Habían privado de la libertad a una mujer.
La patrulla donde fueron metidos los secuestradores linchados por la población fue rodeada para impedir que se los llevarán. Foto: El Heraldo de Chihuahua.
Ascensión, Chihuahua.- Cientos de pobladores del municipio de Ascensión lograron liberar a una mujer secuestrada y mataron a 2 plagiarios de 6 que lograron capturar agentes de la Policía Federal, pero los habitantes se negaban a que fueran custodiados por la corporación o el Ejército, pues acusaron a ambas instancias de proteger a los delincuentes, dado que apenas los detienen y los vuelven a liberar.El jueves por la noche los habitantes se percataron de la presencia de un convoy sospechoso rondando algunos pueblos, por lo que se organizaron para defenderse.
Ayer en la mañana los integrantes del comando armado trataron de secuestrar al propietario de un restaurante y, al no encontrarlo, se llevaron a una empleada, la cual pudo ser rescatada por los mismos habitantes, mientras la Policía Federal comenzó una persecución hasta capturar a los delincuentes.Sin embargo los pobladores lograron arrebatar de las manos de agentes federales a dos de los detenidos, a los que golpearon con palos y tubos hasta que elementos policiacos pudieron rescatarlos y subirlos agonizantes a una patrulla de la Policía Federal, donde murieron.En la revuelta participaron más de 800 habitantes de todo el municipio, quienes tomaron las oficinas de la corporación y encararon a federales y militares con la exigencia de justicia.
Los mismos pobladores impidieron el aterrizaje de un helicóptero del Ejército que llegaría para llevarse a los detenidos, pues dudaban de que realmente fueran castigados y sometidos a proceso penal.Los habitantes de Ascensión habían soportado hasta ayer el secuestro de más de 20 pobladores en alrededor de 5 semanas, por lo que habían celebrado reuniones previas para protegerse, creando redes ciudadanas con los teléfonos de todos los que se habían unido para combatir a los criminales, dado que ninguna de las denuncias de estos delitos ha prosperado en la Procuraduría General de Justicia del Estado, dijeron los pobladores entrevistados ayer, a cambio del anonimato.
El lunes por la noche, tras comunicarse por la llegada de un convoy conformado por varios sujetos a bordo de camionetas sospechosas, quedaron en estar pendientes durante la madrugada para en caso de que se registrara ataque contra alguna persona, pero eso no sucedió hasta después de las 9 de la mañana, cuando los secuestradores llegaron a un restaurante en busca del dueño.Al no tener al dueño, los plagiarios se llevaron a una empleada, cuyos datos se reservan a petición de los pobladores, pero la noticia corrió de manera instantánea por testigos de los hechos, desatándose una cacería de los mismos pobladores con apoyo de la Policía Federal.
En menos de una hora los pobladores dieron con el sitio donde se encontraba la secuestrada, y agentes de la Policía Federal, en conjunto con los habitantes, llevaron a cabo el rescate, logrando la detención de dos de los delincuentes, mientras que otros seis eran perseguidos por elementos policiacos por diferentes partes de la comunidad, logrando también su detención.Los dos detenidos inicialmente fueron arrebatados a la Policía Federal por los pobladores, que pretendían interrogarlos a golpes para saber quiénes eran sus jefes y quiénes ordenaban los secuestros, obteniendo más información sobre la banda que opera en la región.La golpiza contra los secuestradores no pudo ser controlada por agentes de la Policía Federal ni por el Ejército, pues los elementos desplegados en la zona no pudieron contener el enojo de más de 800 habitantes que cercaron a los oficiales y se hicieron cargo de los delincuentes.
Los militares que intervinieron, ya con refuerzos de Nuevo Casas Grandes, Janos y otros poblados de la región, así como de elementos federales, lograron calmar un poco los ánimos cuando los secuestradores ya se encontraban agonizantes, subiéndolos a la patrulla 13371, la cual fue rodeada por cientos de habitantes que amenazaban con incendiar el vehículo y quemar a los delincuentes.Con refuerzos y diálogo con los manifestantes, los militares y policías federales lograron impedir que los delincuentes heridos fueran sacados de nueva cuenta de la unidad en lo que llegaba un médico de la Policía Federal para atenderlos y tratar de salvarlos, sin embargo ya cuando iban a ser trasladados a Juárez se encontraban muertos.
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