> Le diagnosticaron cáncer en el hígado cuando tenía un año 10 meses, sus padres no esperaban que su bebé tuviera una enfermedad tan devastadora
El Heraldo de Chihuahua
15 de junio de 2011
Chihuahua, Chihuahua.- "Hay que donar un poco de nosotros porque no sabemos cuándo podemos necesitar sangre", enfatizó la señora Catalina Cháirez, madre de Edgar, un pequeño de 2 años y medio que padece cáncer de hígado y quien gracias a donadores altruistas a podido recibir varias transfusiones de sangre.
A Edgar le diagnosticaron cáncer en el hígado cando tenía un año 10 meses, Catalina relató que fue una noticia fuerte, su esposo y ella no esperaban que su bebé tuviera una enfermedad tan devastadora, cuando simplemente lo habían llevado por un resfriado al Hospital Infantil.
Cuando Edgar fue valorado por un especialista le palparon un abultamiento en su abdomen. Después de una biopsia y unas radiografías se le diagnosticó cáncer de hígado. Ahí empezó la lucha. A la fecha lleva 7 sesiones de quimioterapia, en dos de éstas ha tenido recaídas graves.
Su primera recaída fue cuando le dieron su segunda quimioterapia, su boca se llenó de ampollas, temperatura, y no comía, por lo que fue hospitalizado. Los exámenes de laboratorio arrojaron que padecía anemia. Que sus plaquetas estaban bajas y que requería de una transfusión.
"La primera vez que me dijeron que necesitaba plaquetas, yo me preguntaba ¿de dónde las voy a sacar?, ¿cuánto me van a costar? y ¿quién me va a ayudar? Afortunadamente en el Hospital Infantil me hablaron del CETS y cuando fui me dijeron que ellos me proporcionarían la sangre, no importaba cuánta cantidad necesitara, que no la vendían y sobre todo que era sangre segura".
La segunda recaída fue en su tercera quimioterapia, al igual que la primera le salieron ampollas en su boca así como temperatura; dejo de caminar, lo internaron y se complicaron las cosas, le subió el azúcar, se convulsionó, le dio meningitis, parálisis intestinal, insuficiencia respiratoria y permaneció por días en terapia intensiva.
"Eran momentos difíciles, ver a nuestro hijo entubado y sedado, pero él nos demostró que es valiente y un guerrero".
A Edgar le extirparon el tumor, tanto en las recaídas como en la cirugía, el pequeño recibió muchas transfusiones. Catalina su madre ya no recuerda cuántas, sin embargo vive eternamente agradecida a aquellas personas que donaron algo de sí para salvar la vida del pequeño.
El Heraldo de Chihuahua
15 de junio de 2011
Chihuahua, Chihuahua.- "Hay que donar un poco de nosotros porque no sabemos cuándo podemos necesitar sangre", enfatizó la señora Catalina Cháirez, madre de Edgar, un pequeño de 2 años y medio que padece cáncer de hígado y quien gracias a donadores altruistas a podido recibir varias transfusiones de sangre.
A Edgar le diagnosticaron cáncer en el hígado cando tenía un año 10 meses, Catalina relató que fue una noticia fuerte, su esposo y ella no esperaban que su bebé tuviera una enfermedad tan devastadora, cuando simplemente lo habían llevado por un resfriado al Hospital Infantil.
Cuando Edgar fue valorado por un especialista le palparon un abultamiento en su abdomen. Después de una biopsia y unas radiografías se le diagnosticó cáncer de hígado. Ahí empezó la lucha. A la fecha lleva 7 sesiones de quimioterapia, en dos de éstas ha tenido recaídas graves.
Su primera recaída fue cuando le dieron su segunda quimioterapia, su boca se llenó de ampollas, temperatura, y no comía, por lo que fue hospitalizado. Los exámenes de laboratorio arrojaron que padecía anemia. Que sus plaquetas estaban bajas y que requería de una transfusión.
"La primera vez que me dijeron que necesitaba plaquetas, yo me preguntaba ¿de dónde las voy a sacar?, ¿cuánto me van a costar? y ¿quién me va a ayudar? Afortunadamente en el Hospital Infantil me hablaron del CETS y cuando fui me dijeron que ellos me proporcionarían la sangre, no importaba cuánta cantidad necesitara, que no la vendían y sobre todo que era sangre segura".
La segunda recaída fue en su tercera quimioterapia, al igual que la primera le salieron ampollas en su boca así como temperatura; dejo de caminar, lo internaron y se complicaron las cosas, le subió el azúcar, se convulsionó, le dio meningitis, parálisis intestinal, insuficiencia respiratoria y permaneció por días en terapia intensiva.
"Eran momentos difíciles, ver a nuestro hijo entubado y sedado, pero él nos demostró que es valiente y un guerrero".
A Edgar le extirparon el tumor, tanto en las recaídas como en la cirugía, el pequeño recibió muchas transfusiones. Catalina su madre ya no recuerda cuántas, sin embargo vive eternamente agradecida a aquellas personas que donaron algo de sí para salvar la vida del pequeño.
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