lunes, 6 de septiembre de 2010

Justicia pide el jefe de la Policía Municipal

EL HERALDO


Chihuahua, Chihuahua.- "Justicia", fue lo que solicitó el General José Aguayo y Camargo, director de Seguridad Pública Municipal, a las autoridades ministeriales durante los honores rendidos la tarde de ayer al Sargento Segundo José Humberto Castillo Valles, ultimado la mañana del viernes pasado en calles del fraccionamiento Villas del Real."A esas almas oscuras que lo atacaron, les mostramos nuestro repudio y a nuestras autoridades ministeriales que ubiquen y castiguen a los responsables, de atentar no contra una persona, sino contra una familia y la sociedad en general", añadió.


Castillo Valles murió poco después de las ocho de la mañana, cuando se disponía a iniciar con su jornada laboral, luego de ser atacado por un grupo de encapuchados que abrieron fuego contra él en varias ocasiones y posteriormente huyeron a bordo de una camioneta Dodge Durango de color blanca.Con la ausencia del alcalde Álvaro Madero, Aguayo y Camargo recordó al efectivo como una persona que siempre se creció ante los retos, pues no sólo hizo su trabajo como policía municipal, sino que fue alguien dedicado, que siempre buscó cumplir con su deber de la mejor manera posible.


El Sargento Segundo obtuvo este grado apenas el 24 de octubre de 2006, su ingresó a la corporación fue a los 25 años de edad, cuando se convirtió en policía de carrera con la intención de servir y proteger, su alta en filas fue el 1 de julio de 2003 y estaba a punto de cumplir 32 años de edad. Como agente tenía un futuro brillante a decir del jefe de la DSPM, por su vocación y entrega al uniforme, "entre sus ñeros y sus mandos, siempre será recordado como un policía serio, de vocación, honesto y honorable, será evocado como aquel cadete que hace siete años, cuando hizo juramento, mantuvo con lustre la placa en su pecho y vistió con honor el uniforme".Llamó a sus compañeros presentes, a que no claudiquen, "que este ejemplo de vocación del segundo Castillo Valles los aliente, no se desanimen, que la más grande motivación para seguir siendo policía sea su expediente limpio y recuerdo permanente, porque somos el primer y último reducto que la sociedad tiene", abundó.Ante una familia evidentemente consternada, Aguayo y Camargo, acompañado de regidores del Ayuntamiento, hicieron guardia de honor, para posteriormente hacer el tradicional grito de presente, el disparo de las salvas y el toque de silencio, a cargo del coordinador Gustavo Blázquez.

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