sábado, 6 de noviembre de 2010

Prohíbe el Senado comida chatarra en escuelas

OMNIA
El Senado aprobó ayer un paquete de reformas que obligan a las secretarías de Salud (SSA) y Educación (SEP) a instrumentar programas que prohíban la venta y distribución de comida chatarra en las escuelas del país.

A propuesta de la bancada del PRI, los legisladores decidieron endurecer los términos del dictamen que establecía que las dependencias sólo podían “limitar” la venta de productos de bajo contenido nutricional y alto contenido calórico.

“La Secretaría de Salud, en coordinación con la Secretaría de Educación Pública () formulará, propondrá y desarrollará programas de educación para la salud, que prohíban el expendio o distribución de alimentos y bebidas con alto contenido calórico y bajo contenido nutrimental, e impulsen la actividad física”, señala el artículo 113 de la Ley General de Salud.

Antes de avalar la reforma, por unanimidad de 89 votos, el vicecoordinador de la bancada tricolor, Fernando Castro Trenti, advirtió ante el pleno que no endurecer los criterios sería tanto como avalar una farsa o una simulación.
“¿Dónde está la simulación? ¿Quién se presta a los intereses de la industria que, perversamente, es manipulable? ¿Se presta el que plantea una redacción muy o el que señala que no va a acompañar con su voto una farsa a la sociedad?”, cuestionó el legislador a sus homólogos.

En contrapartida, del mismo artículo 113 fue eliminada la palabra “consumo”, con el argumento de que es imposible restringirlo.

“¿Cómo vamos a prohibir el consumo? ¿Cómo vamos a invadir el régimen de libertad?”, preguntó el vicepresidente de la Cámara alta, el priista Francisco Arroyo.

Sin embargo, la modificación fue impugnada por el senador panista Guillermo Tamborrel, quien aseguró que así como se prohíbe el consumo de alcohol, también se puede prohibir la ingesta de la comida chatarra.

“Cabría la posibilidad de que un educando ingiera bebidas alcohólicas, si su mamá le pone su anforita en la mochila.
“Pero aun y cuando la mamá estuviese de acuerdo, no se puede consumir el alcohol al interior de la escuela”, reclamó.

La reforma obliga a los gobiernos locales y Federal a la instalación de filtros y bebederos de agua potable en todos los planteles escolares.

Además, crea un sistema de vigilancia epidemiológica para la obesidad, obliga a dar seguimiento a talla, peso y masa corporal de los alumnos.

Los gobiernos también deberán instalar bebederos de agua potable en todas las escuelas del País.
Las nuevas disposiciones señalan que las etiquetas de alimentos y bebidas en el mercado deberán detallar el contenido calórico, los padres o tutores quedan obligados a promover buenos hábitos alimenticios y cuando se violen las disposiciones en los planteles educativos se suspenderá o cancelará el permiso.
Contra la promoción de ‘productos milagro’

El pleno de la Cámara alta también revisó la redacción original e incluyó disposiciones sobre la promoción en medios de los llamados “productos milagro”.

Se estableció la obligación para que el Sistema Nacional de Salud oriente a la población sobre los peligros que representan los productos que se atribuyen a si mismos cualidades curativas.
La reforma, que será enviada a la Cámara de Diputados cuando concluyan el proceso de discusión y aprobación en el Senado, crea un Observatorio Nacional de Alimentación y Nutrición para diseñar políticas públicas que ayuden a combatir trastornos alimenticios, sobrepeso y obesidad.

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