EL HERALDO
Lo atraparon, pero inexplicablemente lo dejaron ir
Chihuahua, Chih.- Una historia más de la impunidad con que opera la delincuencia en perjuicio de los ciudadanos resultó la experiencia de Paola Pasos Cepeda, quien el pasado martes sobrevivió a un intento de homicidio sólo para toparse con la realidad de que ninguna consecuencia habrá para la persona quien quiso arrebatarle la vida.
"Es increíble que las personas nos convirtamos tan fácilmente en víctimas de la violencia", manifestó en entrevista con El Heraldo de Chihuahua.
Aseveró que lo más indignante fue haberse presentado a interponer una denuncia con la confianza de que las autoridades habían detenido al responsable, según se lo informaron elementos policiacos quienes acudieron al llamado de auxilio y encontrarse con la novedad de que el victimario había sido puesto en libertad por falta de elementos para inculparlo.
"Ya no supe si era más grave haber resultado herida con una navaja, el temor de perder la vida o que me hayan informado que simplemente la persona había sido exculpada por lo ocurrido", refirió Pasos.
Narró que los hechos ocurrieron el pasado martes al arribar a la óptica que opera como propietaria.
"Al igual que todos los días estacioné mi automóvil, fumé un cigarro y comencé a abrir las chapas de la puerta principal. Nunca había ocurrido nada hasta ayer que sentí un empujón que me aventó hacia adentro y escuché una voz que con las palabras más sucias me ordenó cerrar con llave", argumentó.
Indicó que al voltear observó el rostro de un joven moreno con la cabeza rapada, quien empuñando una navaja esperó a que se cumpliera su petición para arremeter en contra de su víctima.
"No fue un simple intento de robo porque esta persona manifestó que su intención era violarme. Obviamente que no me lo dijo así, con palabras tan decentes, porque usted ya se imaginará la manera en que expresaba todo lo que tenía pensado hacerme", exteriorizó.
Indicó que el ataque ocurrió en pocos instantes y que una vez amenazada el individuo la abrazó con la intención de perpetrar su crimen, aunque sin contar con que la víctima iba a zafársele de entre los brazos.
"En ese momento que pude soltarme la persona me tiró un navajazo", contó.
Explicó que sin saber cómo ocurrió, la navaja únicamente le provocó una herida en el brazo derecho que sintió hasta el momento cuando su agresor abandonó el inmueble.
"No la sentí antes porque mi preocupación después de zafarme era alcanzar el botón de pánico que tenemos en el negocio para solicitar el apoyo de las autoridades y buscar encerrarme en alguno de los cubículos con la esperanza de que la persona se fuera sin hacerme más daño", relató.
Detalló que consiguió apretar el botón y hacerse a un rincón donde el agresor seguía dispuesto a concluir el ataque, aunque modificándose las circunstancias al momento cuando se le advirtió sobre el aviso enviado al Centro de Atención de Emergencias de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
"Al decirle que ya venían los policías me dijo: 'entonces dime dónde está la caja'. Inmediatamente le contesté, tomó el dinero y salió huyendo", reveló.
Expresó que si la intención hubiera sido robarla, el comportamiento del victimario hubiera sido uno muy diferente a quien le ordena a una mujer cerrar para evitar que alguien más hubiera entrado a auxiliarla.
"Un ladrón entra, consigue el dinero y se va. En mi caso había una seria intención de hacerme más daño", refirió.
Recordó que previo a sufrir el ataque observó a la persona varios metros de la puerta, sin embargo nunca sospechó que un joven bien vestido y sin intención aparente de cometer un delito procediera en forma violenta; razón por la cual ahora considera que quizá todo lo ocurrido fue premeditado.
De ahí que considerase una incongruencia que su caso fuese estimado como robo, desestimando el resto de las agresiones que sufrió y que para rematar se le informará que no hay persona alguna a la cual responsabilizar por la comisión de un ilícito en contra de su persona.
Indicó que en la Fiscalía General del Estado se le informó que la policía municipal no remitió a ninguna persona a pesar de que al momento de las primeras investigaciones se le informó que la persona había sido detenida en una de las calles de la colonia San Felipe.
"Un motociclista fue quien lo persiguió y momentos después uno de los patrulleros me preguntó si la persona era un joven rapo. Al contestar que sí, el policía habló nuevamente por radio para decirles que era el sujeto que había robado", expuso.
Señaló que por ese motivo tuvo la confianza de acudir primero a atenderse la herida, antes de ir a las oficinas de averiguaciones previas donde, a cuatro de hora de lo ocurrido, se le informó que el juez calificador de la comisaría norte había liberado a su agresor porque no se le encontró el dinero ni el arma con cual la atacó.
"No puede ser que a las personas que incurren en una falta al Bando de Policía los detengan 72 horas y que a una persona que intentó un homicidio lo liberen con la mayor facilidad", concluyó Pasos.
Chihuahua, Chih.- Una historia más de la impunidad con que opera la delincuencia en perjuicio de los ciudadanos resultó la experiencia de Paola Pasos Cepeda, quien el pasado martes sobrevivió a un intento de homicidio sólo para toparse con la realidad de que ninguna consecuencia habrá para la persona quien quiso arrebatarle la vida.
"Es increíble que las personas nos convirtamos tan fácilmente en víctimas de la violencia", manifestó en entrevista con El Heraldo de Chihuahua.
Aseveró que lo más indignante fue haberse presentado a interponer una denuncia con la confianza de que las autoridades habían detenido al responsable, según se lo informaron elementos policiacos quienes acudieron al llamado de auxilio y encontrarse con la novedad de que el victimario había sido puesto en libertad por falta de elementos para inculparlo.
"Ya no supe si era más grave haber resultado herida con una navaja, el temor de perder la vida o que me hayan informado que simplemente la persona había sido exculpada por lo ocurrido", refirió Pasos.
Narró que los hechos ocurrieron el pasado martes al arribar a la óptica que opera como propietaria.
"Al igual que todos los días estacioné mi automóvil, fumé un cigarro y comencé a abrir las chapas de la puerta principal. Nunca había ocurrido nada hasta ayer que sentí un empujón que me aventó hacia adentro y escuché una voz que con las palabras más sucias me ordenó cerrar con llave", argumentó.
Indicó que al voltear observó el rostro de un joven moreno con la cabeza rapada, quien empuñando una navaja esperó a que se cumpliera su petición para arremeter en contra de su víctima.
"No fue un simple intento de robo porque esta persona manifestó que su intención era violarme. Obviamente que no me lo dijo así, con palabras tan decentes, porque usted ya se imaginará la manera en que expresaba todo lo que tenía pensado hacerme", exteriorizó.
Indicó que el ataque ocurrió en pocos instantes y que una vez amenazada el individuo la abrazó con la intención de perpetrar su crimen, aunque sin contar con que la víctima iba a zafársele de entre los brazos.
"En ese momento que pude soltarme la persona me tiró un navajazo", contó.
Explicó que sin saber cómo ocurrió, la navaja únicamente le provocó una herida en el brazo derecho que sintió hasta el momento cuando su agresor abandonó el inmueble.
"No la sentí antes porque mi preocupación después de zafarme era alcanzar el botón de pánico que tenemos en el negocio para solicitar el apoyo de las autoridades y buscar encerrarme en alguno de los cubículos con la esperanza de que la persona se fuera sin hacerme más daño", relató.
Detalló que consiguió apretar el botón y hacerse a un rincón donde el agresor seguía dispuesto a concluir el ataque, aunque modificándose las circunstancias al momento cuando se le advirtió sobre el aviso enviado al Centro de Atención de Emergencias de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
"Al decirle que ya venían los policías me dijo: 'entonces dime dónde está la caja'. Inmediatamente le contesté, tomó el dinero y salió huyendo", reveló.
Expresó que si la intención hubiera sido robarla, el comportamiento del victimario hubiera sido uno muy diferente a quien le ordena a una mujer cerrar para evitar que alguien más hubiera entrado a auxiliarla.
"Un ladrón entra, consigue el dinero y se va. En mi caso había una seria intención de hacerme más daño", refirió.
Recordó que previo a sufrir el ataque observó a la persona varios metros de la puerta, sin embargo nunca sospechó que un joven bien vestido y sin intención aparente de cometer un delito procediera en forma violenta; razón por la cual ahora considera que quizá todo lo ocurrido fue premeditado.
De ahí que considerase una incongruencia que su caso fuese estimado como robo, desestimando el resto de las agresiones que sufrió y que para rematar se le informará que no hay persona alguna a la cual responsabilizar por la comisión de un ilícito en contra de su persona.
Indicó que en la Fiscalía General del Estado se le informó que la policía municipal no remitió a ninguna persona a pesar de que al momento de las primeras investigaciones se le informó que la persona había sido detenida en una de las calles de la colonia San Felipe.
"Un motociclista fue quien lo persiguió y momentos después uno de los patrulleros me preguntó si la persona era un joven rapo. Al contestar que sí, el policía habló nuevamente por radio para decirles que era el sujeto que había robado", expuso.
Señaló que por ese motivo tuvo la confianza de acudir primero a atenderse la herida, antes de ir a las oficinas de averiguaciones previas donde, a cuatro de hora de lo ocurrido, se le informó que el juez calificador de la comisaría norte había liberado a su agresor porque no se le encontró el dinero ni el arma con cual la atacó.
"No puede ser que a las personas que incurren en una falta al Bando de Policía los detengan 72 horas y que a una persona que intentó un homicidio lo liberen con la mayor facilidad", concluyó Pasos.
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