El senador Gustavo Madero resultó ligado a la empresa Sistema de Ingeniería de Residuos Sólidos (SIRSSA), ex concesionaria del relleno sanitario, desde antes de su creación, ya que fue uno de los principales soportes financieros para adquirir la maquinaria de la Celda 2 del basurero local.
Para poder acceder al crédito financiero con el que compraron la maquinaria empleada en el relleno sanitario municipal, el panista fungió como aval de los accionistas de la compañía, a quienes respaldó con un monto de 100 millones de pesos ante el Banco Interacciones.
Una fuente allegada al procedimiento reveló a El Diario que Madero Muñoz firmó una garantía solidaria para que Ernesto Reyes Quiñónez y Armando Acosta Nava obtuvieran el financiamiento.
Este medio cuestionó al propio Reyes Quiñónez sobre la relación existente entre Madero y SIRSSA, particularmente el aval que les otorgó en 2006, ante lo que respondió: “Eso no lo puedo confirmar, ni lo puedo desechar, omito cualquier comentario.
Ni de los carros, ni de esto puedo decir nada en este momento”, dijo al hacer alusión a la versión de que él y su socio entregaron 14 vehículos de lujo a funcionarios municipales.
Según documentos a los que El Diario tuvo acceso, Interacciones pidió en garantía los derechos de la maquinaria que sería adquirida, así como otros bienes, de tal forma que se depositaron las facturas de siete automóviles marca BMW, comprados con parte del dinero del crédito, y que el banco endosó a la compañía SIRSSA.
Adicionalmente, Madero y otros empresarios locales firmaron un pagaré por los 100 millones de pesos, el cual entraría en vigor si el adeudo no era liquidado en forma; sin embargo, Banco Interacciones hasta la fecha no lo ha hecho válido.
En su declaración ministerial Armando Acosta y Ernesto Reyes sostuvieron que en mayo del 2005 en contubernio con el entonces presidente municipal, Juan Alberto Blanco Zaldívar, conformaron la empresa SIRSSA, la cual contendería por la licitación del relleno sanitario, la OM-10/06,a sabiendas de que ganaría, lo que representaría una utilidad de aproximadamente 50 millones de dólares en 15 años.
Tras recibir el fallo a su favor por parte del Comité de Compras del Municipio, el 12 mayo de 2006, SIRSSA firmó con el Ayuntamiento un contrato en el que se comprometía a invertir precisamente 100 millones de pesos en equipo especializado para reciclar material de desecho. El trato era que la maquinaria sería de origen español, pero al final fue adquirida en la ciudad de Puebla, y por un costo menor a la mitad de lo pactado.
En 2007 el Ayuntamiento revocó la concesión a SIRSSA, por incumplir la fecha de operación de la maquinaria.
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