Nuevo Casas Grandes— Bajo un ambiente colmado de seguridad, los más de 1,000 asistentes al quinto informe de gobierno, se quedaron con las ganas de ver al mandatario José Reyes Baeza Terrazas, quien alegando cuestiones del clima lluvioso que prevaleció ayer, decidió no aterrizar y suspender su visita al recinto oficial.
Desde una hora antes de las 12:00 del mediodía que era el horario programado para la aparición del Gobernador del estado, la gente comenzó a llegar al salón Cassandra debiendo por vez primera, que estacionarse a una cuadra del lugar, ya que el aparato de seguridad conformado por Cipoles, federales y elementos del Ejército Mexicano, literalmente tenían sitiada el área con lugares asignados a reservaciones muy especiales.
Obedeciendo a una previa instrucción, las edecanes no se limitaron a sonreír a la gente a modo de bienvenida, sino que los estuvieron conduciendo y acomodando personalmente en los lugares dispuestos para cada persona ya sea por el municipio de su procedencia o por la dependencia de gobierno que trabajan, en lo que fue una orquesta de disciplina.
Sin embargo pasó el tiempo y el Gobernador nunca llegó.
Fue media hora después del programa cuando el maestro de ceremonias comenzó a dirigirse al púbico, primero agradeciendo la comprensión y la asistencia de los presentes, luego, el siguiente mensaje fue alertando las condiciones de seguridad que había en el clima y por las que la aeronave que traía al Gobernador no podía aterrizar.
Para no apostar a la desesperación de la gente, poco después comenzó la difusión digital en pantallas dispuestas previamente, del quinto informe de gobierno de Reyes Baeza, incluyendo una pantalla al aire libre que bajo la lluvia, estuvieron viendo otros pocos asistentes amparados por una carpa.
Al final, se realizó un enlace vía telefónica para que el mandatario estatal dirigiera unas palabras a los asistentes, confirmándose que para no arriesgar su seguridad ante el clima, decidió no aterrizar y Nuevo Casas Grandes así como los presidentes municipales de la región se quedaron esperándolo.
Este iba a ser el último evento público de la gestión del gobierno de Reyes Baeza en la región, ya que el siguiente acto, el sexto informe como es tradición, será presentado sin ambiente de festejo en la ciudad de Chihuahua como mero protocolo y servirá de preámbulo para el cambio de estafeta al nuevo gobernador electo.
Desde una hora antes de las 12:00 del mediodía que era el horario programado para la aparición del Gobernador del estado, la gente comenzó a llegar al salón Cassandra debiendo por vez primera, que estacionarse a una cuadra del lugar, ya que el aparato de seguridad conformado por Cipoles, federales y elementos del Ejército Mexicano, literalmente tenían sitiada el área con lugares asignados a reservaciones muy especiales.
Obedeciendo a una previa instrucción, las edecanes no se limitaron a sonreír a la gente a modo de bienvenida, sino que los estuvieron conduciendo y acomodando personalmente en los lugares dispuestos para cada persona ya sea por el municipio de su procedencia o por la dependencia de gobierno que trabajan, en lo que fue una orquesta de disciplina.
Sin embargo pasó el tiempo y el Gobernador nunca llegó.
Fue media hora después del programa cuando el maestro de ceremonias comenzó a dirigirse al púbico, primero agradeciendo la comprensión y la asistencia de los presentes, luego, el siguiente mensaje fue alertando las condiciones de seguridad que había en el clima y por las que la aeronave que traía al Gobernador no podía aterrizar.
Para no apostar a la desesperación de la gente, poco después comenzó la difusión digital en pantallas dispuestas previamente, del quinto informe de gobierno de Reyes Baeza, incluyendo una pantalla al aire libre que bajo la lluvia, estuvieron viendo otros pocos asistentes amparados por una carpa.
Al final, se realizó un enlace vía telefónica para que el mandatario estatal dirigiera unas palabras a los asistentes, confirmándose que para no arriesgar su seguridad ante el clima, decidió no aterrizar y Nuevo Casas Grandes así como los presidentes municipales de la región se quedaron esperándolo.
Este iba a ser el último evento público de la gestión del gobierno de Reyes Baeza en la región, ya que el siguiente acto, el sexto informe como es tradición, será presentado sin ambiente de festejo en la ciudad de Chihuahua como mero protocolo y servirá de preámbulo para el cambio de estafeta al nuevo gobernador electo.
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