El Diario
“Nuestro sistema de justicia está fallando. La corrupción ha sido tan terrible que ha quebrantado la ley y el orden. Estamos hablando de millones de dólares que reciben altos funcionarios de gobierno e, incluso, la policía local”, declaró Federico de la Vega, considerado el empresario más acaudalado de Ciudad Juárez, en una entrevista concedida a El Paso Times.
Su hija Alejandra, presidenta de Desarrollo Económico de Ciudad Juárez A.C., contrajo matrimonio el año pasado con el paseño Paul L. Foster, a quien la revista Forbes incluyó en reciente publicación en su lista de billonarios de los Estados Unidos.
En el escrito, que apareció en la primera plana de la publicación en su edición del domingo, De la Vega explica las razones que tuvo para mudarse a la población texana.
A continuación la traducción de dicha entrevista:Federico De la Vega, a menudo descrito como una de las voces influyentes en Ciudad Juárez, dijo una vez públicamente al presidente de México, Felipe Calderón, que vive en El Paso debido a que su propio gobierno no puede garantizar su seguridad.
De la Vega, de 77 años, se encuentra entre un número incalculable de juarenses que se están adaptando a la vida en el exilio en El Paso debido a la incesante ola de delincuencia en Ciudad Juárez: secuestro, robo de automóviles, incendios provocados, robos, asaltos y tiroteos, gran parte de estos hechos atribuidos a menudo a la adicción a las drogas y el contrabando de estupefacientes.
“La verdad es que realmente no sé lo que el futuro tiene para mí y mi familia”, dijo De la Vega. “Me siento atraído por regresar a Ciudad Juárez, donde he pasado toda mi vida”.Sostiene que la corrupción en todos los niveles de gobierno es responsable del fracaso de la ley y el orden en Ciudad Juárez.
Más de 800 personas han sido asesinadas en Ciudad Juárez en lo que va del 2009, en comparación con un estimado de mil 600 muertos en todo el 2008.“Nuestro sistema de justicia está fallando. La corrupción ha sido tan terrible que ha quebrantado la ley y el orden”, dijo De la Vega.
“Estamos hablando de millones de dólares que reciben altos funcionarios de gobierno y, hasta incluso, la policía local”.De la Vega, uno de los empresarios que ayudaron a introducir la industria maquiladora a Ciudad Juárez, y su esposa, Guadalupe, una destacada y respetada altruista y activista social y cívica en Juárez, se trasladaron a El Paso hace cinco meses urgidos por sus tres hijos adultos.
La familia tiene vastos intereses comerciales en Ciudad Juárez, incluyendo una cadena de tiendas de conveniencia (expendios de licores con giro de abarrotes), inversiones inmobiliarias, construcción y pequeñas empresas.
“Era muy peligroso para nosotros vivir en Ciudad Juárez”, dijo De la Vega. “Nuestra mayor amenaza es el secuestro”.De la Vega nació en El Paso, donde también asistió a la preparatoria. él tiene muchos amigos en El Paso, a quienes ve con más frecuencia ahora que vive aquí.“No nos hemos sentido solos ni relegados”, dijo. “Hemos sido muy bien recibidos por todas las personas de El Paso”.
De la Vega, sin saber cuándo podrá estar más seguro en Juárez, ha comenzado a invertir en Estados Unidos. él viaja con escolta armada a Ciudad Juárez.“Yo espero que las cosas se calmen en Juárez. Si eso pasa, mi familia y yo vamos a volver”, dijo. “Si la situación continúa violenta, entonces tendremos que hacer lo que algunas personas en la Revolución Mexicana hicieron, quedarnos aquí permanentemente”.
La migración estimulada por la Revolución Mexicana de 1910 se cita a menudo como una de las principales razones por las cuales El Paso sigue siendo una de las ciudades con mayoría hispana en Estados Unidos.El Plan Estratégico de Ciudad Juárez, un intento para mejorar la ciudad, que no se ha aplicado plenamente, sugiere que la falta de seguridad pública es uno de los principales problemas que afectan a los residentes.
El plan identifica a la pobreza, a la polarización social y al tráfico de drogas como algunos de los principales factores que complican el problema.De la Vega está convencido de que la propagación de la drogadicción, de los capos del narcotráfico, de la banda criminal denominada Aztecas y los pequeños vendedores o “puchadores” de estupefacientes contribuyen cada día a la actividad delictiva en Ciudad Juárez.
“Usted debe entender que se trata de matones. Cada uno, sin duda, es un drogadicto, y que están haciendo esto porque necesitan dinero para comprar sus drogas”, dijo. “No hay programas de rehabilitación por parte del gobierno para los drogadictos en México”.
Sugiere que los pequeños delincuentes han crecido. También ha escuchado que se estima que el 30 por ciento de los 3 mil a 4 mil miembros de la pandilla Aztecas en Ciudad Juárez viven en El Paso y cruzan la frontera para participar en el contrabando de drogas y otros delitos.De la Vega elogió a los 5 mil a 6 mil 500 soldados mexicanos y sus comandantes en Ciudad Juárez que tratan de restaurar la ley y el orden. Calderón los envió como parte de la lucha antinarco a nivel nacional.“Si los soldados no estuvieran ahí, Juárez sería peor.
Es una situación terrible, pero se está mejorando cada vez”, dijo De la Vega.Hizo hincapié en que muchos de los empresarios y profesionales responsables del crecimiento económico y prosperidad de Ciudad Juárez en los últimos 40 años se encuentran entre las familias que se han mudado a El Paso.
Asimismo, estima que 30 mil mexicanos, tanto de Juárez, como de otras ciudades importantes en México, han huido de la violencia y se mudaron a Estados Unidos en los últimos tres años.“El Paso no está recibiendo a refugiados pobres como los de Europa oriental que llegaron a Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial”, dijo.
“Estos son profesionistas altamente calificados. La única razón por la que se están viniendo es por la seguridad de sus familias”.De la Vega también fue uno de los líderes empresariales que construyeron la mayor parte de la infraestructura de educación superior que existe en Ciudad Juárez, las universidades y escuelas técnicas que no había hace 35 años.Parte de la solución, dijo, depende de la voluntad de las personas en Ciudad Juárez a todos los niveles, para organizar y proteger sus propios fraccionamientos y, también, elegir a funcionarios honestos que sean lo suficientemente valientes y dedicados a la limpieza de Ciudad Juárez.
“Empresarios juarenses que se vieron apresurados a responder a la economía, la educación y las necesidades de salud en años anteriores no han logrado tener dirigentes que vuelvan a tomar la ciudad de las manos de los criminales”, dijo. “Tenemos que ser optimistas y orar por lo mejor”.Recientemente De la Vega acompañó a la puerta de su residencia en el exilio en El Paso a un visitante.
Se detuvo por un momento para poner en orden sus pensamientos. “Nunca pensé en realidad que viviría en El Paso”, dijo. “Pero me vi obligado por las circunstancias”.Nota de la Redacción: Federico de la Vega canceló su publicidad con El Diario de Juárez en abril anterior, aduciendo sentirse indignado por la publicación en este periódico del evento social en el que su hija Alejandra contrajo nupcias con el empresario estadounidense Paul L. Foster.
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