EL HERALDO
EL PASO, Texas.- Un agente de la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) y su novia fueron detenidos por comprar armas de fuego de alto poder para traficarlas a México, donde tenían como destino los cárteles de las drogas.
Los dos detenidos se encuentran bajo custodia y enfrentan cargos por conspiración para comprar armas de fuego y municiones con destino a grupos criminales en México, según las acusaciones formuladas por autoridades estadounidenses.
El agente fue identificado como Ricardo Montalvo, de 28 años de edad, y su novia como Carla González-Ortiz, de 29, quienes fueron arrestados el lunes pasado, luego de que el jurado del Tribunal Federal del Distrito Oeste de Texas emitiera una acusación formal de 20 cargos, entre los que se incluyen conspiración para comprar y vender armas y municiones fuera de Estados Unidos, con fines ilícitos.
La acusación que se encuentra en el tribunal establece que Montalvo y González actuaron como "intermediarios para comprar al menos nueve armas de fuego, entre ellas rifles AK-47, más de 100 cargadores de alta capacidad y miles de balas de alto calibre, del tipo usado por los cárteles en México".
Agrega: "Los cárteles de droga en México dependen para sus operaciones violentas de armamento vendido en Estados Unidos y usan armas como las AK-47 para sus crímenes", razón por la que se presume que el destino de lo que adquirían a precios de mercado en EU eran las organizaciones criminales que operan en la frontera de El Paso, la ciudad de Juárez en Chihuahua.
El expediente de la acusación, señala que Montalvo trabajaba en la Patrulla Fronteriza desde 2005, en la estación Ysleta, en El Paso, Texas.
Montalvo y su novia, ciudadana mexicana y residente legal permanente en Estados Unidos, podrían enfrentar una pena de hasta 10 años de cárcel, según la legislación penal vigente en este país.
La acusación determinó que durante un periodo de tres meses, Montalvo, González-Ortiz y otros compradores adquirieron nueve armas de fuego, asegurando a las armerías que eran para ellos, cuando sólo servían como intermediarios.
El agente presuntamente adquirió alrededor de 20 mil cartuchos de municiones y 97 cargadores de alta capacidad que son muy solicitados por cárteles mexicanos.
Éste es el segundo caso en pocas semanas en el que funcionarios públicos son relacionados con tráfico de armamento que se presume tienen como destino los cárteles de la droga mexicanos, después de que en marzo pasado fueran detenidos el alcalde y el jefe de la Policía de Columbus, Nuevo México, bajo cargos similares.
Los dos detenidos se encuentran bajo custodia y enfrentan cargos por conspiración para comprar armas de fuego y municiones con destino a grupos criminales en México, según las acusaciones formuladas por autoridades estadounidenses.
El agente fue identificado como Ricardo Montalvo, de 28 años de edad, y su novia como Carla González-Ortiz, de 29, quienes fueron arrestados el lunes pasado, luego de que el jurado del Tribunal Federal del Distrito Oeste de Texas emitiera una acusación formal de 20 cargos, entre los que se incluyen conspiración para comprar y vender armas y municiones fuera de Estados Unidos, con fines ilícitos.
La acusación que se encuentra en el tribunal establece que Montalvo y González actuaron como "intermediarios para comprar al menos nueve armas de fuego, entre ellas rifles AK-47, más de 100 cargadores de alta capacidad y miles de balas de alto calibre, del tipo usado por los cárteles en México".
Agrega: "Los cárteles de droga en México dependen para sus operaciones violentas de armamento vendido en Estados Unidos y usan armas como las AK-47 para sus crímenes", razón por la que se presume que el destino de lo que adquirían a precios de mercado en EU eran las organizaciones criminales que operan en la frontera de El Paso, la ciudad de Juárez en Chihuahua.
El expediente de la acusación, señala que Montalvo trabajaba en la Patrulla Fronteriza desde 2005, en la estación Ysleta, en El Paso, Texas.
Montalvo y su novia, ciudadana mexicana y residente legal permanente en Estados Unidos, podrían enfrentar una pena de hasta 10 años de cárcel, según la legislación penal vigente en este país.
La acusación determinó que durante un periodo de tres meses, Montalvo, González-Ortiz y otros compradores adquirieron nueve armas de fuego, asegurando a las armerías que eran para ellos, cuando sólo servían como intermediarios.
El agente presuntamente adquirió alrededor de 20 mil cartuchos de municiones y 97 cargadores de alta capacidad que son muy solicitados por cárteles mexicanos.
Éste es el segundo caso en pocas semanas en el que funcionarios públicos son relacionados con tráfico de armamento que se presume tienen como destino los cárteles de la droga mexicanos, después de que en marzo pasado fueran detenidos el alcalde y el jefe de la Policía de Columbus, Nuevo México, bajo cargos similares.
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