DIARIO.COM.MXJuan Mata Ortiz— ¡Lo que no nos llovió en ocho meses, nos cayó en una hora La tromba azotó en las primeras horas de la noche el poblado. Los arroyos que bajan de la parte alta enviaron torrentes de agua hacia la mancha urbana.
No hubo la menor oportunidad de prevenir lo que se avecinaba.
Las nubes comenzaron a levantarse desde temprano, dijo uno de los habitantes del barrio El Porvenir, pero nunca pensamos que fuera a llover tan duro.
En unos cuantos minutos, entre las seis y siete de la tarde, el agua cayó en un torrencial aguacero.
“Parecía que el mundo se iba a acabar”, dijo una habitante del Barrio El Porvenir, luego de señalar que “los remolinos de agua y viento no lo dejaban a uno ver ni siquiera a medio metro de lejos”. “Nomás zumbaba bien feo el agua y el aire”.
Personal de Protección Civil del Municipio, de Seguridad Pública de Vialidad y Tránsito, funcionarios de la Presidencia Municipal y empleados de las oficinas de Obras Públicas y Servicios Públicos trabajaron hasta cerca de la medianoche.
El Salón de Actos de la comunidad fue abierto de inmediato y se acondicionó para dar albergue a por lo menos unas 27 personas que fueron evacuadas de sus hogares en previsión de un mayor riesgo en su seguridad personal.
“En total se otorgó asistencia a unas 70 gentes”, dijo el responsable del área de transparencia del municipio, Alejandro Fierro Méndez, quien ayer alrededor del mediodía efectuaba un recorrido por la población para evaluar los daños registrados.
El alcalde Luis Javier Mendoza Valdez puntualizó que se están evaluando los daños en las viviendas, al menos unas 50, además de recolectándose la evidencia para sustentar una solicitud emergente de apoyo al gobierno estatal. “Afortunadamente, no hay desgracias personales que lamentar”, expresó Mendoza Valdez.
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