El Heraldo
Chihuahua, Chihuahua.- El gobernador del Estado, José Reyes Baeza Terrazas, reprobó totalmente ayer las recientes agresiones y arbitrariedades en contra de periodistas chihuahuenses por parte de policías de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), al impedir que los comunicadores realizaran su trabajo informativo.
Pidió "que se investigue y se aplique mano dura a los responsables".El caso más reciente ocurrió la madrugada del pasado domingo, cuando dos reporteros del periódico digital El Observador fueron arrestados por fotografiar a los municipales agrediendo a civiles; mientras que el pasado 20 de mayo, es decir, menos de un mes, el reportero gráfico de esta casa editora Pablo Rodríguez fue golpeado por un coordinador policiaco, quien tras la agresión simplemente dijo: "Perdí la cabeza".
Reyes Baeza dijo estar en total desacuerdo ante cualquier clase de agresión en contra de los comunicólogos chihuahuenses, ya que no sólo se afecta al medio informativo sino también la libertad de expresión; por ello solicitó que se investigue a fondo para castigar a los responsables (policías municipales) de impedir la labor periodística.
"El periodista dedicado a una noble profesión debe de gozar de todas sus garantías y desde el gobierno estatal está muy comprometido para que no se permitan malos tratos y se erradiquen estos malos vicios", comentó el mandatario estatal.
Además comprometió a toda la fuerza del Estado para que los responsables sean detenidos, ya que no se permitirán violaciones a los derechos humanos y de acceso a la información.
Dichos comentarios van en relación a que elementos de la DSPM detuvieron la madrugada del domingo a dos reporteros de El Observador para impedir que se publicaran las fotografías que minutos antes se habían captado, cuando los municipales agredían y arrestaban a varias personas.
La detención se realizó después de una riña que se presentó en la colonia Martín López, en donde los vecinos pidieron el apoyo de la Policía Municipal, quienes llegaron más de media hora tarde, lo que ocasionó reclamos de los colonos quienes fueron agredidos por los municipales.
Al tomar las imágenes de la detención y agresión de algunas personas ajenas a la riña campal que minutos antes se había registrado, los agentes municipales optaron por detener a los reporteros, ya que esta era la única manera de poderlos despojar de sus equipos para borrar cualquier fotografía que los pudiese comprometer.
Los reporteros fueron esposados y trasladados en la unidad 317 de la Policía Municipal a la Comandancia Sur, en donde los agentes policiacos, enfrente de ellos observaron el material fotográfico, para después borrarlo, coartando de esta manera la libertad de expresión.
Sin embargo, éste no es el primer caso en los últimos treinta días, ya que el fotógrafo Pablo Rodríguez fue golpeado por el coordinador Arturo Hernández Sánchez, cuando efectuaba su trabajo informativo; luego de la agresión el elemento policiaco dijo: "Perdí la cabeza".
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