EL DIARIO
“Me hubiera gustado haber traído a mi hija, pero regreso lleno de esperanza de que la voy a encontrar con vida”, fueron las palabras de José Luis Castillos luego de haber estado 15 días en la Ciudad de México en la búsqueda de su hija Esmeralda Castillo, una de las desaparecidas de Ciudad Juárez.
Por la mañana junto con otro de los padres de las jóvenes ausentes sembraron cinco rosales en el espacio donde colocaron el mural con los rostros de cada una de las mujeres que permanecen ausentes o extraviadas.
Expresó que cada una de las plantas representa la esperanza de que a su hija la van a encontrar con vida.
Dijo que durante su estancia y recorrido por diversos clubes, bares, centros nocturnos y negocios dedicados al ofrecimiento de servicios sexuales se dio cuenta de que hay muchachas que no están por su voluntad, pero ante el señalamiento los encargados de comerciar con ellas le dijeron que era algo que al él no debería de importarle.
Indicó que al mostrarle las fotos de su hija a las mujeres que logró contactar le hicieron saber que la imagen se les hizo familiar y que posiblemente si la vieron por allá.
Debido a la falta de tiempo y de recursos tuvo que regresarse, pero no descarta poder regresar para continuar con su investigación.
“Me hubiera gustado haber traído a mi hija, pero regreso lleno de esperanza de que la voy a encontrar con vida”, fueron las palabras de José Luis Castillos luego de haber estado 15 días en la Ciudad de México en la búsqueda de su hija Esmeralda Castillo, una de las desaparecidas de Ciudad Juárez.
Por la mañana junto con otro de los padres de las jóvenes ausentes sembraron cinco rosales en el espacio donde colocaron el mural con los rostros de cada una de las mujeres que permanecen ausentes o extraviadas.
Expresó que cada una de las plantas representa la esperanza de que a su hija la van a encontrar con vida.
Dijo que durante su estancia y recorrido por diversos clubes, bares, centros nocturnos y negocios dedicados al ofrecimiento de servicios sexuales se dio cuenta de que hay muchachas que no están por su voluntad, pero ante el señalamiento los encargados de comerciar con ellas le dijeron que era algo que al él no debería de importarle.
Indicó que al mostrarle las fotos de su hija a las mujeres que logró contactar le hicieron saber que la imagen se les hizo familiar y que posiblemente si la vieron por allá.
Debido a la falta de tiempo y de recursos tuvo que regresarse, pero no descarta poder regresar para continuar con su investigación.
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