martes, 4 de mayo de 2010

Urge un pacto para salvar al país del narco

El Heraldo
Chihuahua, Chihuahua.- El especialista e investigador internacional en delincuencia organizada, Edgardo Buscaglia, manifestó que Ciudad Juárez va a ser el futuro de México, a menos que las élites políticas y empresarial mexicanas llamen a un "pacto patriota" con el Gobierno para rescatar al país de las garras del crimen organizado, tal y como ocurrió en Colombia.

Agregó que la delincuencia organizada no sólo se encuentra actualmente en la industria del narcotráfico, sino también en 23 delitos conexos en los cuales la criminalidad ha buscado otras formas eficientes de subsistir.

Asimismo señaló que a pesar de contar con una fuerza militar de más de 10 elementos, la Operación Coordinada Chihuahua sólo ha detenido a 5 mil 856 presuntos delincuentes, de los cuales más de la mitad ya fueron liberados por distintas causas.

"La crisis de inseguridad mexicana tiene solución si se aplican medidas que han tenido éxito en otras naciones. En México hay un problema de coordinación y de comando, el caldo de cultivo ideal donde la delincuencia florece en cualquier país", manifestó el también asesor de la ONU en materia de delincuencia organizada.

En una entrevista concedida a la revista nacional 360 Grados, el profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) indicó que la violencia y corrupción en el país han rebasado el estado de Derecho, con lo cual el panorama de inseguridad que se vive actualmente en esta frontera de Chihuahua podría presentarse de forma generalizada en todas las entidades del país, pero aclaró que esto se podrá evitar si estas élites mexicanas, amenazadas y hartas, se solidarizan profundamente con los gobiernos ante esta problemática de mayores dimensiones.

Detalló que esta apreciación se basa en el producto de un trabajo de campo de décadas, y que como director del Centro Internacional de Desarrollo Legal y Económico, con oficinas en México, Nueva York y Europa, dirigió un análisis en 107 países que arrojó una polémica radiografía sobre el alcance de la penetración de la delincuencia organizada en la política, economía y geografía mexicanas.

Entre los datos más controvertidos está que 68% de los municipios mexicanos ha sido penetrado por la delincuencia organizada y que 40% del PIB mexicano "está ligado" a la misma actividad.Asimismo aventuró la tesis de que el cártel de Sinaloa ha sufrido menos arrestos debido a su extraordinario poder para corromper las estructuras gubernamentales, citando a un vocero del Gobierno del presidente Felipe Calderón que argumentó que se requerirían 100 mil efectivos armados para atrapar a Joaquín "Chapo" Guzmán, el líder de este cártel.

Pese a todo, insistió que la crisis de inseguridad mexicana tiene solución si se aplican medidas que han tenido éxito en otras naciones como lo es el caso de Colombia.Ante la pregunta de ¿Cómo llegó México a la situación de violencia e ingobernabilidad en que se encuentra?, Buscaglia manifestó que la transición que se viene dando desde los años ochenta se implementó de manera muy desordenada, sin controles políticos y patrimoniales de la gestión de funcionarios a todos los niveles.

Cuando eso ocurre -explicó- genera un caldo de cultivo muy bonito para que los grupos criminales comiencen a capturar al Estado. El control piramidal de comando y control de los municipios y de los estados, que había cuando existía un partido hegemónico, se rompió, enfatizando que México está sufriendo en carne propia la adolescencia de esa transición política que es costosísima.

Agregó que ningún grupo criminal se atrevía a competir y a ejercer la violencia porque era un Estado demoledor, que hacía pagar un gran costo y castigo a quien violara las reglas del juego y no se atrevían a competir entre ellos por plazas que el Estado no les había asignado. "Hoy no hay reglas del juego. Hay que establecer un nuevo mecanismo de gobernabilidad. No se puede volver cien por ciento hacia atrás", consideró.

A su vez dijo que la criminalidad organizada busca controlar otros 22 tipos de mercados ilícitos de bienes y servicios criminales que van desde trata y tráfico de seres humanos, fraude electrónico, extorsión, piratería, contrabando, hasta pornografía infantil. "Drogas -aseguró- es sólo uno de los tantos delitos que se cometen".

La venta de drogas es la que genera mayores ingresos, seguido por la trata de personas -destacó Buscaglia-, señalando que es el principal delito y representa entre 45 y 48 por ciento de la delincuencia organizada, pero el otro 52 a 55% de los ingresos brutos proviene de otros tipos de ilícitos.¿Cuáles son los sectores económicos donde está más presente el crimen organizado? Ante esta pregunta contestó que el 78% de los sectores económicos del Producto Interno Bruto (PIB) ha sido infiltrado.

Los peores son los sectores agropecuarios, turismo, fideicomisos, químico-farmacéutico y construcción. Están en todo el país, sin discriminación, en cadenas de supermercados, gasolineras y en juegos.Agregó que se ha documentado que las organizaciones mexicanas operan en 47 países, en América, Europa, Asia y África.

"Todos los grupos criminales han penetrado las estructuras de los gobiernos municipales y de las entidades federativas. Pero el cártel de Sinaloa ha logrado infiltrar las estructuras del Gobierno más allá del nivel local. Hay un reconocimiento público de que el Gobierno ha sido corrompido a tal nivel que ya no puede actuar con efectividad.

El Estado está fallando. Es gravísimo", enfatizó Edgardo Buscaglia.Al hacer un recuento de sus análisis en este tema, Buscaglia recomendó cuatro medidas contra la delincuencia organizada.La primera es atacar frontalmente la corrupción política al más alto nivel.

Esto se hace a través de fiscalías autónomas de investigación patrimonial (que no dependan del Poder Ejecutivo sino Judicial), que operen en cada entidad federativa, en coordinación con la unidad de inteligencia financiera federal.La segunda es trabajar con el sector privado, con las empresas legalmente constituidas para detectar y prevenir su captura por parte de grupos criminales.

En México, 78% de los sectores económicos del PIB ha sido filtrado por grupos criminales y se estima que 40% del PIB anual está ligado a actividades de crimen organizado.La tercera es implementar programas de prevención social que abarquen los factores de riesgo -educación, salud, mercados laborales e infraestructura social- que hacen que cientos de miles de jóvenes se deslicen hacia pandillas y grupos criminales.

En México no hay un gabinete de prevención social.Por último señaló que es importante evitar el protagonismo institucional. Las agencias de inteligencia, policiales, de procuración de justicia y los jueces, deberán trabajar al unísono.

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