Chihuahua, Chihuahua.- Una negligencia en la Unidad Especializada Médica de la Secretaría de Salud causó la muerte de una paciente diabética a la que se le administró una dosis de insulina que no le correspondía e incluso se le canalizó suero en un consultorio médico donde no se contaban con las condiciones adecuadas para ello.
Se trata de la unidad que se ubica al sur de la ciudad entre el periférico de R. Almada y la Nueva España que atiende a pacientes con Sobrepeso, Riesgo Cardiovascular y Diabetes (SoRID) donde reporta además el personal médico irregularidades por parte del coordinador Juan Daniel Vázquez Reyes, quien no tiene ni cédula de especialidad y en su horario de trabajo aprovecha para atender a pacientes particulares en su oficina.
Lo más grave fue la pérdida de una vida a consecuencia del mal manejo, señalaron fuentes internas, quienes aseguraron que aunque el caso estuvo mal manejado y pese al descontrol de la paciente no se le envió de urgencia al hospital para su atención oportuna.
De acuerdo con la información ofrecida en la unidad, la mujer afectada padecía diabetes desde hace 10 años y por ello se envió para control al SoRID bajo el esquema del Seguro Popular. Según el expediente, la mujer de 51 años el 27 de septiembre de 2010 llegó en estado de descompensación con tres meses de evolución y se le comenzó un tratamiento de insulina no indicada para su tipo de diabetes, donde comenzó el error de medicación. Posteriormente la paciente en la revisión mensual continuó con el descontrol. En noviembre se rectifica el medicamento para adecuarlo a las necesidades de la mujer, quien pese a estar bajo revisión constante no lograba regularizar su glucosa.
Las consecuencias del mal control se hicieron notar nuevamente en diciembre, cuando al acudir a revisión seguía con descompensación.
Al percatarse del caso, el director del centro, Vázquez Reyes, atendió a la paciente en su oficina el 10 de febrero y, pese a no tener autorización, le suministró suero y medicamentos, repitiendo el procedimiento el 11 de febrero, con lo cual se retrasó un tratamiento oportuno, aún cuando durante esos dos días ya existía un cuadro de cetoasidosis diabética, el cual se debe a la falta de insulina en el cuerpo, poniendo en riesgo la vida de la paciente.
Cabe destacar que la unidad es para atención de consultas médicas, no es posible recibir las urgencias pues no tienen ni el espacio ni el equipo apropiado para ello.
Una vez que se agravó el cuadro fue enviada el 11 de febrero a urgencias del Hospital General alrededor de las 2 pm, sin embargo no acudió allí, sino al Hospital CIMA, donde finalmente murió el 13 de febrero bajo el diagnóstico de cetoacidosis diabética.
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