EL HERALDO Chihuahua, Chihuahua.- "Los planes de Dios para la humanidad están fuera de los grupos minoristas que son egoístas", aseguró ayer en la homilía dominical el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann. El arzobispo dijo que el evangelio de ayer, según san Juan, se centra en la reflexión de pasar de la muerte a la vida. La resurrección de Lázaro es signo del amor de Jesús por sus amigos. Jesús quiere mucho a su amigo Lázaro y por eso lo resucita. "El amor es la vida eterna que vence la muerte con la resurrección". Mucha gente en México y en el mundo puede repetir con el profeta Ezequiel: "Nuestros huesos están secos, nuestra esperanza está deshecha".
Todo porque una minoría privilegiada ha decidido seguir sus instintos egoístas y poner en primer lugar sus privilegios (segunda lectura).
El reclamo de Dios es muy fuete, no quiere muertos. Jesús declara la "resurrección y la vida", aunque las autoridades lo condenan a muerte, pero ni siquiera sus asesinos impedirán su plan de vida y resurrección.
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