Decenas de derechohabientes y personal administrativo y médico entraron en pánico; algunas personas se desmayaron, otras dejaron sus camillas o huyeron de las salas de espera...
Así describieron testigos el caos vivido en el Hospital Regional 66 del Seguro, escenario ayer de un tiroteo tras la irrupción de un comando para intentar rematar a dos lesionados.
“Estábamos adentro para arreglar unos papeles, cuando varios hombres ingresaron por Urgencias... en eso vemos que dos hombres que estaban en las camillas –al parecer heridos de bala– se levantan y salen corriendo. Uno de ellos llevaba el suero, no tenía camisa y le vi un tatuaje de la Santa Muerte en el hombro, él cayó a mis pies y me dijo ‘señora corra”, narró una de los testigos aún presa del miedo.
“Yo tomé a mis hijos y empezamos a correr casi junto con los sicarios y pude ver que los heridos subieron al elevador y que los hombres que los seguían no alcanzaron el elevador y empezaron a golpear la puerta para que abriera. Dos de ellos se quedaron esperando y otro más se fue por las escaleras. Luego escuchamos muchos disparos, creo que se realizaron en el tercer piso del Hospital”, indicó la mujer.
“Gritaban que los iban a matar”, agregó, para enseguida explicar que su hijo de 10 años, como muchos otros en la clínica, sufrió una fuerte crisis nerviosa.
Los disparos y la persecución entre presuntos sicarios desataron el terror entre pacientes y personal médico, de acuerdo con quienes estuvieron dentro y presenciaron los hechos.
Posteriormente, en el interior del Seguro dos hombres –identificados como Héctor y Christian Lucero Viramontes, de 20 y 26 años de edad, respectivamente– fueron arrestados en poder de un arma de fuego calibre .40. Otro individuo fue detenido en un hospital privado.
Todo comenzó alrededor de las 14:20 horas. Utilizando armas calibre 9 milímetros y 7.62 por 39 milímetros, los ocupantes de tres vehículos: una camioneta Envoy, un vehículo Tiburon y un Mustang, se enfrentaron a balazos en la calle Palacio de Mitla y avenida De Las Torres.
Tras recibir el reporte soldados y policías se trasladaron al lugar, alcanzando a escuchar las detonaciones y a observar las unidades, pero sin proceder a su arresto.
Minutos más tarde hombres armados irrumpieron en el área de Urgencias del hospital, aparentemente para rematar a dos hombres que habían sobrevivido al atentado ocurrido en Palacio de Mitla y De Las Torres, y que habían ingresado a ese centro hospitalario para recibir asistencia médica.
CONTRASTA VERSIóN OFICIAL
Por su parte, las autoridades aseguraron que la balacera únicamente se registró en el exterior.
El vocero de la Operación Conjunta Chihuahua (OCCH), Enrique Torres Valadez, informó que al nosocomio solamente ingresaron –armados– los hermanos Lucero Viramontes para recibir atención médica, y aseguró que la balacera se presentó en el exterior del hospital 66 entre un hombre que había ido a dejarlos y otro grupo de individuos armados.
“Se reportan dos personas muertas en Las Torres y Palacio de Mitla, al llegar los militares y otros grupos policiacos escuchan detonaciones y observan tres vehículos, una camionta GMC Envoy de color oscuro, un vehículo Tiburon de color dorado y un Mustang en el que iban tres personas, dos de ellos Héctor y Christian Lucero Viramontes. El tercer individuo fue a dejarlos al Hospital 66 porque éstos habían resultado lesionados en la espalda, hombros y presentaban rozones, y al retirarse hubo otro enfrentamiento, frente al hospital”, dijo el portavoz.
Tras efectuar una revisión en el Hospital 66, los hermanos Lucero Viramontes fueron aprehendidos por un grupo de soldados que los localizaron escondidos en un baño del primer piso del Hospital 66, aseguró.
Torres Valadez dijo que más tarde el tercer ocupante del Mustang también quedó herido y fue llevado a un hospital privado a recibir atención médica y ahí fue detenido por elementos del Ejército mexicano, pero no dio a conocer la identidad de esta persona.
Tras la balacera ocurrida en el interior del hospital el lugar fue copado por soldados, federales y agentes locales y cerca de las 17:20 horas todos los elementos formaron una caravana para trasladar a los hermanos Héctor y Christian a las instalaciones de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado zona Norte.
El Hospital General de Zona número 66 del Seguro Social atiende a más de 300 mil derechohabientes de la zona norte, suroriente y oriente de la ciudad, para atender a los pacientes de cinco unidades de medicina familiar, y supuestamente estaba en la lista de “hospitales de sangre”, que son aquéllos donde se reciben a sobrevivientes de ejecuciones e iban a recibir seguridad especial para proteger al personal médico y al público del ataque de los comandos armados.
Así describieron testigos el caos vivido en el Hospital Regional 66 del Seguro, escenario ayer de un tiroteo tras la irrupción de un comando para intentar rematar a dos lesionados.
“Estábamos adentro para arreglar unos papeles, cuando varios hombres ingresaron por Urgencias... en eso vemos que dos hombres que estaban en las camillas –al parecer heridos de bala– se levantan y salen corriendo. Uno de ellos llevaba el suero, no tenía camisa y le vi un tatuaje de la Santa Muerte en el hombro, él cayó a mis pies y me dijo ‘señora corra”, narró una de los testigos aún presa del miedo.
“Yo tomé a mis hijos y empezamos a correr casi junto con los sicarios y pude ver que los heridos subieron al elevador y que los hombres que los seguían no alcanzaron el elevador y empezaron a golpear la puerta para que abriera. Dos de ellos se quedaron esperando y otro más se fue por las escaleras. Luego escuchamos muchos disparos, creo que se realizaron en el tercer piso del Hospital”, indicó la mujer.
“Gritaban que los iban a matar”, agregó, para enseguida explicar que su hijo de 10 años, como muchos otros en la clínica, sufrió una fuerte crisis nerviosa.
Los disparos y la persecución entre presuntos sicarios desataron el terror entre pacientes y personal médico, de acuerdo con quienes estuvieron dentro y presenciaron los hechos.
Posteriormente, en el interior del Seguro dos hombres –identificados como Héctor y Christian Lucero Viramontes, de 20 y 26 años de edad, respectivamente– fueron arrestados en poder de un arma de fuego calibre .40. Otro individuo fue detenido en un hospital privado.
Todo comenzó alrededor de las 14:20 horas. Utilizando armas calibre 9 milímetros y 7.62 por 39 milímetros, los ocupantes de tres vehículos: una camioneta Envoy, un vehículo Tiburon y un Mustang, se enfrentaron a balazos en la calle Palacio de Mitla y avenida De Las Torres.
Tras recibir el reporte soldados y policías se trasladaron al lugar, alcanzando a escuchar las detonaciones y a observar las unidades, pero sin proceder a su arresto.
Minutos más tarde hombres armados irrumpieron en el área de Urgencias del hospital, aparentemente para rematar a dos hombres que habían sobrevivido al atentado ocurrido en Palacio de Mitla y De Las Torres, y que habían ingresado a ese centro hospitalario para recibir asistencia médica.
CONTRASTA VERSIóN OFICIAL
Por su parte, las autoridades aseguraron que la balacera únicamente se registró en el exterior.
El vocero de la Operación Conjunta Chihuahua (OCCH), Enrique Torres Valadez, informó que al nosocomio solamente ingresaron –armados– los hermanos Lucero Viramontes para recibir atención médica, y aseguró que la balacera se presentó en el exterior del hospital 66 entre un hombre que había ido a dejarlos y otro grupo de individuos armados.
“Se reportan dos personas muertas en Las Torres y Palacio de Mitla, al llegar los militares y otros grupos policiacos escuchan detonaciones y observan tres vehículos, una camionta GMC Envoy de color oscuro, un vehículo Tiburon de color dorado y un Mustang en el que iban tres personas, dos de ellos Héctor y Christian Lucero Viramontes. El tercer individuo fue a dejarlos al Hospital 66 porque éstos habían resultado lesionados en la espalda, hombros y presentaban rozones, y al retirarse hubo otro enfrentamiento, frente al hospital”, dijo el portavoz.
Tras efectuar una revisión en el Hospital 66, los hermanos Lucero Viramontes fueron aprehendidos por un grupo de soldados que los localizaron escondidos en un baño del primer piso del Hospital 66, aseguró.
Torres Valadez dijo que más tarde el tercer ocupante del Mustang también quedó herido y fue llevado a un hospital privado a recibir atención médica y ahí fue detenido por elementos del Ejército mexicano, pero no dio a conocer la identidad de esta persona.
Tras la balacera ocurrida en el interior del hospital el lugar fue copado por soldados, federales y agentes locales y cerca de las 17:20 horas todos los elementos formaron una caravana para trasladar a los hermanos Héctor y Christian a las instalaciones de la Subprocuraduría General de Justicia del Estado zona Norte.
El Hospital General de Zona número 66 del Seguro Social atiende a más de 300 mil derechohabientes de la zona norte, suroriente y oriente de la ciudad, para atender a los pacientes de cinco unidades de medicina familiar, y supuestamente estaba en la lista de “hospitales de sangre”, que son aquéllos donde se reciben a sobrevivientes de ejecuciones e iban a recibir seguridad especial para proteger al personal médico y al público del ataque de los comandos armados.
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