EL HERALDO"¿Por qué ellos?", gritaban ayer los padres, familiares y amigos de 4 de los 14 jóvenes fallecidos el pasado viernes en el fraccionamiento Horizontes del Sur, mientras lloraban apoyados en los ataúdes de sus hijos, pues todos pertenecían al grupo de danza del templo del Señor de los Milagros y habían acudido a la fiesta "sólo para ver cómo estaba el ambiente".
"Que Dios los perdone por lo que hicieron", pidieron los padres de familia de los hermanos Sotero e Ismael Reyes Ricario; de Luis Ángel Chavira López y Luis Alberto Vital Maximiano, quienes en vida fueron jóvenes sanos y amigos entre sí.
Habían acudido a danzar a uno de los templos cuando recibieron la invitación de ir a la fiesta, esto fue alrededor de las 21:30 horas, por lo que a la vivienda de la calle Arquitectos 2969 arribaron cerca de las 10 de la noche.
"No tenían intención de quedarse mucho tiempo, porque tenían compromisos con el grupo de danza (matachines), iban a cumplir con el compromiso de acompañar a una amiga", explicó Socorro Reyes, tía de los hermanos Reyes Ricario.
De muy bajos recursos económicos, los 4 matachines batallaban para tener hasta lo indispensable; por ejemplo Ismael Reyes tenía que ganar el sustento y apoyar a su familia trabajando en la maquiladora.
Sotero, por su discapacidad en el habla, había tenido que ser enviado a escuelas especiales, pero de igual forma hacía lo posible por sobresalir en los deportes y en las artes, como es el baile.
Tras asegurar que ninguno de sus hijos estuviera implicado en actividades ilícitas, los padres de familia señalaron que sienten temor hasta en sus casas, pues ahora los maleantes no respetan ni "el sagrado hogar".
Reiteraron que confían muy poco en que los asesinos sean aprehendidos y que realmente para ellos eso pasa a segundo término, pues la vida de sus hijos no regresará con meter a otras personas a la cárcel.
, debieron prevenir estas cosas, porque no es la primera vez que pasa", explicaron.
"Debieron estar cuando los maleantes los atacaron
"Que Dios los perdone por lo que hicieron", pidieron los padres de familia de los hermanos Sotero e Ismael Reyes Ricario; de Luis Ángel Chavira López y Luis Alberto Vital Maximiano, quienes en vida fueron jóvenes sanos y amigos entre sí.
Habían acudido a danzar a uno de los templos cuando recibieron la invitación de ir a la fiesta, esto fue alrededor de las 21:30 horas, por lo que a la vivienda de la calle Arquitectos 2969 arribaron cerca de las 10 de la noche.
"No tenían intención de quedarse mucho tiempo, porque tenían compromisos con el grupo de danza (matachines), iban a cumplir con el compromiso de acompañar a una amiga", explicó Socorro Reyes, tía de los hermanos Reyes Ricario.
De muy bajos recursos económicos, los 4 matachines batallaban para tener hasta lo indispensable; por ejemplo Ismael Reyes tenía que ganar el sustento y apoyar a su familia trabajando en la maquiladora.
Sotero, por su discapacidad en el habla, había tenido que ser enviado a escuelas especiales, pero de igual forma hacía lo posible por sobresalir en los deportes y en las artes, como es el baile.
Tras asegurar que ninguno de sus hijos estuviera implicado en actividades ilícitas, los padres de familia señalaron que sienten temor hasta en sus casas, pues ahora los maleantes no respetan ni "el sagrado hogar".
Reiteraron que confían muy poco en que los asesinos sean aprehendidos y que realmente para ellos eso pasa a segundo término, pues la vida de sus hijos no regresará con meter a otras personas a la cárcel.
, debieron prevenir estas cosas, porque no es la primera vez que pasa", explicaron.
"Debieron estar cuando los maleantes los atacaron
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