Chihuahua, Chihuahua.- Tras considerar que el sistema educativo y político que vivimos actualmente propicia el desarrollo de anti valores al generar a individuos egoístas, el doctor Manuel Ocampo Ponce afirmó que la solución a esta crisis de valores debe venir necesariamente de la sociedad, partiendo de la familia como núcleo de la misma y motivando cambios en los gobiernos.Ocampo Ponce considera que para enfrentar esta pérdida de valores es indispensable "promover todos los hábitos, tanto los intelectuales, los artísticos, técnicos y morales, y el resultado de todo esto es el idealismo auténtico que es la cultura, como una forma de mejorar la convivencia social".
Manuel Ocampo Ponce es un pensador tradicional, doctor en Filosofía por la Universidad Panamericana, vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Filosofía y secretario de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino de México, es autor de los libros El concepto de naturaleza en Santo Tomás de Aquino (1998), Las dimensiones del hombre (2002) y Filosofía de la cultura (2005), y ofreció una entrevista exclusiva para El Heraldo de Chihuahua.
Para el filosófo el problema de la pérdida de valores no es nuevo, pues viene desde el siglo catorce, cuando René Descartes impulsa la forma de pensamiento conocida como racionalismo, basado en el clásico "pienso luego existo", que desde el punto de vista de Ocampo Ponce es una negación de la filosofía y representa la imposibilidad del hombre para conocer la verdad.
Bajo esta forma de pensamiento, de acuerdo al doctor Ocampo, "los valores quedan subordinados a lo que cada uno quiera o a lo que le convenga, propiciando de esta manera que se generen anti valores".
Desde el punto de vista del filósofo clásico, esta forma de pensamiento (racionalismo) alejó a los hombres de la verdad, pues desde el momento en que se rige por sus propios criterios de valores, éstos empiezan a distorsionarse hasta corromperse, porque la sociedad queda con una forma de pensamiento muy débil.Ocampo Ponce añade que "este grave problema tiene una raíz muy profunda, pues tiene su base en el materialismo, el cual busca generar riqueza y mantener el poder", aprovechando un falso criterio de la libertad, pero de una libertad mal entendida que a la vuelta del tiempo crea vicios.
En este apartado, el filósofo expone que como vicios no solamente se debe entender el alcoholismo o las drogas, sino que existen vicios de la voluntad, como son el egoísmo, el egocentrismo, la envidia, que nos vuelven personas inconformes y que finalmente hacen de nuestra sociedad una sociedad aniquilada por esos vicios.
El constructivismo un modelo educativo equivocado.En un crítica formal y directa al sistema educativo mexicano, Manuel Ocampo Ponce advierte que el modelo educativo que se pretende implantar en nuestro país, basado en el constructivismo, está fallando radicalmente, porque no promueve la enseñanza, sino que se limita a que los alumnos construyan su conocimiento con base en discusiones o adquiriendo el conocimiento por observación o por conocimientos previos, para cambiar esto, expone Ocampo, "se debe pasar del idealismo o el constructivismo al realismo, un realismo antropológico, ético y educativo, en síntesis, pasar del idealismo a la objetividad""
Pues lo que busca el realismo -puntualiza- es que la naturaleza humana alcance la mayor perfección posible a través del desarrollo de hábitos buenos y estables para actuar bien".Cabe precisar que de acuerdo a una conceptualización básica el constructivismo es una corriente pedagógica que ve el aprendizaje como un proceso en el cual el estudiante construye activamente nuevas ideas o conceptos basados en conocimientos presentes y pasados, y sobre este particular, el doctor Ocampo expone que esta corriente pedagógica se basa en la filosofía de Kant, quien basa su pensamiento en el subjetivismo, es decir no existe una realidad o una verdad absoluta.
En este sistema, señala el entrevistado, el maestro juega un simple papel de facilitador, y no se promueve la enseñanza, pues cada estudiante podrá entender de acuerdo a su estructura mental lo que se le vaya presentando.De esta manera, expone, no se les enseña a los alumnos a pensar, ni a utilizar las herramientas que aporta el conocimiento.Incluso esta forma de enseñar propicia que el alumno no respete la autoridad del maestro, pues ya no tiene esa figura, ya que ahora sólo se limita a "facilitar" la construcción del conocimiento.
Este tipo de sistema educativo, subraya el entrevistado, limita al maestro y le imposibilita desarrollar la enseñanza. "Es un sistema educativo que va demeritando la capacidad del pensamiento", apuntó Ocampo.Por lo anterior se requiere que se dé un cambio en el sistema educativo mexicano que propicie la enseñanza
La mejor forma de lograr un cambio es con un cambio de pensamiento y modificando radicalmente los programas educativos.Desde la familia se deben motivar los cambios.Considerada como el núcleo social por excelencia, es desde la familia donde se deben propiciar la formación de valores en los hijos, advierte el doctor en filosofía, pues subraya que la educación debe iniciar en la familia y fortalecerse en las escuelas.
Pues aunque acepta que actualmente este binomio está invertido, pues se educa más en las escuelas que en el seno familiar, puntualiza que las cosas están aun peor, pues la educación de los niños no está ni en la escuela ni en las familias, sino en las nuevas tecnologías además de que algunos medios de comunicación, particularmente la televisión y el internet, en donde se promueve algunos programas que atentan severamente contra la moral y difunden directamente anti valores.
Sobre el internet, opina que se está construyendo una sociedad que vive en la ficción, pues es un medio por el cual circula información que no es la verdad y construye un mundo que no existe; "vivimos en un mundo ficticio", acota el entrevistado.Este tipo de programación, afirma Ocampo Ponce, sólo promueve la búsqueda de la satisfacción y el bien personal, dejando de lado lo esencial en toda comunidad, que es el bien común, "entendido por este aquello que es bueno para todos los individuos del colectivo y no para unos cuantos".
El doctor Manuel Ocampo establece que si la sociedad está corrompida entonces los gobiernos también estarán corrompidos, pues es la sociedad la que pone a los gobiernos, es por eso, reitera, que el cambio debe venir desde la sociedad y particularmente desde la familia.
De esta forma, en la medida en que la sociedad cambie, estará en posibilidades de presionar para que los gobiernos cambien, y cambien también los programas educativos, pues esta es la única forma de recobrar los valores tradicionales, y aquí hace un paréntesis al señalar que los valores no solamente se reducen a los valores éticos o morales, sino que también existen los valores ambientales, los valores de la salud e incluso la riqueza y el dinero también es un valor, pero estos últimos deben estar siempre en su exacta dimensión.
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