Los seminaristas también se divierten

EL HERALDO

Chihuahua, Chihuahua.- Los seminaristas también se divierten jugando billar, practicando futbol o escuchando música, ven a su familia, van al cine; su única diferencia fue decidir estar al lado de Dios para toda la vida. En muchas ocasiones ése es el principal temor del joven: asumir un compromiso para siempre, pero, para los seminaristas que inician, los que están a la mitad de su preparación y quienes están por concluir coinciden que el seminario los ha marcado positivamente porque han encontrado un sentido real de servicio y vocación.

La vocación al heroísmo es una campaña que ha iniciado el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Chihuahua, con la finalidad de lanzar el llamado a las nuevas generaciones, en particular a los jóvenes para que descubran su vocación al servicio de Dios y si es que se sienten identificados para que conozcan la forma en que pueden ingresar.Buscar héroes es un objetivo firme y tiene que ver con la importancia de que sean los jóvenes quienes reconozcan su misión en esta vida y más allá de un concepto trivial (héroe), la intención es acrecentar el número de vocaciones sacerdotales a partir de una convicción auténtica, informó ayer el seminarista Ernesto Guerrero Bernal, encargado de promoción y difusión del seminario.Ernesto Guerrero afirmó que el seminario será de puertas abiertas, en la campaña de difusión se busca que los jóvenes conozcan en qué consiste la vida del seminarista para que de esa manera se identifiquen y tengan la oportunidad de adentrarse más en ese entorno.

"Es tiempo de hacer héroes, de acercarnos a los jóvenes para que conozcan el seminario, de atraerlos para que conozcan esta ventana que puede ser semilla de muchas cosas positivas", indicó el seminarista.Actualmente se preparan 84 seminaristas, sin embargo, son pocos los que deciden concluir con su evangelización, por este motivo, se hace el llamado para que las próximas generaciones puedan comprender la importancia de dar un sentido auténtico a su vida al servicio de la vida de Dios.