Se disparan en la entidad desapariciones de adolescentes

DIARIO.COM.MX

Chihuahua— El extravío o desaparición de mujeres es un problema que ha golpeado al estado de Chihuahua de manera constante y dolorosa desde hace más de una década. Cientos de familias viven, durante meses y en ocasiones años, en la zozobra de no saber dónde se encuentra su hija, hermana, prima o amiga.

Algunas madres han decidido emprender por su cuenta la búsqueda de la hija que desapareció sin dejar rastro; otras han optado por esperar a que las autoridades den resultados. En ambos casos, la espera ha sido infructuosa.

Las circunstancias de todas ellas son distintas, pero el común denominador, a veces, es vivir en Chihuahua, ser joven y ser mujer.

Según datos de la Fiscalía General del Estado, desde 1993 a octubre del 2011, en la Zona Centro con sede en la capital de Chihuahua, están vigentes en investigación 35 expedientes que implican a 36 personas del sexo femenino reportadas como ausentes o extraviadas. De ese total, un caso es de 1994, tres de 1998, uno del 2000, dos del 2001, dos del 2005, dos del 2006, tres del 2008, cinco del 2010 y 17 del 2011.

Estas cifras, muestran una tendencia a la alza, triplicándose en el último año, y lo más preocupante aún, es que de los 17 casos registrados este año, nueve son de mujeres de 18 años o menos.

Por su parte, la Fiscalía Zona Norte con sede en Ciudad Juárez, reporta que desde 1995 al 5 de octubre del 2011, están vigentes 145 casos que implican a 146 personas. De ese total, tres corresponden a 1995, tres a 1996, uno a 1997, dos a 1998, dos a 1999 y dos al 2000. Del 2001 al 2007 las cifras oscilan entre uno y tres por año mientras que a partir del 2008, se registra un repunte con 16 casos manteniendo una tendencia alcista durante el 2009 con 20 casos, 27 en el 2010 y 57 en el 2011. De los 57 casos en el último año 36 son menores de 18 años.

La Zona Occidente con sede en Cuauhtémoc, tiene 31 expedientes vigentes del 2004 a la fecha, siendo el 2011 el año con el mayor número de casos registrados con un total de 12.

Las cifras oficiales son frías y hablar de “persona desaparecida o extraviada” puede ser sólo un texto más sobre un expediente archivado en algún sitio, sin embargo, para quienes esperan en casa las cosas son distintas.

“Todos los días se vive con incertidumbre, se espera el regreso, la buena noticia y en ocasiones, hasta la mala puede significar un descanso, porque a veces, es preferible tener la conciencia de la muerte a no saber qué ha sido de ellas”, dice Martha, quien a pesar de los años que han pasado, aún no puede hablar abiertamente del dolor que la ausencia de su hija le ha dejado.

“Es difícil y no puedo aceptarlo”, señala y la voz se le quiebra.