Juárez.- Según investigaciones de la Secretaría de Desarrollo Social, en Ciudad Juárez existen niños desde los 13 años que se convierten en delincuentes y hasta sicarios por tan sólo 500 pesos.
El director general adjunto de la Oficina de la Sedesol, Raúl Ibáñez Márquez, explicó que el problema se debe a que en la ciudad los asentamientos humanos cada vez son más distantes, a 14 kilómetros, y se carece de infraestructura como escuelas y hospitales.
“Un chavalo, para que vaya a la escuela, gasta unos 42 pesos diarios en su traslado. Entonces deciden no asistir a clases, por lo que deriva en los `ninis´, ni estudian ni trabajan”, sentencia.
“Tenemos una Subsecretaría de Desarrollo Urbano y en 10 años ha crecido al doble de población, pero ha crecido nueve veces su tamaño geográfico, entonces son ciudades extendidas que nos generan todos estos problemas”. Pero además, subrayó, las madres de familia aceptan que sus hogares son feos, hacinados y sucios, aunque afuera todo es peor, tienen “banquetas destruidas, sin espacios públicos, parques y jardines, todo pintarrajeado en las esquinas llena de malvivientes”.
En respuesta, la Sedesol dentro de sus estrategias, organizó una serie de cursos en los centros comunitarios, los cuales fueron calificados por el funcionario como exitosos, “porque los chavalos se metieron a los cursos de rap, guitarra, hasta de grafiti artístico y quién sabe qué rollo, y en ese sentido están funcionado los espacios públicos. Son 12 en tres polígonos”.
Agregó que con una hora que se les quite de tiempo a los adolescentes para dedicarla a los cursos comunitarios, es reducir una “hora que estén haciendo maldades”. Ibáñez Márquez mencionó que sólo en Tamaulipas han detectado que se corre más peligro para entregar los apoyos a los beneficiarios de Oportunidades, por lo que se ha optado por entregar tarjetas de débito.
De igual manera, el funcionario federal exigió a los trabajadores de la Sedesol que operan los programas sociales y a los estados mayor trasparencia en el manejo de recursos, con reglas de operación y padrones inexistentes.
“Un chavalo, para que vaya a la escuela, gasta unos 42 pesos diarios en su traslado. Entonces deciden no asistir a clases, por lo que deriva en los `ninis´, ni estudian ni trabajan”, sentencia.
“Tenemos una Subsecretaría de Desarrollo Urbano y en 10 años ha crecido al doble de población, pero ha crecido nueve veces su tamaño geográfico, entonces son ciudades extendidas que nos generan todos estos problemas”. Pero además, subrayó, las madres de familia aceptan que sus hogares son feos, hacinados y sucios, aunque afuera todo es peor, tienen “banquetas destruidas, sin espacios públicos, parques y jardines, todo pintarrajeado en las esquinas llena de malvivientes”.
En respuesta, la Sedesol dentro de sus estrategias, organizó una serie de cursos en los centros comunitarios, los cuales fueron calificados por el funcionario como exitosos, “porque los chavalos se metieron a los cursos de rap, guitarra, hasta de grafiti artístico y quién sabe qué rollo, y en ese sentido están funcionado los espacios públicos. Son 12 en tres polígonos”.
Agregó que con una hora que se les quite de tiempo a los adolescentes para dedicarla a los cursos comunitarios, es reducir una “hora que estén haciendo maldades”. Ibáñez Márquez mencionó que sólo en Tamaulipas han detectado que se corre más peligro para entregar los apoyos a los beneficiarios de Oportunidades, por lo que se ha optado por entregar tarjetas de débito.
De igual manera, el funcionario federal exigió a los trabajadores de la Sedesol que operan los programas sociales y a los estados mayor trasparencia en el manejo de recursos, con reglas de operación y padrones inexistentes.
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