lunes, 17 de enero de 2011

A los asesinos los cobija la impunidad

EL HERALDO

Chihuahua, Chihuahua.- El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, celebró ayer la Palabra de Dios en la puerta principal del edificio de Palacio de Gobierno donde fue asesinada Marisela Escobedo, ahí por iniciativa propia se sumó a la lucha que mantienen organizaciones civiles y ciudadanos, y exigió protección y garantía por el respeto a la justicia de los defensores de la paz."Estamos aquí donde la sangre de Marisela clama justicia.

Todas las personas que calladamente esperan justicia les digo que esta es la multiplicación de esos deseos, aunque haya oídos sordos", fueron palabras del obispo que ayer se sumó a las voces que piden justicia para Marisela Escobedo y la activista social Susana Chávez.Ante la evidente ausencia de familiares de Marisela Escobedo y de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo, en las tres actividades que fueron organizadas ayer por la mañana al conmemorarse un mes de su muerte, ayer fue recordada la lucha que inició contando con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, ciudadanos y el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.

Durante la celebración de la Palabra de Dios en el lugar donde fue asesinada Marisela Escobedo, fueron encendidas más veladoras como un signo de esperanza y la firmeza del amor a Dios, así lo definió el obispo, al pedir que esas luces no se apaguen para seguir pidiendo justicia.

En la celebración hizo hincapié a la legítima búsqueda de justicia que emprendió Marisela por la muerte de su hija, y exclamó que "esta es la voz que clama y pide justicia, es la voz a la que quiero adherirme y que yo pedí, de seguir buscando justicia".Además de conmemorar un mes de la muerte de Escobedo, la celebración de la Palabra de Dios afuera de Palacio Gobierno también se hizo en referencia a las víctimas de Creel, donde murieron 13 personas el 16 de agosto del 2008.Familiares de las 13 personas masacradas en Creel participaron en la homilía, quienes pidieron al igual que otras personas que han sufrido la muerte de algún ser querido, que se haga justicia y que sus voces sean escuchadas.

El obispo Raúl Vera expresó su admiración a los chihuahuenses, "que no se han quedado callados, este es el principio de la justicia que se pide". Hizo referencia a la parábola de María cuando ella se humilló y fue juzgada, en ese sentido afirmó que lo que hizo Marisela fue un acto similar al que vivió María, la Madre de Dios, que en la búsqueda de justicia para su hija, dio todo, hasta la vida.Personas de todas las edades participaron en la celebración de la Palabra de Dios que se llevó a cabo en el lugar donde hace un mes fue asesinada Marisela Escobedo, en un hecho que trascendió en todo el mundo.

Calificó lo que se vive en Chihuahua como el estado más martirizado, y enfatizó que es admirable que a pesar de las circunstancias que se viven en el estado de Chihuahua, de aquí ha salido una voz de esperanza y amor para todo el país.

En la celebración que se efectuó en la puerta principal del edificio de Palacio de Gobierno, también participó el padre Patricio, quien ha apoyado a los familiares de las 13 víctimas que fueron masacradas en Creel en agosto de 2008.

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