lunes, 10 de octubre de 2011

Inseguridad puede golpear el crecimiento económico y los empleos, alerta el CEESP

EL PUEBLO


Ciudad de México.- La inseguridad podría tener un efecto negativo sobre el ritmo de crecimiento de la economía y propiciar que cada año sean desviados de actividades productivas recursos para tratar de prevenir y combatir estos problemas, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Señala que este fenómeno no sólo afecta el patrimonio de las personas, sino que su incidencia tiene un alcance que va más allá y pone en riesgo otros aspectos, como la vida, la libertad y la salud de los individuos.

Refiere que de acuerdo con la más reciente encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, uno de los principales factores que en los próximos meses podrían afectar el ritmo de crecimiento económico son los problemas de inseguridad pública.

En su reporte semanal, expone que no sólo para los especialistas la inseguridad es un problema, sino que la percepción de los hogares también refleja una seria preocupación frente a la posibilidad de verse afectados por algún evento delictivo.

Considera que mucho se ha discutido sobre este tema en el que prevalecen opiniones encontradas en cuanto a sus costos e incidencia sobre el dinamismo de la actividad económica y el bienestar de la población, pero las cifras reflejan una situación difícil.

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2011, publicada recientemente por el INEGI, estima que durante 2010 se cometieron 22.7 millones de delitos, en donde las víctimas sumaron 17.8 millones de personas, lo que significó una tasa de 1.3 delitos por víctima.

De acuerdo con el organismo de investigación del sector privado, ello significa que 24 por ciento de la población de 18 años y más fue víctima de algún delito.

Así, la tasa de prevalencia delictiva (el número de víctimas por cada 100 mil habitantes) fue de 23 mil 956 a nivel nacional, cifra que en la ENVIPE se compara con la de Canadá, donde el porcentaje de víctimas de algún delito durante 2009 fue de 26 mil 800 para una población de 15 años y más, mientras que Inglaterra y Gales fue de 21 mil 500 en la población mayor de 16 años.

Señala que esta comparación tiene el defecto de los rangos de edad, de tal forma que si en México se considerara la población de 15 años y más, la base de cálculo aumentaría en más de seis millones de personas, por lo que la tasa de prevalencia podría ser igual o mayor a la de estos países.

Para el CEESP, un aspecto relevante es el relacionado con la denuncia del delito, pues en este campo los resultados son desalentadores, ya que del total de eventos delictivos (22.7 millones) solo 2.8 millones (12.3 por ciento) fueron denunciados.

Otro elemento importante en el tema es el costo que representa, que de acuerdo con la ENVIPE en 2010 ascendió a 210.8 mil millones de pesos, lo que significó 1.53 por ciento del Producto Interno Bruto.

El organismo expone que si bien esta cifra pareciera moderada, la percepción cambia cuando se tiene que equivale al ingreso anual de poco más de 3.3 millones de personas que ganan en promedio tres salarios mínimos.

Lo anterior puede contribuir a que la población modifique sus hábitos de consumo, afectando la actividad productiva y, por ende, la creación de empleos, advierte.

En este entorno, subraya, la mejora del Estado de derecho es importante, pues estimularía la confianza de la población a denunciar los delitos sabiendo que tendrán una resolución favorable lo que, de manera natural, podría tener un efecto positivo en contra de la delincuencia.

La tarea para mejorar la legalidad y al mismo tiempo combatir la delincuencia y la corrupción, que generalmente operan juntas, es fundamental para aumentar la confianza tanto de la población como de quienes tienen pensado invertir en el país, añade el organismo.

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