DIARIO.COM.MX
Cada día que los niños de las colonias López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz llegan a la guardería Organización Popular Independiente (OPI), le parten el corazón a sus cuidadoras.
El motivo es que regularmente los reciben llorando porque tienen hambre, ya que no han probado alimento desde el día anterior.
“Los más grandecitos llegan con dolor de estómago, dicen ‘no comí nada porque mi mamita no tenía’. Otros llegan el lunes y comen el doble de porción; ese es el día que llegan con mucha más hambre, yo creo que porque durante el fin de semana no tienen qué comer”, indicó Irene Rodríguez, empleada de la guardería.
Esas colonias ubicadas a las faldas de los cerros de Juárez, son consideradas como los puntos donde se concentra más la pobreza.
Incluso los lactantes (de 45 días a 11 meses de nacidos) son alimentados de forma diferente a los demás niños de su edad, señalaron trabajadoras de la estancia infantil.
Estos bebés toman leche fresca en vez de fórmula porque resulta más costosa la segunda opción; además las madres de los niños han informado en la guardería que por no tener recursos, tratan de ahorrar leche dándoles biberón horas más tarde, sin respetar el tiempo indicado.
“Como vemos que el problema es serio, nosotros tratamos de ayudarlos; por ejemplo el desayuno es a las 8:30 de la mañana pero como los vemos inquietos, llorando y con dolor de estómago, les damos de almorzar antes de esa hora porque después no aguantan”, explicó Rodríguez.
La guardería OPI tiene a su cuidado 67 infantes entre los 45 días de nacidos a 4 años de edad, así como a otros 27 pequeños entre 5 y 6 años que acuden a la estancia infantil.
Los niños llegan desde las 4:45 de la mañana y salen a las 5:15 de la tarde, cuando sus mamás acuden por ellos.
De acuerdo con Rodríguez, el 50 por ciento de las madres son mujeres solteras y el 100 por ciento trabaja en maquiladoras, empleadas en la producción.
Aunque gran parte de ellas laboran bajo convenios, aun en los días que descansan llevan a los niños a la guardería para que por lo menos ellos puedan comer algo.
“Otras nos dicen que sí trabajaron pero que no trajeron a los niños porque no tenían dinero para comprar pañales y pensaron que no los íbamos a recibir; nosotros les decimos que no importa, que los traigan y aquí les regalamos porque es mejor que se queden con nosotras que al cuidado de sus hermanitos”, dijo la empleada.
Una valoración nutricional realizada por un nutriólogo de la guardería indica que algunos de los niños sufren desnutrición.
Las trabajadoras de la guardería indicaron que el problema se detectó desde hace tres años, cuando se incrementó la crisis económica y la inseguridad.
Además, en el mismo periodo aumentó la deserción de menores en la estancia, pues el 50 por ciento de las madres se quedaron sin empleo.
Ayer, varios niños de la guardería mostraron desesperación al comer. Muchos de ellos al terminar sus alimentos tomaron el plato y lo empinaron hacia la boca, tratando de no desperdiciar ni una sola gota del caldo de papa.
Otros, después de realizar este acto levantaron el plato en busca de migajas.
De acuerdo con datos periodísticos, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indicó que durante los últimos tres años aumentó la proporción de la población que carece de acceso a la alimentación, mientras que la población que vive en condiciones de pobreza pasó de 48.8 a 52 millones de personas.
En el mismo periodo, la población que vive en pobreza extrema se mantuvo en 11.7 millones de personas. La guardería OPI es un proyecto que surgió hace 15 años, luego de que madres trabajadoras del poniente y la Organización Popular Independiente solicitaran apoyo para el cuidado de sus hijos.
La estancia se sostiene con recursos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), además del apoyo de la organización, la cual paga los servicios.
Las madres que reciben la ayuda de la guardería no pagan nada, mientras que aquellas que llevan a sus hijos al nivel de estancia pagan una cantidad mínima.
El lugar se ubica en la calle Pimentel de la colonia López Mateos; su número telefónico es 615-97-01.
Deberian verdaderamente verificar que eso pasa en esta guarderia porque mi hija va a ella y es mentira casi el 90% de lo que aqui se describe. Es una gran mentira que todos los ninos vayan con hambre obio que si hay algunos pero son contados deberian de enfocarse mejor a esos ninos ayudar a sus familias y no a la guarderia ya que es sabido que se hace negocio con lo que se les dona, mi hija se va almorzada porque ya son varias veces las cuales me dice que es muy poco lo que les dan de desayunar, cuando las donaciones son mas que suficientes para darles un desayuno considerablemente bueno. mejor deberian de ayudar a las madres de familia que verdaderamente necesitan ayuda y no a una organizacion de las cuales es bien sabido se hace negocio con lo donado.
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