EL DIARIO
Ciudad Juárez.- El número de estudiantes de secundaria asegurados por ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública, en fiestas rave, en viviendas y hasta en los propios planteles educativos, casi se triplicó en 2011 en comparación con el año antepasado.
Las bebidas embriagantes de mayor consumo entre los jóvenes de 11 a 17 años fue la cerveza por su fácil adquisición, seguida de las llamadas “aguas locas”; además, el cigarrillo fue la droga de inicio de preferencia entre los adolescentes retenidos, dio a conocer Aidé Arellanes, jefa del Departamento de Trabajo Social de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Para la funcionaria los focos rojos están encendidos y consideró urgente actuar en una suma de esfuerzos entre las diversas instituciones a fin de proteger a los estudiantes del problema de salud que representa el alcoholismo.
Expuso que en 2010 el principal problema al que se enfrentó la SSPM fue el uso de sustancias tóxicas por parte de adolescentes que no estudiaban, no trabajaban y formaban parte de alguna pandilla.
Ellos eran sorprendidos vagando, en esquinas o parques.
Para 2011 la situación dio un giro de 360 grados. En las intervenciones policiacas predominaron los estudiantes infractores que tenían como característica común la falta de atención de la madre o ambos padres “por trabajar”, dijo la trabajadora social.
Las cifras son alarmantes, advirtió.
En 2010 fueron asegurados 332 jóvenes, de los que casi un 90 por ciento eran adictos a diversos tipos de droga, no estudiaban ni trabajaban.
"Para el 2011 aumentó a 860 menores. Lo más grave es que se trata de estudiantes de secundarias sorprendidos por ingerir bebidas alcohólicas, incluso dentro de su propia escuela", alertó.
Dijo que muchos de ellos no tenían una idea clara de cómo se vieron involucrados en ese tipo de situaciones.
"Los invitan a salir de clases algunos amigos, se van a sitios donde hay mayores de edad presentes que pueden comprar cerveza", abundó.
Dijo que actualmente la SSPM está asegurando entre 50 y 60 menores de edad al mes por este motivo.
Las consiguen fácilmente
Para Aidé Arellanes un motivo de alerta es la facilidad que tienen los adolescentes para conseguir las bebidas alcohólicas y los cigarrillos.
Dijo que los casos más graves que detectaron fue la ingesta de cerveza dentro de escuelas secundarias, entre ellas la Secundaria Técnica 80, ubicada en la calle Palacio de Mitla y Durango, así como en las secundarias 3002 y la 3004.
En estos planteles se procedió a brindar apoyo de la dirección escolar y los menores fueron canalizados a los cursos preventivos Jóvenes con Valor.
"El hecho es grave porque las intervenciones se dan en horario escolar y hasta dentro del mismo plantel educativo, como ocurrió con la secundaria 3002 y 3004. Esos planteles pidieron apoyo para integrar a los alumnos al programa de conducta que consta de 12 sábados y está dirigido a los menores y los padres", planteó.
En estos casos no se dio a conocer qué ocurrió en la escuela y el sistema de vigilancia de las instituciones educativas.
"Lejos de darlos de baja, la dirección pidió un programa de atención a los estudiantes", agregó Arellanes.
La situación en Ciudad Juárez cambió de un año para otro, afirmó la jefa de Trabajo Social de la SSPM. Por ejemplo, los principales infractores viven con ambos padres que trabajan y esto propicia que pasen muchas horas solos en sus casas, o bien bajo el cuidado de un familiar cercano.
Otro factor que incide, planteó, es que la situación de inseguridad por la que atraviesa la ciudad evita que los estudiantes puedan salir con libertad a espacios abiertos y el único momento que tienen disponible es justo en el horario escolar.
"Los jóvenes, por la violencia, permanecen encerrados en sus casas, no tienen a dónde salir, ya no hay espacios públicos seguros para ellos; por eso buscaron otras opciones para divertirse, como la escuela o la propia casa", planteó la trabajadora social.
Dijo que cuando los menores buscaron esas opciones, encontraron personas que los invitaron a ingerir bebidas alcohólicas y la empezaron a consumir porque no tuvieron problemas al hacerlo.
Este tipo de bebida es de fácil adquisición, ya que pueden encontrar negocios abiertos desde temprana hora y en las tiendas de abarrotes la expenden sin mucho rigor, aún tratándose de menores de edad.
En las tiendas de autoservicio algunas veces piden una identificación de mayoría de edad, pero cualquier joven puede buscar un "comprador disponible" mayor de 18 años y así obtener la bebida embriagante, agregó.
Indicó que incluso las fiestas rave, que solían promoverse a través de las redes sociales, han disminuido luego de la intervención realizada por los agentes municipales, hecho que fue muy publicitado en los diversos medios de comunicación.
"Se inhibieron un poco, pero continúan porque en la semana pasada hubo dos intervenciones importantes, en una fueron asegurados 50 menores y en la otra 28 adolescentes.
"A raíz de la intervención donde fueron asegurados los 110 menores disminuyó mucho, pero en estos días empezaron a tener un repunte", abundó.
La trabajadora social hizo un exhorto a la comunidad en general para que se sumen esfuerzos y trabajen de manera coordinada las diversas instituciones de Gobierno, educativas y civiles. "Se habla mucho de la atención al joven, pero aquí vemos que en realidad no se está haciendo nada y debemos de ponernos a trabajar porque la situación es grave", afirmó.
Las bebidas embriagantes de mayor consumo entre los jóvenes de 11 a 17 años fue la cerveza por su fácil adquisición, seguida de las llamadas “aguas locas”; además, el cigarrillo fue la droga de inicio de preferencia entre los adolescentes retenidos, dio a conocer Aidé Arellanes, jefa del Departamento de Trabajo Social de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
Para la funcionaria los focos rojos están encendidos y consideró urgente actuar en una suma de esfuerzos entre las diversas instituciones a fin de proteger a los estudiantes del problema de salud que representa el alcoholismo.
Expuso que en 2010 el principal problema al que se enfrentó la SSPM fue el uso de sustancias tóxicas por parte de adolescentes que no estudiaban, no trabajaban y formaban parte de alguna pandilla.
Ellos eran sorprendidos vagando, en esquinas o parques.
Para 2011 la situación dio un giro de 360 grados. En las intervenciones policiacas predominaron los estudiantes infractores que tenían como característica común la falta de atención de la madre o ambos padres “por trabajar”, dijo la trabajadora social.
Las cifras son alarmantes, advirtió.
En 2010 fueron asegurados 332 jóvenes, de los que casi un 90 por ciento eran adictos a diversos tipos de droga, no estudiaban ni trabajaban.
"Para el 2011 aumentó a 860 menores. Lo más grave es que se trata de estudiantes de secundarias sorprendidos por ingerir bebidas alcohólicas, incluso dentro de su propia escuela", alertó.
Dijo que muchos de ellos no tenían una idea clara de cómo se vieron involucrados en ese tipo de situaciones.
"Los invitan a salir de clases algunos amigos, se van a sitios donde hay mayores de edad presentes que pueden comprar cerveza", abundó.
Dijo que actualmente la SSPM está asegurando entre 50 y 60 menores de edad al mes por este motivo.
Las consiguen fácilmente
Para Aidé Arellanes un motivo de alerta es la facilidad que tienen los adolescentes para conseguir las bebidas alcohólicas y los cigarrillos.
Dijo que los casos más graves que detectaron fue la ingesta de cerveza dentro de escuelas secundarias, entre ellas la Secundaria Técnica 80, ubicada en la calle Palacio de Mitla y Durango, así como en las secundarias 3002 y la 3004.
En estos planteles se procedió a brindar apoyo de la dirección escolar y los menores fueron canalizados a los cursos preventivos Jóvenes con Valor.
"El hecho es grave porque las intervenciones se dan en horario escolar y hasta dentro del mismo plantel educativo, como ocurrió con la secundaria 3002 y 3004. Esos planteles pidieron apoyo para integrar a los alumnos al programa de conducta que consta de 12 sábados y está dirigido a los menores y los padres", planteó.
En estos casos no se dio a conocer qué ocurrió en la escuela y el sistema de vigilancia de las instituciones educativas.
"Lejos de darlos de baja, la dirección pidió un programa de atención a los estudiantes", agregó Arellanes.
La situación en Ciudad Juárez cambió de un año para otro, afirmó la jefa de Trabajo Social de la SSPM. Por ejemplo, los principales infractores viven con ambos padres que trabajan y esto propicia que pasen muchas horas solos en sus casas, o bien bajo el cuidado de un familiar cercano.
Otro factor que incide, planteó, es que la situación de inseguridad por la que atraviesa la ciudad evita que los estudiantes puedan salir con libertad a espacios abiertos y el único momento que tienen disponible es justo en el horario escolar.
"Los jóvenes, por la violencia, permanecen encerrados en sus casas, no tienen a dónde salir, ya no hay espacios públicos seguros para ellos; por eso buscaron otras opciones para divertirse, como la escuela o la propia casa", planteó la trabajadora social.
Dijo que cuando los menores buscaron esas opciones, encontraron personas que los invitaron a ingerir bebidas alcohólicas y la empezaron a consumir porque no tuvieron problemas al hacerlo.
Este tipo de bebida es de fácil adquisición, ya que pueden encontrar negocios abiertos desde temprana hora y en las tiendas de abarrotes la expenden sin mucho rigor, aún tratándose de menores de edad.
En las tiendas de autoservicio algunas veces piden una identificación de mayoría de edad, pero cualquier joven puede buscar un "comprador disponible" mayor de 18 años y así obtener la bebida embriagante, agregó.
Indicó que incluso las fiestas rave, que solían promoverse a través de las redes sociales, han disminuido luego de la intervención realizada por los agentes municipales, hecho que fue muy publicitado en los diversos medios de comunicación.
"Se inhibieron un poco, pero continúan porque en la semana pasada hubo dos intervenciones importantes, en una fueron asegurados 50 menores y en la otra 28 adolescentes.
"A raíz de la intervención donde fueron asegurados los 110 menores disminuyó mucho, pero en estos días empezaron a tener un repunte", abundó.
La trabajadora social hizo un exhorto a la comunidad en general para que se sumen esfuerzos y trabajen de manera coordinada las diversas instituciones de Gobierno, educativas y civiles. "Se habla mucho de la atención al joven, pero aquí vemos que en realidad no se está haciendo nada y debemos de ponernos a trabajar porque la situación es grave", afirmó.
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