jueves, 26 de marzo de 2009

Sepultan a Dora y Alexina, las jóvenes ejecutadas


El Diario
Ciudad Jiménez— Entre lágrimas, coraje e incredulidad, sepultaron ayer a las dos jovencitas asesinadas el pasado lunes en Santa María del Oro, Durango; a Dora Vianney la despidieron en ciudad Jiménez y a Alexina la sepultaron en Salaices, pero en la misa estuvieron los dos cuerpos presentes.
Por minutos la comunidad entera se paralizó para observar las dos carrozas trasladar los féretros por la avenida principal de la ciudad hasta la última morada.“¿Qué daño les pudieron haber hecho estas dos niñas?,” reclamaban familiares de las víctimas, mientras el sacerdote oficiaba la misa de despedida en un templo totalmente abarrotado de familiares y amigos, quienes no dejaban de llorar la pérdida de Alexina y Dora Vianney.
Fue en la capilla del Santo Niño de ciudad Jiménez en donde oficiaron la misa de cuerpo presente para ambas, incluso la calle tuvo que ser cerrada ante la multitud que abarrotó totalmente la iglesia y sus alrededores.
Los padres de ellas más que desconsolados, lucían aún incrédulos, desconcentrados, fuera de realidad, como si todavía no alcanzaran a comprender que ya no volverán a ver a sus hijas más, cuando apenas el pasado domingo se despidieron de ellas cuando partían a Santa María del Oro para presentarse el lunes a clases.
Poco después de las 16:30 horas las sepultaron. A Alexina Arrieta Salazar la trasladaron al municipio de Salaices a unos 15 minutos de Jiménez, mientras que a Dora Vianney Beltrán la sepultaron en el panteón de Jiménez.
Los ataúdes eran blancos e incluso encima sus familiares colocaron recuerdos personales.Hasta ayer eran varias las versiones de los hechos, una apunta a que fueron testigos los cinco jóvenes acribillados de un “levantón,” y otra es que se confundieron los sicarios. Ellas cursaban apenas el segundo semestre de la Normal Rural en Santa María del Oro.

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