viernes, 29 de abril de 2011

Quiere 'Teto' imponer de nuevo el toque de queda

EL DIARIO DE CHIHUAHUA

Violaría garantías de menores, alertan abogados; es opción para alejarlos del delito, considera párroco que impulsó proyecto original

Ciudad Juárez.-El presidente municipal, Héctor Murguía Lardizábal, afirmó que contempla volver a implementar el programa “Después de las 10 en tu casa es mejor”, que llevó a cabo durante su primera gestión como alcalde.

La estrategia consiste en detener a los menores de edad que después de las 10 de la noche están en la vía pública.

“Estoy pensando seriamente volver a instalar el programa … creo que es un plan que funcionó”, declaró el edil.

Consideró que ayudaría también a controlar mejor la ciudad. “Se los adelanto, eso está en la agenda del presidente municipal”, abundó.

Sin embargo, la pretensión del alcalde provocó controversia entre distintos sectores de la sociedad juarense. Mientras que el gremio de los abogados consideró que se trata de una medida que viola las garantías constitucionales de los menores, el impulsor de ese proyecto que nació en 2007, el párroco Mario Manríquez, opinó que podría ser una opción para alejarlos de las actividades delictivas.

Murguía anotó ayer que la idea es proteger a los jóvenes, “para que estén resguardados”. El proyecto, considerado como un virtual “toque de queda”, corresponde a una iniciativa ciudadana impulsada por el padre Manríquez, de la parroquia Santa Teresa de Jesús, ubicada en el fraccionamiento Oasis Revolución.

Posteriormente, el programa fue adoptado por Héctor Murguía Lardizábal durante su pasada administración.

En aquel entonces, los niños y adolescentes que se detectaban en las calles después de la hora fijada eran llevados al área de Trabajo Social de la Estación Babícora, en donde sólo podían ser recogidos por sus padres.

El esquema fue eliminado durante el cambio de administración municipal, en octubre de 2007, cuando José Reyes Ferriz se convirtió en alcalde.

El programa arrancó el 15 de junio de ese mismo año. Esa noche esquinas populosas, sectores de clase media y alta, zonas de diversión nocturna y parques de fraccionamientos de nueva creación fueron blanco para los agentes de Radiopatrullas.

El saldo de ese día fueron 98 menores de edad resguardados, y el arresto de otros 132 sorprendidos cometiendo alguna falta, por lo que quedaron a disposición de las autoridades.

A poco más de dos meses de su implementación, el alcalde Murguía anunció modificaciones en la forma de aplicarlo y la capacitación de los agentes de Seguridad Pública que se encargaban de trasladar a los detenidos a las instalaciones policiacas.

Entre los cambios se contempló usar vehículos especiales para el traslado de los menores, ya que se usaban las patrullas de la Policía, y arreglar las instalaciones donde eran resguardados.

Además, se capacitaría a los policías para que los trataran bien.

“Es un programa preventivo para que los niños y adolescentes estén en su casa antes de las 10 de la noche, sin embargo, también tendríamos que ver cuáles son las medidas que se tomarían”, comentó el presbítero de la parroquia de Santa Teresa de la colonia Oasis Revolución, Mario Manríquez.

Dijo que anteriormente, el proyecto surgió como una “alarma” porque detectaron que, desde entonces, grupos criminales reclutaban menores de edad para la comisión de delitos.

Agregó que ahora, bajo las circunstancias de violencia por las que atraviesa la ciudad y ante la participación cada vez más frecuente de jóvenes de hasta 13 años de edad en ilícitos de alto impacto, es necesario trabajar en el rescate de los infantes y adolescentes.

“Tenemos que ver cómo hacer funcionar el programa, teniendo voces preparadas, positivas y propositivas. Ahí entran especialistas trabajando con la comunidad, sicólogos, religiosos, personas que tienen contacto con el ser humano, con su problemática”, explicó.

Dijo además que, de ponerse en marcha, tendrían que revisarse distintos aspectos del plan, por ejemplo, el protocolo de acción, qué instancia sería la encargada, cuáles más participarían, a qué lugar serían trasladados los menores detectados en la calle después de las 10 de la noche, entre otros puntos.

Por su parte, abogados locales mencionaron que durante la pasada administración que encabezó Murguía Lardizábal, la ciudadanía percibió el programa como un “toque de queda”, lo que está fuera de la ley.

“Cuando violentan la libertad de las personas, la libertad de tránsito, se está incurriendo en una trasgresión a los derechos constituciones de los ciudadanos, pero si se le ve como de supervisión de los menores y prevención de delitos, es mejor”, dijo Salvador Urbina Quiroz, presidente del Consejo de Vigilancia de la Confederación de Colegios de Abogados de México.

Explicó que mediante la aplicación de esquemas de prevención, en lugar de los de represión, se podrá evitar que los adolescentes sigan delinquiendo.

“Pero no hay que perder de vista que también es necesario que se rescaten las ofertas de educación, trabajo, recreación, deporte, la pura medida no nos llevará a nada”, agregó.

Esa opinión la compartió otro legista local, Héctor González Mocken, presidente de la Confederación Nacional de Abogados de México en la Zona Norte, ya que consideró que el de programa “es meramente impositivo”.

“Es un hecho que los padres tendrán mayor control de sus hijos y tal vez podrán alejarlos de los criminales, pero es un restrictivo de garantía, porque no deben decretarse medidas que la comunidad siente como las que emanan del gobierno, sino que deben sentirlas propias para decidir colaborar”, expresó.

Hernán Ortiz Quintana, integrante de la organización Ciudadanos por una Mejor Administración Pública (Cimap), indicó que cuando el Gobierno de Murguía Lardizábal implementó ese programa hace unos cuatro años, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos emitió una recomendación por considerar que se estaban violando las garantías constitucionales de los menores retenidos.

“Lo que la ciudadanía necesita es que se haga valer la ley, si empezamos a sacrificar la ley, estamos haciendo lo mismo que cualquier delincuente, me duele como ciudadano. En Cimap nos llama mucho la atención que si ellos no empiezan a promover el respeto hacia la ley, no están respetando en lo más mínimo su trabajo”, indicó.

Ernesto Chávez Nápoles, presidente de la Organización Estatal Chihuahuense, mencionó que el hecho de que se trate de mantener a los menores alejados de las calles en cierto horario, no es garantía de que vayan a dejar de cometer ilícitos. “Hay que recordarle al alcalde que los delincuentes no respetan horarios”, recriminó.

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