Desde que ingresó a la secundaria, David Alejandro Ochoa Espino se propuso convertirse en un profesionista ya que de esa manera podría trabajar para alguna empresa con un buen sueldo para poder regalarle una casa a sus padres.
Desde pequeño, el adolescente de 17 años de edad, ha vivido en casa de renta.
Actualmente su padre, quien está pensionado por haber perdido la vista en su ojo derecho cuando trabajaba como chofer, percibe mil 800 pesos al mes. La cantidad es tan poca que se dedica a buscar empleo como albañil para poder pagar los 800 pesos de renta mensual y adquirir lo más indispensable para su esposa y cuatro hijos.
Hace unos meses, David Alejandro cooperó 3 pesos para que alguno de sus compañeros recibiera una pequeña casa; lo que nunca imaginó es que él sería el siguiente elegido entre los miles de estudiantes del Colegio de Bachilleres.
El alumno, quien ingresará a tercer semestre, fue elegido por las autoridades educativas para otorgarle a él y a su familia un pie de casa que consta de un terreno de 120 metros, con una construcción de 43 metros.
Ayer, en la ceremonia de graduación del plantel 9, la familia Ochoa Espino recibió las llaves de su casa propia.
El padre de familia, Crispín Alberto, indicó que la vivienda que ocupan actualmente consta de dos cuartos amplios que se emplean como recámara, cocina y sala, además del baño.
Aunque el pie de casa que les regalaron no es grande, por lo menos es propio, además de que con sus conocimientos en albañilería podrá construir poco a poco las recámaras de sus hijos.
Mencionó que cuando su esposa le dio la noticia hace algunos días no lo podía creer. Conforme los días iban transcurriendo tenía en duda que su hijo había sido seleccionado entre los miles de alumnos de los Colegios de Bachilleres para recibir tan grande regalo, hasta ayer se convenció que todo es real, justo en el momento en que les hicieron la entrega de las llaves.
Blanca Estela, madre de David Alejandro, comentó que se siente muy contenta de saber que sus hijos ya tienen casa propia, pues era algo que la inquietaba, sobre todo cuando su esposo no consigue trabajo como albañil.
Con visible signo de emoción en su rostro, dijo que el cambio de domicilio lo harán de forma inmediata.
Para que los Ochoa Espino disfruten ahora de su casa propia, todos los alumnos otorgaron una pequeña cooperación. También colaboró el total de los empleados del Colegio de Bachilleres de los planteles de esta ciudad, mientras que Gobierno del Estado otorgó el terreno.
La familia está integrada por los progenitores y David Alejandro de 17 años, José Alberto de 13, José Rafael de 10 y Lluvia Estrella, de 4.
Salvador Moreno, delegado del Instituto de la Vivienda, comentó que la familia Ochoa Espino podrá disponer de un crédito sin intereses para construir más habitaciones en su nueva residencia que se localiza en la segunda etapa de la colonia El Mezquital.
Desde pequeño, el adolescente de 17 años de edad, ha vivido en casa de renta.
Actualmente su padre, quien está pensionado por haber perdido la vista en su ojo derecho cuando trabajaba como chofer, percibe mil 800 pesos al mes. La cantidad es tan poca que se dedica a buscar empleo como albañil para poder pagar los 800 pesos de renta mensual y adquirir lo más indispensable para su esposa y cuatro hijos.
Hace unos meses, David Alejandro cooperó 3 pesos para que alguno de sus compañeros recibiera una pequeña casa; lo que nunca imaginó es que él sería el siguiente elegido entre los miles de estudiantes del Colegio de Bachilleres.
El alumno, quien ingresará a tercer semestre, fue elegido por las autoridades educativas para otorgarle a él y a su familia un pie de casa que consta de un terreno de 120 metros, con una construcción de 43 metros.
Ayer, en la ceremonia de graduación del plantel 9, la familia Ochoa Espino recibió las llaves de su casa propia.
El padre de familia, Crispín Alberto, indicó que la vivienda que ocupan actualmente consta de dos cuartos amplios que se emplean como recámara, cocina y sala, además del baño.
Aunque el pie de casa que les regalaron no es grande, por lo menos es propio, además de que con sus conocimientos en albañilería podrá construir poco a poco las recámaras de sus hijos.
Mencionó que cuando su esposa le dio la noticia hace algunos días no lo podía creer. Conforme los días iban transcurriendo tenía en duda que su hijo había sido seleccionado entre los miles de alumnos de los Colegios de Bachilleres para recibir tan grande regalo, hasta ayer se convenció que todo es real, justo en el momento en que les hicieron la entrega de las llaves.
Blanca Estela, madre de David Alejandro, comentó que se siente muy contenta de saber que sus hijos ya tienen casa propia, pues era algo que la inquietaba, sobre todo cuando su esposo no consigue trabajo como albañil.
Con visible signo de emoción en su rostro, dijo que el cambio de domicilio lo harán de forma inmediata.
Para que los Ochoa Espino disfruten ahora de su casa propia, todos los alumnos otorgaron una pequeña cooperación. También colaboró el total de los empleados del Colegio de Bachilleres de los planteles de esta ciudad, mientras que Gobierno del Estado otorgó el terreno.
La familia está integrada por los progenitores y David Alejandro de 17 años, José Alberto de 13, José Rafael de 10 y Lluvia Estrella, de 4.
Salvador Moreno, delegado del Instituto de la Vivienda, comentó que la familia Ochoa Espino podrá disponer de un crédito sin intereses para construir más habitaciones en su nueva residencia que se localiza en la segunda etapa de la colonia El Mezquital.
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