EL HERALDO
BACUSEACHI, Carichí.- Los tarahumaras que residen en la comunidad de Bacuseachi, en el ejido de Wawacherare, municipio de Carichí, recibieron alimentos gracias a
l apoyo de los chihuahuenses que atendieron el llamado de los medios de comunicación para unirse a la cruzada de donación de alimentos en el marco de la campaña "Nak'uropo, Alimentando Esperanza".
Los rarámuris beneficiados aceptaron las despensas, pero a cambio ofrecieron dos días de trabajo comunitario en beneficio de los habitantes de la ranchería; algunos de los trabajos que realizarán serán la fabricación de adobes para construir una escuela para sus hijos y trabajos de conservación de suelo.
Durante algunos días varios medios de comunicación, como Televisa y El Heraldo de Chihuahua, invitaron a su público a ayudar a nuestros hermanos rarámuris, quienes tras la intensa sequía no cuentan con alimentos.
Generosamente la ciudadanía atendió el llamado y se lograron recolectar más de 11 toneladas de alimentos con los cuales se conformaron despensas, las cuales se repartieron en comunidades rarámuris que se encuentran dispersas en el municipio de Carichí.
La Fundación del Empresariado Chihuahuense, en coordinación con Televisa y El Heraldo de Chihuahua, acudieron a entregar los alimentos en la comunidad de Bacuseachi, a 120 kilómetros de la cabecera municipal, entre intrincados caminos que en ocasiones son imposibles de transitar, por lo que la gente se queda incomunicada.
El director de Fechac, Adrián Aguirre, el sacerdote redentorista de Carichí, Ignacio Becerra Trigeros y los Siriames de la comunidad fueron los encargados de entregar las despensas a los tarahumaras, que reunidos en torno al templo de Bacusechi, que significa jarillas grandes huecas (carrizo), esperaban los apoyos alimentarios que les ayudarán a paliar el hambre que los agobia.
Desde hace tiempo, además de la miseria que los abruma, también tienen que enfrentar litigios para pelear por sus tierras que han sido invadidas por ganaderos mestizos.
Cerca de 320 personas radican en las comunidades cercanas a Bacuseachi. Ellas no cuentan con los servicios más básicos. No hay luz, ni agua limpia. El único acceso que tienen al agua es a través de una manguera que conectaron a un manantial que se ubica a un kilómetro. En ocasiones el agua no les llega, porque con la presión de ésta se desconecta.
Las enfermedades de la piel son comunes, sobre todo en los menores de edad, quienes en el área de la cara presentan varias escoriaciones e infecciones. La medicina tradicional es la que utilizan, no conocen la medicina de patente, pues además de que está lejos, no tienen los recursos para adquirirlas.
El Siriame Ernesto Julián Madero agradeció el apoyo alimentario, sin embargo dijo que todos los pobladores que recibieron la despensa trabajarán dos días en las necesidades de la comunidad. La Fundación del Empresariado Chihuahuense les dará 40 mil pesos para la construcción de un aula para la escuela.
Una tonelada de maíz y 220 kilos de frijol serían suficientes para que una familia rarámuri pueda cubrir sus necesidades básicas, que no sólo son de alimentación, sino para darles de comer a las chivas.
Esta economía de autosuficiencia no levanta una tonelada al año, pero sí una base que les ayuda a solventar algunas de sus necesidades, pero este año esa economía ha sido severamente impactada debido a que no levantaron nada, informó el sacerdote redentorista de Carichí, Ignacio Becerra Trigeros.
Los rarámuris agradecieron al público que cooperó para que ellos tuvieran una comida digna, al menos por algunas semanas.
Algunos de ellos ya empiezan a barbechar la tierra con la esperanza de que llueva y poder sembrar.
A nuestros lectores, muchas gracias por ayudar. En las instalaciones de El Heraldo de Chihuahua seguimos recibiendo su ayuda.
Los rarámuris beneficiados aceptaron las despensas, pero a cambio ofrecieron dos días de trabajo comunitario en beneficio de los habitantes de la ranchería; algunos de los trabajos que realizarán serán la fabricación de adobes para construir una escuela para sus hijos y trabajos de conservación de suelo.
Durante algunos días varios medios de comunicación, como Televisa y El Heraldo de Chihuahua, invitaron a su público a ayudar a nuestros hermanos rarámuris, quienes tras la intensa sequía no cuentan con alimentos.
Generosamente la ciudadanía atendió el llamado y se lograron recolectar más de 11 toneladas de alimentos con los cuales se conformaron despensas, las cuales se repartieron en comunidades rarámuris que se encuentran dispersas en el municipio de Carichí.
La Fundación del Empresariado Chihuahuense, en coordinación con Televisa y El Heraldo de Chihuahua, acudieron a entregar los alimentos en la comunidad de Bacuseachi, a 120 kilómetros de la cabecera municipal, entre intrincados caminos que en ocasiones son imposibles de transitar, por lo que la gente se queda incomunicada.
El director de Fechac, Adrián Aguirre, el sacerdote redentorista de Carichí, Ignacio Becerra Trigeros y los Siriames de la comunidad fueron los encargados de entregar las despensas a los tarahumaras, que reunidos en torno al templo de Bacusechi, que significa jarillas grandes huecas (carrizo), esperaban los apoyos alimentarios que les ayudarán a paliar el hambre que los agobia.
Desde hace tiempo, además de la miseria que los abruma, también tienen que enfrentar litigios para pelear por sus tierras que han sido invadidas por ganaderos mestizos.
Cerca de 320 personas radican en las comunidades cercanas a Bacuseachi. Ellas no cuentan con los servicios más básicos. No hay luz, ni agua limpia. El único acceso que tienen al agua es a través de una manguera que conectaron a un manantial que se ubica a un kilómetro. En ocasiones el agua no les llega, porque con la presión de ésta se desconecta.
Las enfermedades de la piel son comunes, sobre todo en los menores de edad, quienes en el área de la cara presentan varias escoriaciones e infecciones. La medicina tradicional es la que utilizan, no conocen la medicina de patente, pues además de que está lejos, no tienen los recursos para adquirirlas.
El Siriame Ernesto Julián Madero agradeció el apoyo alimentario, sin embargo dijo que todos los pobladores que recibieron la despensa trabajarán dos días en las necesidades de la comunidad. La Fundación del Empresariado Chihuahuense les dará 40 mil pesos para la construcción de un aula para la escuela.
Una tonelada de maíz y 220 kilos de frijol serían suficientes para que una familia rarámuri pueda cubrir sus necesidades básicas, que no sólo son de alimentación, sino para darles de comer a las chivas.
Esta economía de autosuficiencia no levanta una tonelada al año, pero sí una base que les ayuda a solventar algunas de sus necesidades, pero este año esa economía ha sido severamente impactada debido a que no levantaron nada, informó el sacerdote redentorista de Carichí, Ignacio Becerra Trigeros.
Los rarámuris agradecieron al público que cooperó para que ellos tuvieran una comida digna, al menos por algunas semanas.
Algunos de ellos ya empiezan a barbechar la tierra con la esperanza de que llueva y poder sembrar.
A nuestros lectores, muchas gracias por ayudar. En las instalaciones de El Heraldo de Chihuahua seguimos recibiendo su ayuda.
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