Nulos resultados en investigación de fuga de reos

El Heraldo

Chihuahua, Chihuahua.- A trece días de la fuga de dos reos del penal de Aquiles Serdán, la Procuraduría General de la República (PGR) aún no determina la complicidad entre los evadidos y personal penitenciarios, además de que el juez federal no obsequió órdenes de aprehensión alguna por considerar insuficientes los elementos a imputar contra personal de este penal.

Héctor García, delegado de la PGR, informó que se continúa con las investigaciones para precisar cómo escaparon los dos evadidos de nombre Noé Rodríguez Aranda y José Velázquez Velázquez, agregando que hasta la fecha continúan prófugos.

Respecto a la presunta complicidad entre custodios y los evadidos, García comentó que en el avance de la investigación no se ha determinado alguna, además de que debido a los tiempos jurídicos se tuvo que determinar un seguimiento, en el cual no se incluye orden de aprehensión contra algún custodio o directivo de este penal.Explicó que la negación de órdenes de aprehensión fue decisión el juez a cargo, ya que consideró que hasta el momento no existen suficientes elementos de prueba para imputar la complicidad.

Al respecto, un día después de esta fuga, el secretario General de Gobierno, Sergio Granados Pineda, informó que todo apunta a una clara complicidad entre los reos y autoridades penitenciarias, ya que el puro de hecho de existir armas en el interior así lo indicaba."No puede ser que haya armas adentro. Desgraciadamente la complicidad puede estar presente", manifestó el representante de gobierno.

Esta evasión se registró el pasado viernes 20 de noviembre, cuando los reos que se fugaron portaban tres armas cortas desde el interior de sus celdas y en el área de "locutorios" aprovecharon una distracción del guardia para someterlo e iniciar su escape, el cual ya tenía tiempo planeándose.

Los prisioneros sometieron fácilmente al custodio, le quitaron un fusil R-15 y lo obligaron a ir abriendo cada una de las puertas de seguridad hasta llegar a la torre de vigilancia número dos, a unos metros del área "transfer", acceso y salida de los prisioneros.

Al llegar a esta torre, ubicada en la esquina izquierda del exterior del penal, los reos utilizaron una escalera de las propias instalaciones para llegar a la cima y desde ahí brincaron, primero hasta la barda divisoria entre el interior y exterior del penal, para después saltar hasta el suelo.

Las primeras investigaciones ministeriales indicaron que los internos ya contaban con las armas al salir de sus celdas, sin embargo, hasta la fecha las autoridades federales y estales no han podido precisar cómo ingresaron las tres pistolas y la complicidad para no ser detectadas.