Chihuahua, Chihuahua.- Revela el obispo de la Diócesis de Parral intento de coacción por parte del secretario particular del Presidente de la República, Luis Felipe Bravo Mena, a raíz de una publicación donde los obispos de esta entidad avalaran la trayectoria del gobernador del Estado.
El secretario particular del presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien hasta hace unos meses era embajador de México ante El Vaticano, ha estado llamando a los obispos del estado que firmaron el desplegado en el que avalan la trayectoria del gobernador José Reyes Baeza.
Don José Andrés Corral Arredondo, obispo de esta diócesis, se refirió a las llamadas de Luis Felipe Bravo Mena como "un intento de coacción o de reclamo por lo que se avaló".
Pero sobre todo -aclaró el entrevistado-"la expresión se hizo porque no se está a favor de la forma en cómo la senadora Teresa Ortuño Gurza está tratando de defender una causa".Señaló Corral Arredondo que el comentario de la senadora en días pasados se lo expresó en este mismo tenor a Gustavo Madero, presidente del Senado, quien preside la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y además es líder de la bancada.
"Se lo comenté en corto a Madero durante una reunión en la ciudad de México, le expresé mi desacuerdo en cómo había actuado la senadora y que en nada contribuye a mejorar las condiciones de convivencia política y social".Por otro lado, dijo que no se deben utilizar medios de presión por una expresión que se hizo pública y menos aún por quien es secretario particular del Presidente.
Sobre el caso dijo: "Lo hemos comentado los obispos, en particular con el de Ciudad Juárez, porque hemos recibido las llamadas; el secretario particular parece no estar de acuerdo con la publicación que se hizo".Aunque don José Andrés aclaró que en su caso le han llamado de la oficina de Bravo Mena y no lo han encontrado, no ha regresado la llamada. Justificó lo anterior aduciendo que de antemano sabía ya por el obispo de Juárez lo que se le iba a decir.
Así, al referirse a las declaraciones que hiciera la senadora Teresa Ortuño, en que involucró al gobernador del Estado con el narcotráfico, dijo que son declaraciones irresponsables, puesto que no tienen pruebas para sustentarlas.
Más bien calificó las declaraciones como un mal intento de defender una causa partidista y desafortunadamente no lo hizo al amparo de la razón --apuntando con el dedo índice en su cabeza--, sino en forma visceral.El efecto se revierte, explicó.
Los señalamientos que hizo la senadora de Chihuahua, originaria de Coahuila, son graves al grado que afectan al mismo presidente de la República."Si estos mismos parámetros que la senadora aplicó al gobernador dan pie para que en la misma opinión pública se le hagan al presidente de la República, condición que afirmó es tan reprobable que lo hecho con José Reyes Baeza".
El primer obispo de Parral finalizó diciendo que no se pueden defender las causas ideológicas con declaraciones de momento, sin sustento, viscerales. A nadie beneficia el descrédito de las instituciones.
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