EL HERALDO
Chihuahua, Chihuahua.- "Tres jueces pusieron en crisis a un sistema penal y tienen en parte responsabilidad de la falta de credibilidad ante la sociedad por desestimar toda las pruebas contundentes y, sin aplicar el criterio, liberaron a un asesino confeso", expresó Cabello Ramírez, titular del área de implementación del Sistema de Justicia Penal en Chihuahua,Agregó que el juicio político contra los jueces del caso Rubí, Catalina Ochoa Contreras, Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez y Rafael Boudid, debe basarse en su desempeño laboral y servir para que todos los actores de un proceso penal realicen la impartición de justicia y no un trabajo "deficiente".
Al tocar el caso del asesinato de la joven Rubí Marisol Frayre Escobedo, ocurrido en agosto del 2008, y cuyo asesino, Sergio Barraza Bocanegra, fue absuelto de cargos por un tribunal de juicio oral, Cabello Ramírez comentó que una de la ventajas del Nuevo Sistema de Justicia Penal es la posibilidad de conocer públicamente las fallas humanas, pero también trabajar para no volverlas a cometer.
Al ser cuestionado sobre cuál es la principal falla en este sistema, el entrevistado reconoció primero que "no es perfecto" y después indicó que urge la necesidad de que el Poder Judicial homogenice los criterios entre sus jueces pues luego de la absolución, otro tribunal oral, a través de un recurso de casación (apelación), dictó la sentencia de culpabilidad a Barraza Bocanegra.
"Ahora el problema es capturarlo, pero la culpabilidad fue acreditada", enfatizó.Se trata de los jueces Catalina Ochoa Contreras, Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez y Rafael Boudid, a quienes el pasado martes el Congreso del Estado inició un juico político en su contra, con el cual se busca sean destituidos temporal o definitivamente de sus cargos como una sanción administrativa por su desempeño en este caso en especial."Los jueces valoraron terriblemente mal las pruebas", afirmó César Cabello, destacando que nunca se utilizó la facultad de valoración libre de prueba, con lo cual se pudo sentenciar al responsable.
Esta resolución -dijo- ocasionó un acto de injusticia y una lesión a la credibilidad del sistema, por lo cual deben ser juzgados como mensaje a la sociedad y para el resto de jueces, ministerios públicos y toda parte involucrada en un proceso de esta naturalezaAsimismo señaló que existen buenos jueces, pero también la necesidad de demostrarlo ante las instituciones y sociedad, con lo cual se solidificará aún más un sistema penal que -enfatizó- es ejemplo a nivel nacional y será utilizado en un futuro no muy lejano en toda entidad federativa.
Al tocar el caso del asesinato de la joven Rubí Marisol Frayre Escobedo, ocurrido en agosto del 2008, y cuyo asesino, Sergio Barraza Bocanegra, fue absuelto de cargos por un tribunal de juicio oral, Cabello Ramírez comentó que una de la ventajas del Nuevo Sistema de Justicia Penal es la posibilidad de conocer públicamente las fallas humanas, pero también trabajar para no volverlas a cometer.
Al ser cuestionado sobre cuál es la principal falla en este sistema, el entrevistado reconoció primero que "no es perfecto" y después indicó que urge la necesidad de que el Poder Judicial homogenice los criterios entre sus jueces pues luego de la absolución, otro tribunal oral, a través de un recurso de casación (apelación), dictó la sentencia de culpabilidad a Barraza Bocanegra.
"Ahora el problema es capturarlo, pero la culpabilidad fue acreditada", enfatizó.Se trata de los jueces Catalina Ochoa Contreras, Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez y Rafael Boudid, a quienes el pasado martes el Congreso del Estado inició un juico político en su contra, con el cual se busca sean destituidos temporal o definitivamente de sus cargos como una sanción administrativa por su desempeño en este caso en especial."Los jueces valoraron terriblemente mal las pruebas", afirmó César Cabello, destacando que nunca se utilizó la facultad de valoración libre de prueba, con lo cual se pudo sentenciar al responsable.
Esta resolución -dijo- ocasionó un acto de injusticia y una lesión a la credibilidad del sistema, por lo cual deben ser juzgados como mensaje a la sociedad y para el resto de jueces, ministerios públicos y toda parte involucrada en un proceso de esta naturalezaAsimismo señaló que existen buenos jueces, pero también la necesidad de demostrarlo ante las instituciones y sociedad, con lo cual se solidificará aún más un sistema penal que -enfatizó- es ejemplo a nivel nacional y será utilizado en un futuro no muy lejano en toda entidad federativa.
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