OMNIA
Flores, antojitos, cobijas, trastos, bebidas, recuerdos, juegos mecánicos, decenas de productos dan vida a la calle 16 cada año, cuando a todo lo largo se establece la ya tradicional Feria del Hueso, para recordar a los difuntos, y de paso gastar hasta lo que no se tiene en los coloridos puestos.
Ramos de flores a 15 pesos, arreglos desde 60, cruces de varios precios, botanitas y fruta, limonada y refrescos, ofrece diariamente Luis Armando Vázquez, quien labora en el puesto que desde hace más de 20 años se estableció al exterior del Panteón Municipal No. 1.
Preparándose ya para celebrar en grande, como todos los años, los dos días oficiales de difuntos, dice que ya están por llegar las toneladas de flores que reciben anualmente desde la Ciudad de México, que servirán para cubrir la demanda de los cientos de visitantes que esperan este año, que llegan al panteón incluso desde horas de la madrugada, pero que se concentran sobre todo cerca del mediodía.
Hermosas piezas de colores varios, de hojas firmes y belleza sin igual, flores que en Chihuahua no se siembran y se cotizan a buen precio, dada la proliferación de la llamada “flor mala”, ésa que se vende en ramos de hasta cuatro por veinte pesos.
La familia Aguirre es desde hace dos décadas parte de la visita dominical al panteón, ahí están los hijos como hasta hace poco lo estuvo el padre, don José, de todos conocido y que cada Día de Muertos, se veía mañana y noche atender su puesto y una extensión que, para dar ofrecer mayor producto, siempre colocaba.
El joven Luis Armando seguramente no conoce toda la tradición que guarda la familia Aguirre, pero él participa con su entusiasmo, que seguramente se hará mayor los primeros días de noviembre, cuando se celebre una vez más, a todo volumen y bullicio, el Día de Muertos.
Ramos de flores a 15 pesos, arreglos desde 60, cruces de varios precios, botanitas y fruta, limonada y refrescos, ofrece diariamente Luis Armando Vázquez, quien labora en el puesto que desde hace más de 20 años se estableció al exterior del Panteón Municipal No. 1.
Preparándose ya para celebrar en grande, como todos los años, los dos días oficiales de difuntos, dice que ya están por llegar las toneladas de flores que reciben anualmente desde la Ciudad de México, que servirán para cubrir la demanda de los cientos de visitantes que esperan este año, que llegan al panteón incluso desde horas de la madrugada, pero que se concentran sobre todo cerca del mediodía.
Hermosas piezas de colores varios, de hojas firmes y belleza sin igual, flores que en Chihuahua no se siembran y se cotizan a buen precio, dada la proliferación de la llamada “flor mala”, ésa que se vende en ramos de hasta cuatro por veinte pesos.
La familia Aguirre es desde hace dos décadas parte de la visita dominical al panteón, ahí están los hijos como hasta hace poco lo estuvo el padre, don José, de todos conocido y que cada Día de Muertos, se veía mañana y noche atender su puesto y una extensión que, para dar ofrecer mayor producto, siempre colocaba.
El joven Luis Armando seguramente no conoce toda la tradición que guarda la familia Aguirre, pero él participa con su entusiasmo, que seguramente se hará mayor los primeros días de noviembre, cuando se celebre una vez más, a todo volumen y bullicio, el Día de Muertos.
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