DIARIO.COMEn vez de sentarse en una butaca y estudiar con libros del ciclo actual, Samuel, quien debe cursar el cuarto grado, toma clases hincado en el piso de las oficinas de Gobierno del Estado, lugar que desde hace un mes y medio ha sido el espacio donde acude a aprender.
El motivo es que la escuela primaria Alfredo Nava, ubicada en Lomas de Poleo, fue cerrada por tener inscritos solamente a nueve alumnos y un solo maestro. Además, los habitantes de la colonia mantienen una lucha por los terrenos donde se ubica el plantel.
Samuel y ocho niños más se levantan a las 7 de la mañana, se arreglan, toman su mochila con útiles y libros del ciclo anterior y se suben a un camión que los traslada hasta las oficinas estatales, donde se ubica la Subsecretaría de Educación, Cultura y Deporte.
A las 9 de la mañana, los pequeños inician clases. Cada día es un maestro diferente, de los cuales, la mayoría son los propios padres de familia.
“Me ayudan a repasar lo que vi el año pasado, hago figuras y aprendo sobre los dinosaurios pero la verdad a mí me gusta más ir a la escuela porque allá tengo un maestro”, dijo Samuel.
“Ya quiero que abran porque siento que es injusto que no tengamos escuela. Todos los niños tenemos derecho a estudiar y allá en la escuela me gusta más”, agregó.
Aunque carecen de un timbre que les indique la hora del recreo, a las 10:30 de la mañana, los nueve estudiantes de primero a sexto de primaria toman un descanso. Además, como no tienen patios donde puedan jugar, los infantes deben permanecer en las oficinas desayunando y coloreando.
Una hora después, los niños retoman las clases y a las 12:30 regresan a sus hogares en otro camión.
“Cuando estaba en la escuela jugaba a la pelota en el recreo pero ahora no puedo hacerlo, aparte aquí no hay puestos para comprar dulces, no tenemos nada”, dijo Saúl, quien cursaría el sexto grado si estuviera inscrito en la escuela.
Los habitantes de la colonia Lomas de Poleo mantienen una lucha por los terrenos. Datos periodísticos indican que al parecer los dueños de las tierras colocaron mallas alrededor del terreno donde se ubica la escuela Alfredo Nava, y contrataron guardias privados que en ocasiones no dejan ingresar a los niños al plantel.
Por tal motivo, las autoridades educativas construyeron una primaria afuera del terreno en conflicto, sin embargo, las familias que ahora protestan se niegan a abandonar su propiedad y la escuela en la que ya estaban registrados sus hijos.
Además, les han dado la opción de inscribir a los pequeños en una escuela fundada por la familia con la que existe conflicto por las tierras.
“No queremos que nuestros hijos estudien en esa escuela porque no tenemos confianza, la gente que trabaja para esa familia nos ha agredido y no tenemos la seguridad de que tratarán bien a nuestros niños”, señaló José Antonio Espino, padre de familia.
Dijo que a pesar de todo, están abiertos al diálogo, siempre y cuando nadie los ofenda ni los agreda.
Al respecto, Javier González Mocken, subsecretario de Educación, Cultura y Deporte, dijo que se ha brindado tres alternativas a los padres, es decir, éstos pueden inscribir a sus hijos en cualquiera de los tres planteles ubicados en la misma colonia.
“Existen tres escuelas pero no quieren inscribirlos porque lo que ellos buscan es abrir la escuela con seis o nueve alumnos para seguir con el predio y nosotros no podemos entrar en ese pleito porque no es parte de nosotros, ni es interés de nosotros involucrarnos”, señaló el funcionario.
Dijo además que la Subsecretaría no puede destinar un maestro para los niños debido a que solamente son nueve alumnos.
El funcionario indicó que la dependencia está viendo la posibilidad de que el DIF intervenga en el problema, ya que los niños tienen derecho a la educación y no pueden permanecer sin clases.
Por su parte, los padres de los estudiantes de Lomas de Poleo indicaron que a pesar de las amenazas por parte de la Comisión de Derechos Humanos y del DIF, los niños seguirán tomando clases en las oficinas estatales.
“Se supone que Derechos Humanos está para cuidar nuestros derechos y ¿quién está afectando los derechos de nuestros hijos, nosotros o la autoridad que no quiere abrir la escuela? La escuela está ahí, nosotros sólo pedimos un maestro”, indicó Espino.
El motivo es que la escuela primaria Alfredo Nava, ubicada en Lomas de Poleo, fue cerrada por tener inscritos solamente a nueve alumnos y un solo maestro. Además, los habitantes de la colonia mantienen una lucha por los terrenos donde se ubica el plantel.
Samuel y ocho niños más se levantan a las 7 de la mañana, se arreglan, toman su mochila con útiles y libros del ciclo anterior y se suben a un camión que los traslada hasta las oficinas estatales, donde se ubica la Subsecretaría de Educación, Cultura y Deporte.
A las 9 de la mañana, los pequeños inician clases. Cada día es un maestro diferente, de los cuales, la mayoría son los propios padres de familia.
“Me ayudan a repasar lo que vi el año pasado, hago figuras y aprendo sobre los dinosaurios pero la verdad a mí me gusta más ir a la escuela porque allá tengo un maestro”, dijo Samuel.
“Ya quiero que abran porque siento que es injusto que no tengamos escuela. Todos los niños tenemos derecho a estudiar y allá en la escuela me gusta más”, agregó.
Aunque carecen de un timbre que les indique la hora del recreo, a las 10:30 de la mañana, los nueve estudiantes de primero a sexto de primaria toman un descanso. Además, como no tienen patios donde puedan jugar, los infantes deben permanecer en las oficinas desayunando y coloreando.
Una hora después, los niños retoman las clases y a las 12:30 regresan a sus hogares en otro camión.
“Cuando estaba en la escuela jugaba a la pelota en el recreo pero ahora no puedo hacerlo, aparte aquí no hay puestos para comprar dulces, no tenemos nada”, dijo Saúl, quien cursaría el sexto grado si estuviera inscrito en la escuela.
Los habitantes de la colonia Lomas de Poleo mantienen una lucha por los terrenos. Datos periodísticos indican que al parecer los dueños de las tierras colocaron mallas alrededor del terreno donde se ubica la escuela Alfredo Nava, y contrataron guardias privados que en ocasiones no dejan ingresar a los niños al plantel.
Por tal motivo, las autoridades educativas construyeron una primaria afuera del terreno en conflicto, sin embargo, las familias que ahora protestan se niegan a abandonar su propiedad y la escuela en la que ya estaban registrados sus hijos.
Además, les han dado la opción de inscribir a los pequeños en una escuela fundada por la familia con la que existe conflicto por las tierras.
“No queremos que nuestros hijos estudien en esa escuela porque no tenemos confianza, la gente que trabaja para esa familia nos ha agredido y no tenemos la seguridad de que tratarán bien a nuestros niños”, señaló José Antonio Espino, padre de familia.
Dijo que a pesar de todo, están abiertos al diálogo, siempre y cuando nadie los ofenda ni los agreda.
Al respecto, Javier González Mocken, subsecretario de Educación, Cultura y Deporte, dijo que se ha brindado tres alternativas a los padres, es decir, éstos pueden inscribir a sus hijos en cualquiera de los tres planteles ubicados en la misma colonia.
“Existen tres escuelas pero no quieren inscribirlos porque lo que ellos buscan es abrir la escuela con seis o nueve alumnos para seguir con el predio y nosotros no podemos entrar en ese pleito porque no es parte de nosotros, ni es interés de nosotros involucrarnos”, señaló el funcionario.
Dijo además que la Subsecretaría no puede destinar un maestro para los niños debido a que solamente son nueve alumnos.
El funcionario indicó que la dependencia está viendo la posibilidad de que el DIF intervenga en el problema, ya que los niños tienen derecho a la educación y no pueden permanecer sin clases.
Por su parte, los padres de los estudiantes de Lomas de Poleo indicaron que a pesar de las amenazas por parte de la Comisión de Derechos Humanos y del DIF, los niños seguirán tomando clases en las oficinas estatales.
“Se supone que Derechos Humanos está para cuidar nuestros derechos y ¿quién está afectando los derechos de nuestros hijos, nosotros o la autoridad que no quiere abrir la escuela? La escuela está ahí, nosotros sólo pedimos un maestro”, indicó Espino.
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