones de la Unidad Deportiva Municipal, en donde se desarrollaba la liga estatal de beisbol entre los Soles de Ojinaga y Los Rojos de Jiménez, además de la liga regional de futbol y el evento de la Sagarpa para fomentar la venta de carne de puerco, es decir, estaba a "reventar".
A pesar de que el comando de 12 militares sabía que era la máxima autoridad civil de la ciudad, lo corrieron con palabras altisonantes, al igual que a los policías municipales que en el lugar se habían reunido.Los ciudadanos vieron todo el "espectáculo" protagonizado por el alcalde César Carrasco, y los militares quienes lo amenazaban cortando cartucho para que se fuera del lugar, pero ninguna de las personas de Ojinaga se atrevió a intervenir, ya que les tienen pavor a estos elementos quienes si bien hacen 5 cosas buenas otras 10 están mal hechas, por lo que la imagen del efectivo militar está más que degradada y en lugar de ser una persona que les de confianza les causa todo lo contrario.
Como la mayoría de las personas de Ojinaga, el presidente municipal había acudido a presenciar el juego de beisbol, en la tercera entrada, se dio cuenta de que los códigos sonoros de la policía municipal no dejaban de sonar, por lo que decidió ir a la parte alta del estadio, desde ahí observó, como un vehículo compacto de color azul con vidrios totalmente polarizados era perseguido por la unidad municipal y que a pesar de que le hacían señas para que se detuviera, este continuaba su loca carrera zigzagueando por las calles.
El vehículo se dirigía hacia el interior de la mencionada unidad deportiva, iba directo al campo de futbol en donde en ese momento se diputaba un partido entre los elementos de la 3ª. Compañía de Infantería y Clínica Dental, lo que más le inquietaba era que se tratara de una persona en estado de ebriedad que fuera a causar problemas en donde los soldados estaban reunidos y pensaran que se trataba de un atentado en su contra.El auto compacto al entrar a la unidad, bajó de manera considerable la velocidad, tanto que la unidad de la Policía Municipal alcanza a ponerse enfrente del auto que simplemente rodea a la unidad y continúa su marcha.
Desde el mismo lugar, el alcalde alcanza a visualizar como una pick up bien identificada y los señores con uniformes y armas, se arrancan hacía donde estaba el vehículo compacto y la unidad municipal. Situación que lo hace bajar de su lugar para ir a ver lo que pasaba."Mientras caminaba pensaba que era un borracho que los militares podrían golpear, ya que ellos están para proteger a sus jugadores de futbol", explicó el edil de Ojinaga.
El alcalde sigue caminando hacia el lugar y se percata que los uniformados municipales ya se encontraban a bordo de la unidad, entonces pidió una explicación, los agentes se limitan a decirle que desde cuadras atrás le marcaron el alto al vehículo pero este hizo caso omiso. Los gritos y palabras altisonantes de los soldados con las que les exigían que se fueran del lugar no lo dejaron escuchar la explicación, por lo que vuelve a pedirla.
"No entendía porque el ejército estaba en contra de la municipal".Las groserías de los integrantes de las fuerzas armadas no cesaban por el contrario aumentaban de tono, por lo que uno de los municipales decidió bajar de la unidad y comentarles que ese señor era el presidente municipal.La respuesta que obtuvo simplemente fue que ya lo sabían pero no les importaba que se largaran del lugar y les advirtieron que tenían poco tiempo para irse. Su advertencia se hizo acompañar con cortes de cartucho.
"No me voy a retirar de aquí, los que deben irse son ustedes, estas son instalaciones municipales en donde mucha gente estaba disfrutando del domingo familiar, sin embargo, nos dijeron que no les interesaba y que nos fuéramos lo más pronto posible".
Las cosas se pusieron más ásperas, por lo que optaron por alejarse un poco hacia donde ya otras 3 unidades municipales los esperaban, el alcalde recalcó que siempre había habido un acercamiento entre las corporaciones, pero si se comete un error hay que afrontarlo y tratar de solucionarlo.
A la fecha el presidente municipal no ha recibido una disculpa o explicación por parte de los altos mandos militares de la Guarnición o de la 3ª Compañía de Infantería, sin embargo en próximas fechas, se reunirá con el general para tratar el asunto de un antiguo cuartel que se ubica en el centro de la ciudad, "Voy a platicar con él, que la autoridad civil en este caso trata de llevar la coordinación y la armonía entre diversas autoridades y no queremos que esto se salga de control".Los ciudadanos comentan que cada vez que juega la 3ª.
Compañía de Infantería, dos o tres vehículos con elementos militares, custodian el campo de futbol hacia el interior. "No estamos seguros ni a gusto, y no creemos que sea necesario, porque ningún jugador de futbol en sus pantaloncillos cortos pueda portar un arma, ellos deberían vigilar hacia el exterior", destacó uno de los aficionados que prefirió omitir su nombre por miedo a represalias, ya que este equipo siempre gana porque no les pueden tocar ni un pelo.El temor de la ciudadanía es fundado y existen algunas quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por el trato que han recibido de parte de los efectivos militares quienes utilizan la violencia excesiva.
"Reconocemos que en Ojinaga ha funcionado el Operativo Conjunto Chihuahua por las detenciones que se han hecho, sin embargo, aún falta respetar las garantías individuales de personas que no se dedican a actividades ilícitas, destacó el edil de Ojinaga.Algunos ciudadanos han sido víctimas directas del actuar de los militares quienes si encuentran a los propietarios de la casa que van a "reventar", a fuera los golpean y luego rompen la puerta para efectuar la revisión, que en la mayoría de los casos nada encuentran.
En Ojinaga el temor hacia los militares es evidente y saben que las represalias serían peor, tanto que después del incidente con el presidente municipal, implementaron un "súper" reten en la avenida Trasviña y Retes, por la cual tradicionalmente transitan los ciudadanos el domingo familiar.Desplegaron más elementos y las revisiones se agudizaron.
Carro por carro, persona por persona revisaron a todo el que pasaba por ese sitio. Estos esperan que no sea una reacción a lo sucedido y que las acciones en contra de la ciudadanía se incrementen.
La mayoría coincide que el ejército debería seguir haciendo su labor, pero respetando las garantías individuales de las personas que no tienen nada que ver con el narcotráfico.Sobre todo porque ahora la policía esta temerosa de parar a los militares vestidos de civil, eso es lo que los hace más vulnerables, "En este momento no sabemos si la persona que viaja en el vehículo vestido de civil es militar, ya que cualquiera puede cortarse el pelo como ellos, polarizar los vidrios de su carro y hacer desmanes en la ciudad", manifestó César Carrasco.
El edil destacó que no quieren una atención especial, "El presidente municipal es alguien que puede dialogar, platicar con cualquier autoridad y ser escuchado, en este caso, se perdió la oportunidad que tiene el ciudadano civil de estar platicando con la milicia".César Carrasco enfatizó que en ningún momento ellos han sido faltos al operativo que ellos llevan, como es el caso de los retenes, pero también la autoridad municipal cuenta con un Bando de Policía y Buen Gobierno que se aplica a todos por igual y que los militares también deben de respetar.
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