Chihuahua, Chihuahua.- Ante la severa sequía en el norte del país, sin precedente desde 1958, la Comisión Nacional del Agua recomendó a los productores pecuarios de Chihuahua y de otros estados del norte, el traslado de ganado a zonas de agostaderos, así como el sacrificio de reses para congelar y almacenar la carne.
Para los agricultores, la recomendación fue que la siembra no exceda la capacidad del agua disponible para su riego.
Ayer la Comisión Nacional del Agua informó que México no presentaba una sequía similar desde hace más de 50 años, ya que el último registro de precipitaciones atípicas data del 1958 y actualmente este fenómeno climático se extendió a más de la mitad del territorio nacional.
Dentro de los estados más afectados se encuentra encabezando la lista nuestra entidad, seguido de Coahuila, Sonora y Nuevo León; sin embargo los efectos de la sequía también alcanzaron este año a entidades como San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Estado de México, Veracruz, Yucatán, Puebla, Tlaxcala y el Distrito Federal. El 54 por ciento del territorio tiene algún grado de sequía al estar por debajo de la medida histórica de lluvias que pasó de 643.5 a 584.6 milímetros de lluvia.
En Chihuahua la falta de lluvias ha provocado la muerte de por lo menos cien mil reses, un aproximado al seis por ciento del total del hato ganadero que es de un millón 600 mil cabezas. Normalmente, informó la Dirección de Fomento Agropecuario de la Secretaría de Desarrollo Rural, anualmente se muere el 2 por ciento de los animales, pero por la sequía el número se elevó hasta seis por ciento, para poder librar la crisis en la región. El Gobierno del Estado informó que solicitará a la Federación 350 millones de pesos para librar el año.
El campo no fue la excepción porque debido al retraso de las lluvias, este año no se sembró maíz ni frijol en los campos de temporal, provocando sobre todo severa crisis en la zona serrana, donde sus habitantes siembran este grano para el autoconsumo y el intercambio por otros productos. Se estima que 500 mil hectáreas no fueron sembradas este año.
La recomendación de la Sagarpa de sacrificar 500 mil cabezas de ganado de todo el estado para comercializar localmente su carne y evitar la pérdida al morir por falta de alimento en los corrales, ayer fue secundada por el director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo.
Fue durante el marco de los "Diálogos del Cambio Climático", donde el funcionario federal explicó que ante tal situación, se han tomado acciones como la reducción de la demanda del agua, un cambio en el patrón de cultivos y la engorda de ganado en agostadero para acelerar su matanza.
En el foro "La Gestión de la Vulnerabilidad ante las Sequías", que forma parte de las actividades de los Diálogos por el Agua y el Cambio Climático, se formuló la necesidad de crear un fondo financiero por parte de los organismos operadores y los concesionarios, así como la determinación de los volúmenes de reserva para enfrentar la contingencia ambiental y evitar, en lo posible, una crisis de disponibilidad de agua.
Además, delinear las bases que servirán en la formulación de las estrategias interinstitucionales para enfrentar la sequía, como la reducción de la demanda de agua y la mejora en el abastecimiento a los grandes usuarios de manera emergente, así como la colaboración interinstitucional y social para lograr un ordenamiento territorial con pleno respeto a las áreas de recarga de acuíferos y acorde a la disponibilidad de agua en cada región; e incrementar la eficiencia de todos los usuarios y consumidores en el uso del agua.
Para los agricultores, la recomendación fue que la siembra no exceda la capacidad del agua disponible para su riego.
Ayer la Comisión Nacional del Agua informó que México no presentaba una sequía similar desde hace más de 50 años, ya que el último registro de precipitaciones atípicas data del 1958 y actualmente este fenómeno climático se extendió a más de la mitad del territorio nacional.
Dentro de los estados más afectados se encuentra encabezando la lista nuestra entidad, seguido de Coahuila, Sonora y Nuevo León; sin embargo los efectos de la sequía también alcanzaron este año a entidades como San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Estado de México, Veracruz, Yucatán, Puebla, Tlaxcala y el Distrito Federal. El 54 por ciento del territorio tiene algún grado de sequía al estar por debajo de la medida histórica de lluvias que pasó de 643.5 a 584.6 milímetros de lluvia.
En Chihuahua la falta de lluvias ha provocado la muerte de por lo menos cien mil reses, un aproximado al seis por ciento del total del hato ganadero que es de un millón 600 mil cabezas. Normalmente, informó la Dirección de Fomento Agropecuario de la Secretaría de Desarrollo Rural, anualmente se muere el 2 por ciento de los animales, pero por la sequía el número se elevó hasta seis por ciento, para poder librar la crisis en la región. El Gobierno del Estado informó que solicitará a la Federación 350 millones de pesos para librar el año.
El campo no fue la excepción porque debido al retraso de las lluvias, este año no se sembró maíz ni frijol en los campos de temporal, provocando sobre todo severa crisis en la zona serrana, donde sus habitantes siembran este grano para el autoconsumo y el intercambio por otros productos. Se estima que 500 mil hectáreas no fueron sembradas este año.
La recomendación de la Sagarpa de sacrificar 500 mil cabezas de ganado de todo el estado para comercializar localmente su carne y evitar la pérdida al morir por falta de alimento en los corrales, ayer fue secundada por el director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo.
Fue durante el marco de los "Diálogos del Cambio Climático", donde el funcionario federal explicó que ante tal situación, se han tomado acciones como la reducción de la demanda del agua, un cambio en el patrón de cultivos y la engorda de ganado en agostadero para acelerar su matanza.
En el foro "La Gestión de la Vulnerabilidad ante las Sequías", que forma parte de las actividades de los Diálogos por el Agua y el Cambio Climático, se formuló la necesidad de crear un fondo financiero por parte de los organismos operadores y los concesionarios, así como la determinación de los volúmenes de reserva para enfrentar la contingencia ambiental y evitar, en lo posible, una crisis de disponibilidad de agua.
Además, delinear las bases que servirán en la formulación de las estrategias interinstitucionales para enfrentar la sequía, como la reducción de la demanda de agua y la mejora en el abastecimiento a los grandes usuarios de manera emergente, así como la colaboración interinstitucional y social para lograr un ordenamiento territorial con pleno respeto a las áreas de recarga de acuíferos y acorde a la disponibilidad de agua en cada región; e incrementar la eficiencia de todos los usuarios y consumidores en el uso del agua.
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