El Heraldo
Chihuahua, Chihuahua.- Los directores del Centro de Readaptación Social de Aquiles Serdán y de la Unidad de Bajo Riesgo, Gerardo Hernández y Cuauhtémoc Andrade, serán removidos de sus cargos y regresados a donde fueron recomendados, al Sistema Nacional de Seguridad Pública, debido a sus antecedentes en Veracruz, estado en el que fueron cesados en 2007.
Además, de acuerdo con fuentes estatales de primer nivel, ambos funcionarios, en el tiempo que tenían en Chihuahua desde el 23 de junio, se habían conducido de forma inconveniente, pues frecuentaban lugares no recomendables mientras eran custodiados por los elementos a su cargo.
Gerardo Hernández, quien se salvó de una balacera el pasado martes en la noche, en la que murieron tres de sus escoltas en el periférico De la Juventud, había sido despedido del penal de Jalancingo, Veracruz, después de protagonizar un choque, motivo por el cual fue cesado de su cargo por el director de Prevención y Readaptación Social de aquel estado, Cirilo Rincón Aguilar, quien firmó su baja en septiembre de 2007.
En junio de este año, Hernández fue presentado como nuevo director del penal de Aquiles Serdán, puesto que ha desempeñado desde esa fecha, por recomendación del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Cuauhtémoc Andrade, quien se desempeña como director de la UBR, la penitenciaría vieja de la avenida 20 de Noviembre, fungió como titular de la cárcel de Tuxpan, también en Veracruz, de donde fue cesado en diciembre de 2007 después de que se descubriera que había permitido la entrada de 7 bailarines exóticos al penal a su cargo, para una fiesta de algunos reos.
También fue Cirilo Rincón Aguilar quien ordenó el cese inmediato del director del penal de Tuxpan, debido a un comportamiento indebido en el ejercicio de su función pública.
De manera extraoficial, las fuentes de primer nivel dieron a conocer que tras el atentado del que fue objeto Gerardo Hernández comenzó a indagarse sobre la posibilidad de que enfrentaran problemas o amenazas por el cargo que se les había encomendado, encontrándose evidencias de problemas anteriores en el estado donde ambos se habían desarrollado en el ramo penitenciario.
Además, en las semanas que tenían en Chihuahua tuvieron un comportamiento "poco profesional y favorable para su función", pues frecuentaban algunos centros nocturnos mientras eran custodiados por los elementos estatales a su cargo y su conducta no era la mejor en esos sitios, según las fuentes consultadas.
Por ese motivo, se pudo conocer, los dos funcionarios serían dados de baja también de Chihuahua y puestos a disposición del SNSP que los recomendó para ocupar esos cargos, a fin de suplir a anteriores funcionarios.
Por la misma situación se pudo confirmar que quedó a cargo Óscar Leos Mayagoitia de los penales estatales, superior jerárquico directo de ambos funcionarios, así como los subdirectores fueron comisionados de forma provisional para atender los asuntos de las cárceles, en tanto se define la forma en que serán regresados.
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