EL TIEMPO La Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, alertó a la ciudadanía por la presencia de osos negros en Chihuahua, Namiquipa y Janos, ya que la sequía los obligó a bajar en busca de agua.
En documento de prensa informa que actualmente existen aumento de en los avistamientos del oso negro en todas sus áreas de distribución. Además en los últimos seis años registran la presencia de la especie en sitios donde no era común observarle como en Barranca de Uruachi, El Sueco, Falomir y al norte de Coyame, recientemente en las últimas semanas por la sequia esta especie regresa a las áreas donde antiguamente encontraba agua, sitios que normalmente ahora están habitados.
El oso negro está en algunas regiones de Chihuahua. Las principales son: La Sierra Madre Occidental en los municipios de Janos, Casas Grandes, Nuevo Casas Grandes, Galeana, Madera, Temosachi, Gómez Farías, Ignacio Zaragoza, Guerrero, Ocampo, Uruachi, Maguarichi, Bocoyna, Carichi y Cusihuiriachi. La zona de distribución del centro de Chihuahua cubre los municipios de Buenaventura, Namiquipa, Chihuahua, Riva Palacio, Cuauhtémoc y Bachiniva. El oso negro, también puede encontrarse en el desierto, en las sierras y cañones de los municipios de Ahuma da, Coyame, Ojinaga, Manuel Benavidez, Camargo Saucillo y Jiménez.
Este animal tiene la capacidad de caminar más de 50 kilómetros en 24 horas. Aunque sus territorios abarcan en promedio 660 kilómetros cuadrados, estos no son exclusivos y pueden encontrar varios osos dentro del mismo territorio para competir por agua y alimento.
Las fuentes de agua permanente como arroyos y manantiales, son de vital importancia para la sobrevivencia del oso, de esta manera el clima seco que predomina en Chihuahua obliga a los osos a moverse largas distancias en busca de agua, este comportamiento aumenta durante la época de sequia, normalmente entre marzo y Julio (o hasta que exista agua para beber en tinajas y arroyos), lo que provoca que el oso negro busque agua en pilas y bebederos de los ranchos ganaderos.
Esta condición incrementa los encuentros entre el oso y las vacas así como con los pobladores de las áreas rurales. Dicha especie es muy curiosa y junto a la necesidad de encontrar agua, es común que destruya flotadores, mangueras de plástico, tambos de diesel, costales, monturas y sobre todo basura en su afán por encontrara comida o agua.
Respecto a daños hacia bovino, el oso negro es carroñero y oportunista, por lo que preferirá alimentarse de animales que hayan muerto por alguna otra causa. Los datos de ataques sobre becerros y vacas son prácticamente inexistentes en Chihuahua, pero puede aprovechar la oportunidad de cazar animales viejos, enfermos o crías recién paridas. En los casos que ataquen a ejemplar, los signos de lucha son notorios y los arrastraderos y rayones en el suelo así como vegetación con daños durante la lucha son más que notorios.
En cuanto a conflictos directos con el hombre, el oso negro normalmente es temeroso y usualmente decide alejarse de la presencia de las personas al mínimo disturbio. La mayoría de los vaqueros y pobladores de las áreas rurales comentan que el comportamiento del oso siempre es pacifico, cabe mencionar que dicho comportamiento puede tornarse agresivo si el oso está acorrala do, si sus crías tienen alguna amenaza o si compiten por alimento, ya sea natural o de origen antropogénico
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