El Diario
Chihuahua, Chih.- “Todo el cuerpo desnudo, pero con cubreboca”, así están trabajando las sexoservidoras del sector Centro, como una medida ante el brote de influenza. Luego de que autoridades estatales y municipales ordenaran el cierre temporal de bares y cantinas para evitar contagios, decenas de mujeres dedicadas a ese oficio, muchas de ellas madres solteras, quedaron sin fuente de ingresos.
“Nos tienen encerradas adentro de los hoteles, no nos dejan salir a la calle, pero no tenemos clientes y nosotras vivimos al día. Estamos perdiendo mucho porque no nos ven afuera y se van”, dijo Esmeralda, quien ejerce en la zona de la avenida Juárez y Décima, de donde se han retirado la mayoría la presente semana, para buscar otros sitios al Norte, en los que sí puedan estar en las banquetas.
Según comentaron, regularmente atienden entre cuatro y seis personas por jornada, en estos días han tenido un solo cliente cada noche, y algunas regresan a sus casas sin haber sido contratadas.Comentan que muchas sobreviven con sus trabajos de día.
“Muchas son intendentes, limpian casas, trabajan en maquilas y hasta como maestras, y como con eso no les alcanza, se vienen a ‘darle’ aquí”, dijo Vera.
A buena parte de las sexoservidoras que trabajan en cantinas sus patrones las están apoyando y les pagan como si estuvieran trabajando, aunque su ingreso principal son las propinas, y la prostitución.
“Estamos desesperadas, si esto se prolonga no sabemos qué vamos a hacer, tenemos niños, pagamos renta, y casi ninguna tiene marido”, dijo acongojada Esmeralda.
Por otro lado, refirió que tienen miedo de contagiarse de la enfermedad, pero aseguran “que se están cuidando” con un cubrebocas y guantes de látex, a pesar de que se quedan sin ropa durante sus servicios.“Con ‘todo’ al aire, pero con cara de enfermera”, finalizó entre risas.
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