Chihuahua, Chihuahua.- Durante por lo menos cinco horas, los derechohabientes de la clínica 44 del Instituto Mexicano del Seguro Social deben esperar para conseguir una cita con algún doctor familiar y la mayoría no tienen la suerte, pues sólo hay de cinco a seis espacios libres.
Situaciones como esta se viven a diario en la clínica, donde desde las cinco de la mañana decenas de personas llegan para poder conseguir ser atendidas de sus dolencias y prácticamente deben amanecer en el lugar, para tener el espacio.
Y es que para el turno matutino, cuyas citas se comienzan a repartir desde las 7:30 de la mañana, los derechohabientes llegan desde la madrugada, mientras para el vespertino, donde comienzan a darse a las 13:30 horas, desde las 8:00 de la mañana comienzan a formarse.
Es decir, los pacientes, deben esperar hasta cinco horas para poder ser atendidos y si se llega después de las 10:00 horas, se corre el riesgo de ser hasta el número 11 de la fila y ya no tener oportunidad, a menos que se permanezca en lista de espera.
De hacerlo, el paciente tendrá que esperar todo el turno vespertino para poder ser atendido por el médico, siempre y cuando alguien falte a su cita.
El original problema es el número de pacientes citados, pues de las 25 personas que el médico ve por turno, únicamente seis no tenían programada su lista, por lo cual los nuevos enfermos se las tienen que ingeniar para poder ser atendidos a la brevedad, aunque esto implique amanecer en el asiento frente a su consultorio o bien, permanecer en él por más de cinco horas.
Situaciones como esta se viven a diario en la clínica, donde desde las cinco de la mañana decenas de personas llegan para poder conseguir ser atendidas de sus dolencias y prácticamente deben amanecer en el lugar, para tener el espacio.
Y es que para el turno matutino, cuyas citas se comienzan a repartir desde las 7:30 de la mañana, los derechohabientes llegan desde la madrugada, mientras para el vespertino, donde comienzan a darse a las 13:30 horas, desde las 8:00 de la mañana comienzan a formarse.
Es decir, los pacientes, deben esperar hasta cinco horas para poder ser atendidos y si se llega después de las 10:00 horas, se corre el riesgo de ser hasta el número 11 de la fila y ya no tener oportunidad, a menos que se permanezca en lista de espera.
De hacerlo, el paciente tendrá que esperar todo el turno vespertino para poder ser atendido por el médico, siempre y cuando alguien falte a su cita.
El original problema es el número de pacientes citados, pues de las 25 personas que el médico ve por turno, únicamente seis no tenían programada su lista, por lo cual los nuevos enfermos se las tienen que ingeniar para poder ser atendidos a la brevedad, aunque esto implique amanecer en el asiento frente a su consultorio o bien, permanecer en él por más de cinco horas.
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