Contentos porque pudieron dormir un poquito más, algo desorientados y con ciertos contratiempos en sus rutinas diarias, así pasaron los juarenses el primer domingo con el Horario de Invierno.
El atraso de una hora en el reloj provocó también que un número considerable de negocios abrieran más temprano sus puertas al público e incluso que empleados llegaran a sus centros de trabajo antes de lo acostumbrado.
“Algunos compañeros empezaron a abrir sus puertas desde las ocho de la mañana, cuando nosotros entramos en domingo poco después de las nueve porque la gente llega más tarde”, indicó un vendedor de comida de la zona Centro, que se identificó únicamente con el nombre de José.
Mencionó que algunos clientes comenzaron a llegar a temprana hora y que algunos manifestaron que no se percataron del cambio de horario.
“Mucha gente vino desde antes de las ocho, se empezó a notar movimiento en las calles desde más temprano, porque hubo muchos despistados que no atrasaron el reloj, por eso llegaron desde esa hora”, expresó.
Al igual que José, Mario Ayala, un vendedor de discos de un mercado ubicado en la colonia Chaveña, dijo que en ese sitio los locatarios llegaron antes de lo acostumbrado, que algunos comenzaron a instalar sus vendimias a las ocho de la mañana.
“Yo creo que no se enteraron de que cambió la hora, porque nosotros abrimos más tarde, como a las 9:30 y muchos llegaron una hora antes, la clientela llegó a la hora de siempre, es que en domingo la gente se levanta más tarde”, manifestó.
María del Refugio Ramírez, una mujer que se encontraba en ese sitio realizando algunas compras, dijo que ella despertó temprano, antes de la hora en la que acostumbra a levantarse en fin de semana.
“Es que el cuerpo es el que manda, ya que trae el reloj incluido; aparte, apenas se está uno acostumbrando a un horario y ya vamos a cambiar al otro, hoy me levanté como a las ocho y en fin de semana generalmente no me levanto tan temprano”, dijo.
Además consideró que los verdaderos alcances del retraso de una hora en el reloj se harán más evidentes el día de hoy cuando los juarenses regresen a sus rutinas diarias de escuela o trabajo.
“Es que como es fin de semana no se siente tanto el cambio, pero mañana (hoy) cuando la gente tenga que ir al trabajo o a la escuela se va notar más, yo tengo que abrir mi salón de belleza, entonces sí me voy a dar cuenta del cambio”, expresó.
Otro hombre que caminaba por la zona Centro, Ramón Espinoza, mencionó que la comunidad notará por las tardes los efectos del nuevo horario, ya que oscurecerá más temprano.
“A las seis, o antes de esa hora, nos va a estar oscureciendo, se van a hacer los días más cortos, yo la verdad creo que aquí no deberíamos de apegarnos a ese cambio, aquí no nos funciona”, comentó.
Consideró que en esta zona la modificación no nos beneficia, ya que nos pone con una hora de diferencia en relación con la vecina ciudad de El Paso.
“Ya ve que en vez de que nos ayude hasta nos hace mal porque quedamos con una hora distinta a los del otro lado, eso trae muchas broncas, pero los del Centro del país no nos consideran”, argumentó.
El atraso de una hora en el reloj provocó también que un número considerable de negocios abrieran más temprano sus puertas al público e incluso que empleados llegaran a sus centros de trabajo antes de lo acostumbrado.
“Algunos compañeros empezaron a abrir sus puertas desde las ocho de la mañana, cuando nosotros entramos en domingo poco después de las nueve porque la gente llega más tarde”, indicó un vendedor de comida de la zona Centro, que se identificó únicamente con el nombre de José.
Mencionó que algunos clientes comenzaron a llegar a temprana hora y que algunos manifestaron que no se percataron del cambio de horario.
“Mucha gente vino desde antes de las ocho, se empezó a notar movimiento en las calles desde más temprano, porque hubo muchos despistados que no atrasaron el reloj, por eso llegaron desde esa hora”, expresó.
Al igual que José, Mario Ayala, un vendedor de discos de un mercado ubicado en la colonia Chaveña, dijo que en ese sitio los locatarios llegaron antes de lo acostumbrado, que algunos comenzaron a instalar sus vendimias a las ocho de la mañana.
“Yo creo que no se enteraron de que cambió la hora, porque nosotros abrimos más tarde, como a las 9:30 y muchos llegaron una hora antes, la clientela llegó a la hora de siempre, es que en domingo la gente se levanta más tarde”, manifestó.
María del Refugio Ramírez, una mujer que se encontraba en ese sitio realizando algunas compras, dijo que ella despertó temprano, antes de la hora en la que acostumbra a levantarse en fin de semana.
“Es que el cuerpo es el que manda, ya que trae el reloj incluido; aparte, apenas se está uno acostumbrando a un horario y ya vamos a cambiar al otro, hoy me levanté como a las ocho y en fin de semana generalmente no me levanto tan temprano”, dijo.
Además consideró que los verdaderos alcances del retraso de una hora en el reloj se harán más evidentes el día de hoy cuando los juarenses regresen a sus rutinas diarias de escuela o trabajo.
“Es que como es fin de semana no se siente tanto el cambio, pero mañana (hoy) cuando la gente tenga que ir al trabajo o a la escuela se va notar más, yo tengo que abrir mi salón de belleza, entonces sí me voy a dar cuenta del cambio”, expresó.
Otro hombre que caminaba por la zona Centro, Ramón Espinoza, mencionó que la comunidad notará por las tardes los efectos del nuevo horario, ya que oscurecerá más temprano.
“A las seis, o antes de esa hora, nos va a estar oscureciendo, se van a hacer los días más cortos, yo la verdad creo que aquí no deberíamos de apegarnos a ese cambio, aquí no nos funciona”, comentó.
Consideró que en esta zona la modificación no nos beneficia, ya que nos pone con una hora de diferencia en relación con la vecina ciudad de El Paso.
“Ya ve que en vez de que nos ayude hasta nos hace mal porque quedamos con una hora distinta a los del otro lado, eso trae muchas broncas, pero los del Centro del país no nos consideran”, argumentó.
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