Ascensión— El grito de auxilio fue lanzado por las autoridades municipales desde octubre pasado. Nadie escuchó. Ahora son los pobladores quienes no están dispuestos a ser ignorados por más tiempo y tras tomar por varias horas la Presidencia Municipal acordaron dar una tregua para que el Estado y la Federación respondan a las demandas de una mayor e inmediata seguridad.
“Estamos pidiendo la militarización del pueblo, ya no podemos seguir viviendo así. Queremos que todos sepan lo que aquí esta pasando”, expuso “Alfredo”, un ciudadano que participó en la “toma” del edificio público.
Luego del movimiento civil, una comitiva de 20 personas, incluyendo al alcalde, sostuvieron ayer una reunión con el secretario de Seguridad Pública Estatal (SSPE), Víctor Valencia de los Santos, quien en respuesta esa misma tarde envió a 8 agentes en cuatro patrullas, hasta en tanto la Operación Conjunta Chihuahua (OCCH) defina enviar personal a este municipio, dijo el funcionario estatal.
Los habitantes del municipio de Ascensión y las comunidades cercanas han soportado por meses el incremento de hechos delictivos como el robo de negocios, de viviendas, de autos.
Pero los tres últimos secuestros ocurridos en un lapso de 15 días causaron la ira de los moradores y orilló a más de 300 personas a manifestarse públicamente para exigir la intervención de las autoridades competentes para el combate de estos delitos.
“Este martes por la madrugada liberaron a un agricultor que secuestraron por varios días”, explicaron los quejosos.La víctima, cuya identidad se mantendrá en reserva a petición de sus amigos, fue severamente golpeada durante los días que permaneció en cautiverio y tras el pago del rescate fue puesto en libertad.
Poco antes de la una de la mañana apareció caminando cerca del poblado sobre un camino de terracería.Dos días antes, un comando armado intentó ejecutar a dos habitantes del lugar y se desató una balacera cerca de la plaza, por lo que intervino la Policía Municipal y un agente municipal resultó herido.
“Fue un milagro que salvara la vida”, aseguró el director de Policía, al tiempo de agregar que el oficial de 22 años de edad sólo portaba para su defensa una pistola tipo revólver y 6 ‘tiros’.En el colmo de la inseguridad de los propios policías, el jefe policiaco refirió que el blindaje del chaleco antibalas del personal caducó hace un buen tiempo y debido a que la patrulla resultó dañada tras recibir varios impactos de bala, ahora sólo tienen 3 unidades laborando.
“Hacemos lo que podemos”, dijo con un dejo de molestia y resignación.Situado a 168 kilómetros de distancia de esta frontera, el municipio de Ascensión colinda al norte con el estado americano de Nuevo México; al este con Villa Ahumada y Ciudad Juárez; al sur con Buenaventura y Nuevo Casas Grandes; al oeste con Janos.
Tiene una superficie de 11 mil kilómetros cuadrados lo que lo convierte en el segundo municipio con mayor extensión territorial de Chihuahua, ya que constituye el 4.45 por ciento de la superficie total del estado.Reclamo añejo
En octubre del año pasado, los alcaldes de los municipios al norte de Chihuahua denunciaron públicamente que sus comunidades enfrentaban la peor crisis de inseguridad que atribuyeron a la guerra entre bandas pertenecientes al crimen organizado.
Todos coincidieron en señalar que su principal problema era la falta de personal, de equipo y el contar con agentes sin preparación para enfrentar a la delincuencia.“Estamos viviendo la peor crisis de seguridad que nunca antes se había visto, los agentes nos están renunciando, estamos teniendo muchos problemas para la vigilancia”, dijo en ese entonces Rafael Lorenzo Camarillo Rentería, alcalde de Ascensión, durante una visita oficial a Ciudad Juárez.
El motivo del encuentro era la Sesión Regional de Municipios Fronterizos del Consejo Estatal de Seguridad Pública para la evaluación de los avances del Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, celebrada en las instalaciones de Cipol.
Otros presidentes municipales, coincidieron con él al explicar que dentro del territorio chihuahuense cientos de kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos son vigilados por agentes que difícilmente cursaron la secundaria, la mayoría improvisados y sin la capacitación suficiente para ejercer el cargo como policías preventivos.
Unos días antes de su visita a Juárez, el entonces director de Policía, Alejandro Ulises Vizcarra, recibió cuatro cabezas dentro de una hielera.
Fue cuando el alcalde y el jefe policiaco pidieron al entonces secretario Javier Torres Cardona el envío de unidades de la Cipol para reforzar el patrullaje en aquella comunidad fronteriza, pero la petición no fue atendida.Camarillo Rentería hizo ver el temor de que en esa comunidad el crimen organizado se impusiera y los índices delictivos alcanzaran otros niveles como en Ciudad Juárez. “Ya han habido algunos comentarios, amenazas, de que van a haber más incidentes por ahí”, refirió.Para el mes de diciembre, la Policía Municipal de Ascensión enfrentaba otra crisis.
Varios preventivos fueron detenidos por agentes federales por sus nexos con el crimen organizado, el resto renunció junto con el titular de la corporación, entonces se nombró al actual jefe policiaco. En el caso de la Policía Ministerial, la Procuraduría General de Justicia del Estado desde meses atrás concentró a los agentes a la zona norte y en Ascensión sólo cuentan con un agente del Ministerio Público, por lo que las investigaciones en torno a la comisión de delitos del fuero común son prácticamente nulas.
Los secuestros El pueblo luce desierto. En muchos locales comerciales cerrados se observa en las puertas o ventanas carteles con las palabras “se vende” o “se renta”.“Quedamos pocos, muchos se han ido al otro lado, a otros pueblos o a Chihuahua”, expuso una de las comerciantes que se aferra a su actividad diaria de venta de dulces y ‘burritos’, aunque “apenas sale pa’l día”, según comentó.
“Hace unas semanas secuestraron a una vecina que tiene una tienda unas cuadras más adelante. Cuando la liberaron estaba toda golpeada y maltratada la pobre. Desde que la soltaron no ha vuelto a abrir el negocio, no sabemos si sigue aquí”, agregó la tendera.
“No son 3 ó 15 ó 20 los secuestros, somos más de 20 mil personas las que hemos sido secuestradas y no podemos seguir así”, expuso Alfredo Frías Reyes, secretario del Ayuntamiento.
Poco antes de conceder la entrevista se reunió con un regidor que preguntó si iba a celebrarse la sesión del Cabildo, pero ante la contingencia provocada por la toma de la Presidencia Municipal, le explicó que se suspendía hasta nuevo aviso.Sobre el movimiento civil, el funcionario municipal dijo que “los ciudadanos manifestaron su inconformidad por la forma en que se ha estado llevando este tema de inseguridad. Ellos solicitan que haya más presencia de las autoridades federales y estatales porque ciertamente nuestra capacidad ha sido rebasada”.
El Estado nos tiene abandonado, se quejó el secretario del Ayuntamiento, y aseguró que han realizado múltiples solicitudes para que las autoridades estatales y federales intervengan por tratarse de delitos de su competencia pero no han recibido respuesta.“Ayer, durante la toma de la Presidencia Municipal y ante la amenaza de una toma de la carretera estatal, les pedimos ayuda y nos dijeron que iban a enviar a elementos pero no llegó nadie”, dijo.
“Los reclamos de la ciudadanía son válidos y estamos con ellos”, dijo el director de Seguridad Pública, quien explicó que cuentan con 12 elementos en la calle y tres patrullas.Hoy a las 9 de la mañana el alcalde se reúne con los vecinos en el salón cívico social y les planteará la respuesta de las autoridades, corresponderá a los ciudadanos determinar las acciones a seguir hasta recuperar la paz social también secuestrada.
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