lunes, 17 de octubre de 2011

Consiguió con la pierna rota salvar a sus hijos de morir


EL HERALDO DE CHIHUAHUA

Chihuahua, Chihuahua.- "Caímos 300 metros al barranco, luego de tocar fondo fui el único que quedó dentro del coche, toda mi familia había salido disparada por las ventanas, tenía mi pierna quebrada y con esfuerzos logré encontrar a mis 3 hijos, los recosté en diferentes partes, pero a mi esposa no la encontraba, estaba desesperado", señaló Gabriel Hernández, padre de Gabrielito Hernández Jurado, al narrar el momento del accidente.

Aún con cicatrices en prácticamente todo el cuerpo y la pierna izquierda enyesada, señaló que el barranco se dividía en una especie de escalones, en donde la primera parte era una caída de unos 70 metros, zona en la que salió proyectada del vehículo su esposa Grissel, quien aunque sufrió lesiones, fue la menos afectada, gracias a que salió rápidamente del vehículo.

Los otros 4 integrantes de la familia corrieron con menos suerte, ya que la segunda parte era un desfiladero de por los menos 150 metros, en el que los tripulantes sufrieron la mayor parte de las lesiones, pues chocaron contra rocas y partes sólidas

"En la tercera parte era un barranco más pequeño, allí quedó la camioneta destrozada y al voltear a mi alrededor no estaba ya nadie dentro, como pude me salí y lo que hice fue buscar a mis hijos, los fui encontrando uno a uno, primero encontré a Gabrielito, luego a Liliana y después a Cristian, todos estaban inconscientes", narró.

Destacó que abajo del barranco el clima estaba muy frío y húmedo, por lo que procuró dejarlos sobre arbustos que los protegieran.

Continuó buscando a su esposa y no logró encontrarla, comenzó a gritar pero ella había quedado inconsciente en la primera parte del barranco, por lo que intentó subir a la carretera, pero su pierna le impidió llegar más allá de la mitad.

Los testigos del accidente comenzaron a gritar desde la carretera para ver si había sobrevivientes, la primera en reaccionar fue Grissel, quien comenzó a pedir ayuda.

Los cuerpos de rescate de El Salto tardaron varias horas en llegar, por la dificultad que presentaba la carretera mojada; las acciones de rescate comenzaron inmediatamente después.

"El Bronco, así le apodan al rescatista de la Cruz Roja que nos sacó del barranco, primero sacó a mi esposa, luego nos comenzaron a subir a los demás, pero cuando ya me llevaban en una ambulancia me di cuenta de que decían que sólo eran dos niños y mi esposa a los que estaban trasladando al hospital, comencé a pensar lo peor, que alguno de los niños había fallecido", lamentó.

Desesperado comenzó a explicar al guiador de la ambulancia que eran 3 los niños que se habían accidentado y no 2, por lo que se comenzó a realizar una nueva búsqueda.

La situación era que el estado de salud de Gabrielito era muy grave, por lo que era necesario bajar una camilla especial, utilizando dos cuerdas de 200 metros cada una y la maniobra era por demás riesgosa.

"El Bronco fue quien encabezó la maniobra, estaba hasta el fondo del barranco acomodando a Gabriel, para poder subirlo hasta la carretera, por eso todos creímos que no lo habían encontrado".

La experiencia y valentía del rescatista logró que 8 horas después el niño estuviera a bordo de una ambulancia y rumbo al hospital de El Salto.

"Ya cuando estábamos todos en el hospital comenzamos a pedir que llevaran a Gabriel a una clínica privada para que recibiera la mejor atención médica posible, sin embargo nos explicaron que el Hospital General de Durango era la mejor opción por los aparatos y los médicos de que disponía".

Iniciaron los periodos de hospitalización, por lo que Grissel y Cristian salieron a los 3 y 4 días de hospitalización, poco después salió Lily, quien a pesar de que presentaba fractura de cráneo, no le causó mayores daños.

A los dos Gabrieles los sometieron a operación a ambos de la pierna izquierda, lo que generó que permanecieron más días.

"En este lapso fuimos ayudados por muchísimas personas, varios amigos de Chihuahua fueron y nos visitaron, todos nos llevaban comida para mis hermanos y para mi madre, nos apoyaron en todo lo posible y eso lo guardo en el corazón, les estoy infinitamente agradecido", externó.

Luego de una semana, Gabriel padre fue dado de alta y fue cuando se dieron a la tarea de buscar el transporte aéreo para trasladar a Gabrielito a la ciudad de Chihuahua.

Cabe señalar que debido al tiempo que duró Gabriel abajo del barranco, al momento de llegar al hospital presentaba también hipotermia y pulmonía, con las que tuvieron que lidiar también los médicos duranguenses.

A 17 días del accidente, el menor sigue progresando en la recuperación de su salud y se espera que en dos semanas pueda recobrar el conocimiento, pues permanece inconsciente.

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