El Diario
Tras la agresión donde un agente murió y tres más resultaron heridos durante el atentado dirigido al jefe operativo del Cuerpo de Inteligencia Policial (Cipol), el secretario de Seguridad Pública Estatal, Víctor Valencia de los Santos, dijo ayer que la guerra desatada contra la delincuencia organizada se va perdiendo.
A 19 meses del arranque de la Operación Conjunta Chihuahua, del asesinato de más de tres mil 670 personas y la ejecución de 127 elementos de las diferentes corporaciones policiacas en ese mismo periodo, la percepción del fracaso de la intervención militar aumenta.
El funcionario aseguró que las corporaciones se encuentran en desventaja para enfrentarse al crimen organizado al no contar siquiera con el armamento suficiente para repeler los ataques.
Entrevistado vía telefónica por El Diario, el funcionario estatal lamentó la segunda baja que sufre la corporación en lo que va del presente año, un hecho que consideró parte del costo que se tiene que pagar.
“Se siente que se va perdiendo, es una guerra que ha sido muy costosa”, dijo poco después de recibir la noticia sobre el deceso del agente Gilmar Armando Hernández Graciano, de 26 años.
“El presidente de la República, Felipe Calderón, ya lo había advertido, en esta guerra se está pagando un precio muy alto, ha sido muy costoso”, agregó antes de entrar a la reunión de Seguridad Pública celebrada ayer en la Ciudad de México y a la que también asistió el coordinador de la Operación Conjunta Chihuahua, el general Jesús Espitia.
De acuerdo con el reporte preliminar que le hicieron llegar, Valencia de los Santos confirmó que en la agresión fue ejecutado el agente Hernández Graciano y tres elementos más resultaron lesionados, entre ellos Luis Alberto Prieto.
Del estado de salud de los heridos, aseguró que ya se encuentran fuera de peligro.
“Ya la Procuraduría General de Justicia del Estado hizo el levantamiento de las evidencias y abrieron las carpetas de investigación; los elementos (lesionados) actualmente están resguardados por personal del Ejército mexicano”, refirió.
Desde la semana pasada, las corporaciones han resentido ataque tras ataque por parte de los grupos antagónicos que se disputan la plaza.
Agentes federales enviados a investigar a los grupos criminales que operan en la región aún continúan en calidad de desaparecidos y el coordinador operativo de la Agencia Estatal de Investigaciones, Francisco Lazarín Núñez fue asesinado apenas el viernes anterior.
Cabe destacar que antes de la ejecución de Lazarín Núñez apareció una pinta que citaba: “para los que siguen sin creer”, mientras que tras el intento de asesinato contra el inspector Prieto otro mensaje era escrito en la pared de una escuela primaria: “esto es sólo un aviso Luis Prieto por andar con el Chapo Guzmán”, decía el texto elaborado con pintura en aerosol color negro.
Para Valencia de los Santos los ataques contra las corporaciones implican que “estamos en un riesgo permanente, esto se hace a plena luz del día, con armamento de ese nivel como granadas de fragmentación. Aquí que hace necesario el replanteamiento de las acciones de la OCCH”, consideró.
“Las agresiones a los policías son con armas más potentes y sofisticadas de las que ellos portan, los sicarios actúan sin ningún impedimento. Vamos a redoblar los esfuerzos y buscar el apoyo con Seguridad Nacional, saber qué vamos a hacer”, dijo.
Finalmente mencionó que en el combate al crimen organizado no se ha subestimado a nadie, no es nada personal y destacó que es una situación que tiene grandes implicaciones y riesgos.
A 19 meses del arranque de la Operación Conjunta Chihuahua, del asesinato de más de tres mil 670 personas y la ejecución de 127 elementos de las diferentes corporaciones policiacas en ese mismo periodo, la percepción del fracaso de la intervención militar aumenta.
El funcionario aseguró que las corporaciones se encuentran en desventaja para enfrentarse al crimen organizado al no contar siquiera con el armamento suficiente para repeler los ataques.
Entrevistado vía telefónica por El Diario, el funcionario estatal lamentó la segunda baja que sufre la corporación en lo que va del presente año, un hecho que consideró parte del costo que se tiene que pagar.
“Se siente que se va perdiendo, es una guerra que ha sido muy costosa”, dijo poco después de recibir la noticia sobre el deceso del agente Gilmar Armando Hernández Graciano, de 26 años.
“El presidente de la República, Felipe Calderón, ya lo había advertido, en esta guerra se está pagando un precio muy alto, ha sido muy costoso”, agregó antes de entrar a la reunión de Seguridad Pública celebrada ayer en la Ciudad de México y a la que también asistió el coordinador de la Operación Conjunta Chihuahua, el general Jesús Espitia.
De acuerdo con el reporte preliminar que le hicieron llegar, Valencia de los Santos confirmó que en la agresión fue ejecutado el agente Hernández Graciano y tres elementos más resultaron lesionados, entre ellos Luis Alberto Prieto.
Del estado de salud de los heridos, aseguró que ya se encuentran fuera de peligro.
“Ya la Procuraduría General de Justicia del Estado hizo el levantamiento de las evidencias y abrieron las carpetas de investigación; los elementos (lesionados) actualmente están resguardados por personal del Ejército mexicano”, refirió.
Desde la semana pasada, las corporaciones han resentido ataque tras ataque por parte de los grupos antagónicos que se disputan la plaza.
Agentes federales enviados a investigar a los grupos criminales que operan en la región aún continúan en calidad de desaparecidos y el coordinador operativo de la Agencia Estatal de Investigaciones, Francisco Lazarín Núñez fue asesinado apenas el viernes anterior.
Cabe destacar que antes de la ejecución de Lazarín Núñez apareció una pinta que citaba: “para los que siguen sin creer”, mientras que tras el intento de asesinato contra el inspector Prieto otro mensaje era escrito en la pared de una escuela primaria: “esto es sólo un aviso Luis Prieto por andar con el Chapo Guzmán”, decía el texto elaborado con pintura en aerosol color negro.
Para Valencia de los Santos los ataques contra las corporaciones implican que “estamos en un riesgo permanente, esto se hace a plena luz del día, con armamento de ese nivel como granadas de fragmentación. Aquí que hace necesario el replanteamiento de las acciones de la OCCH”, consideró.
“Las agresiones a los policías son con armas más potentes y sofisticadas de las que ellos portan, los sicarios actúan sin ningún impedimento. Vamos a redoblar los esfuerzos y buscar el apoyo con Seguridad Nacional, saber qué vamos a hacer”, dijo.
Finalmente mencionó que en el combate al crimen organizado no se ha subestimado a nadie, no es nada personal y destacó que es una situación que tiene grandes implicaciones y riesgos.
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