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Se llevó a cabo una más de las audiencias que comenzaron desde mayo de este año, para dar seguimiento a la lucha de la Asamblea general ejidal de Baqueachi, en el municipio de Carichí, por la posesión de más de 300 hectáreas que se tratan de privatizar sin que se haya dado permiso para ello.
Al final del desahogo de las pruebas confesionales de los testigos de ambas partes interesadas, se decidió que se realizará una inspección en las tierras que se disputan las familias rarámuris y el señor Jesús Sandoval Espino.
El próximo 11 de noviembre, personal del Tribunal Unitario Agrario Número 5, ubicado aquí en la ciudad de Chihuahua, viajará al municipio de Carichí para revisar los ejidos y las características de éstas, para verificar que efectivamente, coincidan con las declaraciones de los testigos de las partes interesadas.
Esto, luego de que las familias rarámuris de la región hayan hablado sobre la injusticia y la arbitrariedad con la que Jesús Sandoval Espino ha utilizado para su provecho una gran cantidad de tierras para cultivo y paseo de ganado, así como construcción de vivienda, levantamiento de cercos y venta de estas tierras, que por décadas han sido declaradas propiedad común de 113 ejidatarios acreditados por la Asamblea de limitación de tierras, efectuada por la Asamblea general de ejidatarios.
Todos los testigos manifestaron que el demandante, quien pide ser reconocido como ejidatario y dueño de más de 300 hectáreas de tierra, no recibió nunca permiso alguno para vender, construir, cercar o sacar provecho de estas tierras, por lo que exigen sus derechos desde hace más de 5 meses.
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