OMNIA Como una muestra de valentía y con la esperanza de que exista una responsabilidad penal para los atacantes que asediaron el poblado de Jicamórachi, en el municipio de Uruachi, hace poco más de un mes, varios pobladores que decidieron omitir su nombre por seguridad, interpusieron la denuncia correspondiente ante las autoridades de Cuauhtémoc.
Aún con temor y con la mirada baja, los denunciantes mencionaron que hace aproximadamente dos semanas o menos acudieron a interponer la queja en ese municipio para que se abriera una investigación en contra de los individuos que llegaron al poblado vestidos con atuendos similares a los de las fuerzas armadas, que con tono amenazante comenzaron a lanzar represalias hacia ciertas familias, quemando cerca de 20 viviendas, situación que los orilló a permanecer en el monte durante algunos días.
La denuncia, según comentaron, se adjuntó al expediente por el delito de daños en propiedad ajena, por lo que esperan que en esta ocasión las autoridades sigan de cerca el caso para que en algún momento, “cuando las cosas estén más tranquilas”, dijo el entrevistado, puedan volver, pues por el momento afirman que a pesar de que existe la presencia de militares y otras corporaciones, hay gran posibilidad de que quienes cometieron el abuso lo vuelvan a hacer.
Al parecer la suspensión de servicio médico continúa, ya que el encargado de la clínica no había vuelto; lo mismo ocurrió con la escuela, que hasta hace poco permanecía cerrada, señaló la fuente.
A pesar de que existe un fuerte arraigo con la tierra en donde pasó gran parte de su vida, dice que no encuentra motivos para volver, mucho menos en un ambiente de incertidumbre como el que dejó la oleada de violencia de ese grupo criminal hace algunas semanas.
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