El Heraldo
Ciudad de México.- El Ejército Mexicano, en un operativo en Saltillo, capturó ayer al narcotraficante Sigifredo Nájera Talamantes, alias "El Canicón", responsable directo de la tortura y ejecución de 9 militares de la VII Zona Militar, en la zona metropolitana de Monterrey, y de los atentados al Consulado de los Estados Unidos e instalaciones de Televisa en la Sultana del Norte, según las pesquisas e investigaciones de inteligencia de la Procuraduría General de la República y el Ejército.Así lo dio a conocer el presidente Felipe Calderón durante el Informe de Labores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al defender la presencia del Ejército en la lucha contra el narcotráfico y señalar que por la intervención de las fuerzas federales en este me los homicidios se redujeron en un 73 por ciento en Ciudad Juárez.
La captura de Nájera Talamantes, quien tiene que pagar por lo que ha hecho a la sociedad mexicana igual que sus secuaces, no hubiese sido posible en las circunstancias actuales, sin la valiosa ayuda del Ejército mexicano, argumentó el primer mandatario.
El retiro de los militares de las calles no es posible en estos momentos, al no existir una policía capacitada para combatir al crimen organizado, dijo al "ombudsman" José Luis Soberanes Fernández.Recalcó que la presencia de las fuerzas federales y en particular del Ejército y la Armada de México, se volvió no sólo posible, justa y legítima, sino indispensable.El Jefe del Ejecutivo coincidió con el presidente de la CNDH en que la tarea de las Fuerzas Armadas es y debe ser temporal.
"He tenido como Presidente siempre presente la disyuntiva: o dejar a los mexicanos a su suerte y en estado de indefensión frente a la acción violenta del crimen, o bien asumir con la fuerza del Estado y con los riesgos que implica esta alternativa, la autoridad y la fuerza federal a su plena capacidad para proteger a la ciudadanía de cualquier amenaza y fortalecer la vida institucional del país.
"Recalcó que así como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha actuado incluso a costa y al riesgo de sus críticos, "nosotros también hemos actuado aun a costa de los riesgos, críticas e incomprensión que esto conlleva".
Consideró que la presencia de las fuerzas federales, en cumplimiento de su misión constitucional de salvaguardar la seguridad interior del país en auxilio de las autoridades civiles responsables de las tareas inmediatas de seguridad pública y procuración y administración de justicia, permitió poner a México en la ruta de un camino largo, difícil, costoso, pero necesario de recorrer para fortalecer su vida institucional.Subrayó que la labor del Estado es poner todos los medios a su alcance para proteger a los ciudadanos y salvaguardar la seguridad de los mismos.
"No niego que tenemos un problema grave y por eso, desde el primer día de este Gobierno, lo hemos enfrentado con determinación", recalcó. * RESPETO A DERECHOS HUMANOS El presidente Calderón reconoció la seriedad y valentía con la que el ombudsman Soberanes Fernández señala las insuficiencias, pero también estimó pertinente, en bien de la objetividad y la verdad que merecen los ciudadanos, reconocer los avances de manera ponderada en la lucha contra la inseguridad."La lucha que libramos por la seguridad de todos, tiene como principio básico el pleno respeto a los derechos humanos".
La batalla que encabeza el Gobierno federal contra el crimen tiene el objetivo de recuperar la paz y tranquilidad de los ciudadanos para que puedan gozar a plenitud de sus derechos fundamentales.
Dijo que las secretarías de Defensa y Marina crearon instancias internas encargadas de velar por el respeto a los derechos humanos, dentro y fuera de sus filas y que aun a pesar de la gravedad de los agravios y agresiones que han sufrido, "se han comportado no sólo con apego a la legalidad sino con una enorme fortaleza para proteger los derechos humanos, incluso de las personas que son capturadas por su conducto".
En cuanto a las agresiones a periodistas, el presidente Calderón admitió que "tendremos que reforzar este esfuerzo para defender de manera más efectiva el derecho a la libertad de expresión.
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