El Heraldo
San Fransisco de Conchos, Chihuahua.- Ayer el centro recreativo Lago Colina se convirtió nuevamente en una cantina gigantesca, con exceso en el consumo de alcohol, donde abundaron los jóvenes ebrios, que al ritmo de música de banda, en un ambiente de carnaval y con efectivas estrategias para burlar la vigilancia de los operativos de seguridad, mantuvieron surtidas las hieleras de cerveza y las botellas llenas de alcohol.A presar de que por lo menos una decena de elementos de Cipol y un número similar de agentes de la dirección de Gobernación mantuvieron vigilada la entra al lugar, los habilidosos jóvenes se detenían por lo menos 100 metros antes de llegar al retén y se aventaban las bebidas por encima de la malla, para que sus amigos ya internos en el sitio las recogieran sin despertar sospechas.Este mecanismo que operaron los jóvenes desde pasadas las 20:00 horas del pasado viernes arrojó como resultados el que este año el decomiso de bebidas embriagantes fuera mínimo por parte de las autoridades.Algunos de los jóvenes entrevistados indicaron que no tenían temor porque las autoridades o los guardias del lugar los descubrieran, ya que aseguraron principalmente estos últimos "Se acoplan", es decir que con alguna especie de arreglo les permiten hacer y conseguir lo que sus posibilidades "económicas" les permitan.Incluso el acuerdo al que llegaron los propietarios del lugar con los que ahí vigilaban, es que no se diera acceso a la prensa, ya que evidentemente la intención era que no se publicara lo que en el interior del sitio aconteció.Para las 10 de la noche más de mil personas se encontraban dentro del lugar, lo que generó que algunos agentes del Cipol aplicaran la regla de no circular en el interior del lugar con vehículos, principalmente con trimotos o cuatrimotos, ya que con estos últimos, varios jóvenes habían resultado golpeados por el exceso de personas en el interior.Esta regla no se aplicó de manera general, ya que varios de estos vehículos, sobre todo los más ostentosos, se veía que siguieron circulando en el lugar, luego que los agentes se acercaban a "dialogar", con los propietarios, con lo que quedaban excentos de cumplir con esta medida que era necesaria para la seguridad de los ahí presentes.Las fotografías que complementan esta información muestran claramente como la gran mayoría de los asistentes portaron todo el tiempo una cerveza o vaso con mezcla alcohólica sin problema hasta que sus posibilidades económicas les permitieron.Cabe destacar que no todos los jóvenes presentes en el lugar cayeron en excesos ya que algunos otros acudieron al sitio con la intención de pasarla bien en estas vacaciones, algunos en compañía de su familia, se separaron del ambiente de excesos con las dificultades que implicaron el estar rodeados de personas alcoholizadas y de una turba de varones desesperados en busca de féminas y de más alcohol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario