Chihuahua— Dos suboficiales de la Policía Federal, División Caminos y cuatro civiles, entre ellos el hijo de un regidor del Ayuntamiento de Parral, fueron asesinados ayer a balazos en dos hechos diferentes ocurridos en las colonias La Haciendita y San Felipe.
El primer enfrentamiento que ocurrió aproximadamente a las 11 de la mañana y donde fallecieron los dos federales junto con dos civiles que fueron víctimas circunstanciales.
El enfrentamiento se derivo de una investigación de inteligencia realizada por elementos del Operativo Conjunto Chihuahua, donde participaron los dos federales occisos, quienes lograron desarticular un grupo del crimen organizado.
En las acciones, se aseguró una residencia de seguridad en La Haciendita, así como el arresto de varias personas, armamento, vehículos con reporte de robo y drogas, según se dio a conocer de manera extraoficial.
Mientras se llevaba a cabo el operativo de inteligencia, dos Policías Federales encubiertos fueron víctimados por el mismo grupo afectado de narcotraficantes.
Fuentes allegadas a esta dependencia estatal, adelantaron que hoy viernes en las 13:00 horas, las autoridades del Operativo Conjunto Chihuahua, daran a conocer con detalles el trabajo de inteligencia que realizaron, y el cual tuvo como fin que ‘reventaron’ a un grupo armado, pero se perdieron la vida de dos elementos policiacos.
De manera extraoficial trascendió que también hubo heridos en la balacera, pero hasta la tarde de ayer no los habían localizado.
La balacera duró más de 10 minutos causando alarma entre los vecinos del sector, quienes se tuvieron que tirar en el piso de sus viviendas al escuchar los múltiples disparos de armas de alto poder como rifles AK47, AR15, así como una ametralladora antiaérea de las llamadas Barret, calibre 50.
Fue al cruce de las calles Zacatecas y Catedral de Chihuahua a donde llegaron los policías federales, uniformados, abordo de un auto particular, Ford Grand Marquis, color verde, sin placas de circulación, el cual quedó estacionado frente a un domicilio.
Dentro del vehículo quedaron los cadáveres de los policías, uno en el asiento delantero y otro en el posterior y respondían a los nombres de Alejandro González Morales y Jesús Hernández Hernández.
Los dos policías ejecutados habían participado ayer en la mañana en la recaptura de un robacarros que se les fugó de las instalaciones de la PFP y al parecer seguían una pista de los mismos ladrones de autos, trascendió de manera extraoficial.
Los otros dos cadáveres que fueron de dos civiles y víctimas circunstanciales, quedaron dentro de una pick up marca Chevrolet, color azul, mismos que al parecer responden a los nombres de Tomás Martínez Castro y Fidel Anchondo González.
El apoyo para los policías tardó varios minutos en llegar, tiempo que aprovecharon varios hombres para darse a la fuga a bordo de diversos vehículos, entre ellos una camioneta marca Ford, línea EsoSport, color dorado, placas de circulación EXB9878, la cual fue encontrada abandonada en las calles 5 de Febrero y 40 de la colonia Guadalupe.
Esta unidad, según informes de la Policía Ministerial, había sido robada con arma de fuego días anteriores.
La camioneta presentaba varios impactos de bala y en su interior se encontraron algunos cargadores para rifles de asalto, así como múltiples casquillos calibre 7.62x39 y de .223, además de rastros de sangre en una de las puertas posteriores.
Debido a la intensa balacera, decenas de policías municipales, del Cipol, federales y militares arribaron a la zona luego de que los participantes habían huido.
El tráfico de vehículos y personas fue cerrado desde el periférico De la Juventud y vialidad Cantera y así permaneció por cerca de una hora.
Durante la cobertura del hecho, dos reporteros gráficos de medios locales fueron agredidos verbalmente por el policía segundo, Guadalupe Ponce Aguirre, quien vestido de civil llegó a la escena primeramente para correr a los periodistas, pese a que aún no había cordón de aseguramiento y mucho menos estaban estorbando la labor de la policía.
El segundo hecho violento ocurrió alrededor de las 17:00 horas al cruce de las avenidas Cantera y San Felipe, donde dos jóvenes, Rafael Orlando León Delgado y Mariano Antero Cordero Gutiérrez, de 20 años, este último hijo del regidor del PRD, Mariano Cordero Burciaga, estudiante de la UACH, quedaron sin vida abordo de un vehículo, al parecer, blindado.
Los fallecidos tenían su domicilio en Ciudad Parral. Dichas personas fueron victimadas por varios hombres armados abordo de una camioneta y vehículo color oscuro, quienes se emparejaron al Dodge Charger blindado, modelo 2006, color gris, con matrícula ECT3091, que tripulaban los hoy occisos.
Uno de los afectados aún con vida fue revisado por paramédicos, pero minutos después falleció en el lugar de los hechos.
En la escena del crimen, personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), levantó más de 30 casquillos de arma larga conocida como “cuerno de chivo”.
El primer enfrentamiento que ocurrió aproximadamente a las 11 de la mañana y donde fallecieron los dos federales junto con dos civiles que fueron víctimas circunstanciales.
El enfrentamiento se derivo de una investigación de inteligencia realizada por elementos del Operativo Conjunto Chihuahua, donde participaron los dos federales occisos, quienes lograron desarticular un grupo del crimen organizado.
En las acciones, se aseguró una residencia de seguridad en La Haciendita, así como el arresto de varias personas, armamento, vehículos con reporte de robo y drogas, según se dio a conocer de manera extraoficial.
Mientras se llevaba a cabo el operativo de inteligencia, dos Policías Federales encubiertos fueron víctimados por el mismo grupo afectado de narcotraficantes.
Fuentes allegadas a esta dependencia estatal, adelantaron que hoy viernes en las 13:00 horas, las autoridades del Operativo Conjunto Chihuahua, daran a conocer con detalles el trabajo de inteligencia que realizaron, y el cual tuvo como fin que ‘reventaron’ a un grupo armado, pero se perdieron la vida de dos elementos policiacos.
De manera extraoficial trascendió que también hubo heridos en la balacera, pero hasta la tarde de ayer no los habían localizado.
La balacera duró más de 10 minutos causando alarma entre los vecinos del sector, quienes se tuvieron que tirar en el piso de sus viviendas al escuchar los múltiples disparos de armas de alto poder como rifles AK47, AR15, así como una ametralladora antiaérea de las llamadas Barret, calibre 50.
Fue al cruce de las calles Zacatecas y Catedral de Chihuahua a donde llegaron los policías federales, uniformados, abordo de un auto particular, Ford Grand Marquis, color verde, sin placas de circulación, el cual quedó estacionado frente a un domicilio.
Dentro del vehículo quedaron los cadáveres de los policías, uno en el asiento delantero y otro en el posterior y respondían a los nombres de Alejandro González Morales y Jesús Hernández Hernández.
Los dos policías ejecutados habían participado ayer en la mañana en la recaptura de un robacarros que se les fugó de las instalaciones de la PFP y al parecer seguían una pista de los mismos ladrones de autos, trascendió de manera extraoficial.
Los otros dos cadáveres que fueron de dos civiles y víctimas circunstanciales, quedaron dentro de una pick up marca Chevrolet, color azul, mismos que al parecer responden a los nombres de Tomás Martínez Castro y Fidel Anchondo González.
El apoyo para los policías tardó varios minutos en llegar, tiempo que aprovecharon varios hombres para darse a la fuga a bordo de diversos vehículos, entre ellos una camioneta marca Ford, línea EsoSport, color dorado, placas de circulación EXB9878, la cual fue encontrada abandonada en las calles 5 de Febrero y 40 de la colonia Guadalupe.
Esta unidad, según informes de la Policía Ministerial, había sido robada con arma de fuego días anteriores.
La camioneta presentaba varios impactos de bala y en su interior se encontraron algunos cargadores para rifles de asalto, así como múltiples casquillos calibre 7.62x39 y de .223, además de rastros de sangre en una de las puertas posteriores.
Debido a la intensa balacera, decenas de policías municipales, del Cipol, federales y militares arribaron a la zona luego de que los participantes habían huido.
El tráfico de vehículos y personas fue cerrado desde el periférico De la Juventud y vialidad Cantera y así permaneció por cerca de una hora.
Durante la cobertura del hecho, dos reporteros gráficos de medios locales fueron agredidos verbalmente por el policía segundo, Guadalupe Ponce Aguirre, quien vestido de civil llegó a la escena primeramente para correr a los periodistas, pese a que aún no había cordón de aseguramiento y mucho menos estaban estorbando la labor de la policía.
El segundo hecho violento ocurrió alrededor de las 17:00 horas al cruce de las avenidas Cantera y San Felipe, donde dos jóvenes, Rafael Orlando León Delgado y Mariano Antero Cordero Gutiérrez, de 20 años, este último hijo del regidor del PRD, Mariano Cordero Burciaga, estudiante de la UACH, quedaron sin vida abordo de un vehículo, al parecer, blindado.
Los fallecidos tenían su domicilio en Ciudad Parral. Dichas personas fueron victimadas por varios hombres armados abordo de una camioneta y vehículo color oscuro, quienes se emparejaron al Dodge Charger blindado, modelo 2006, color gris, con matrícula ECT3091, que tripulaban los hoy occisos.
Uno de los afectados aún con vida fue revisado por paramédicos, pero minutos después falleció en el lugar de los hechos.
En la escena del crimen, personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), levantó más de 30 casquillos de arma larga conocida como “cuerno de chivo”.
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